Empieza el San Froilán: pulpo infalible en el Camino Primitivo

Fiestas San Froilán. /Archivo histórico Lugo
Fiestas San Froilán. /Archivo histórico Lugo
Cunqueiro reconocía el San Froilán como la fiesta más hermosa del otoño gallego, cuyo origen se remonta a 1754 y quedesde el siglo XIX adoptó el pulpo á feira como su buque insignia
Empieza el San Froilán: pulpo infalible en el Camino Primitivo

Por segundo año consecutivo, parece que no habrá stands de pulpo a la feria, en el San Froilán lucense. No se atrevieron a empujar los hosteleros por la concesión debido a los lógicos temores que genera esta imprevisible pandemia que aún padecemos.

Faltará por lo tanto uno de los elementos diferenciadores de esta fiesta patronal que, como destaca la revista HGgT, Cunqueiro reconocía como la más hermosa del otoño gallego, cuyo origen se remonta a 1754 y que cuando menos desde el siglo  XIX adoptó el pulpo á feira como su buque insignia.

Porque frente a la teoría de que el pulpo tendría sustituido más recientemente a las tradicionales anguilas del Miño como plato estrella de la feria, Teresa Penas y Fernando Arribas se posicionan en contra en su libro “El Pulpo en el San Froilán de Lugo”, en el que alegan que ya en una fecha tan  lejana cómo 1846 hay constancia de vecinos del barrio de San Roque solicitando la  construcción de stands con techos de paja, probablemente para no mojarse mientras vendían el  pulpo.

Take  away  decimonónico

Poco tendrían que ver los puestos ambulantes de aquellos tiempos con los modernos stands que hoy conocemos, popularizadas a partir de los años sesenta. Pero sí tenían una particularidad que ahora, por casualidades del destino, nos vemos forzados a recuperar. Porque segundo la historiadora María Pilar Rodríguez Suárez, autora de “250 años de las ferias del San Froilán", en aquella época los vecinos y visitantes de la feria acudían a los puestos con recipientes de barro para llevarse el  pulpo a la feria para la casa o para donde pudieran degustarlo a gusto.

Un  take  away  decimonónico que este año podremos reproducir, porque aunque no habrá stands  sí podrán instalarse calderos a pie de calle en los restaurantes, para que lucenses, visitantes y peregrinos llegados por el camino primitivo puedan llevar el pulpo para comerlo donde guste. Aunque por supuesto, los que vayamos de visita quizás prefiramos buscar un buen restaurante, que no nos faltarán, donde montar nuestra propia feria.  @mundiario

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