Rusia ofrece su primer parte de bajas en el séptimo día de guerra: el Ministerio de Defensa ha confirmado este miércoles que 498 militares han muerto y otros 1.597 han resultado heridos desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania. El informe de Moscú cifra en 2.870 los “militares y nacionalistas” ucranianos fallecidos y en unas 3.700 las personas heridas en el marco del ataque, que avanza por el sur y no progresa en Kiev, la capital.

El portavoz de Defensa ruso, Igor Konashenkov, ha informado de que las tropas del Kremlin han destruido 1.533 infraestructuras militares en Ucrania, incluidos 54 puestos de mando y centros de comunicación de las Fuerzas Armadas de la nación, 39 sistemas de misiles de defensa aérea y 52 estaciones de radar. Asimismo, el Ejército ruso ha destruido 47 aviones, 484 tanques y otros vehículos de combate, 63 lanzacohetes múltiples, 217 piezas de artillería de campaña y morteros, además de 336 vehículos militares especiales y 47 vehículos aéreos no tripulados.

2.000 civiles muertos

El primer informe de bajas de Rusia desde que empezó el ataque llega el mismo día que el Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania (DSNS, por sus siglas en ucraniano) ha denunciado que más de 2.000 civiles han muerto desde el comienzo de la ofensiva lanzada por el presidente ruso, Vladimir Putin, el pasado 24 de febrero.

“Durante los siete días de la guerra Rusia ha destruido cientos de infraestructuras de transporte, viviendas, hospitales y guarderías. En este tiempo han muerto más de 2.000 ucranianos, sin contar a nuestros defensores”, ha detallado el DSNS en un comunicado publicado en su página de Facebook. “Niños, mujeres y fuerzas de defensa pierden la vida cada hora”.

El servicio de emergencia del país también ha destacado que en la última semana los socorristas han salvado la vida de más de 150 personas, han evacuados a otras 500 y han logrado “sofocar más de 400 incendios provocados por los bombardeos rusos”.

En el séptimo día de guerra en Ucrania, Rusia ataca con dureza Járkov, la segunda ciudad del país agredido, sobre la que ha lanzado grupos de paracaidistas que han ocupado un hospital militar. El Ejército ruso controla Berdiansk, en el mar de Azov, y asegura que ha entrado con fuerza en Jersón, aunque el Gobierno ucraniano lo niega. 

El Ministerio del Interior de Ucrania ha informado este miércoles de que, aunque el despliegue ruso es implacable, la resistencia se mantiene en Járkov y en Mariúpol, una ciudad portuaria de vital importancia para el Kremlin debido a su posición estratégica: está situada a orillas del mar de Azov, en la confluencia de los ríos Kalmius y Kalchyk. Esta urbe de casi 500.000 habitantes ha sido uno de los focos de violencia recientes de mayor relevancia durante la invasión. @mundiario