Educación en medio de emergencias y conflictos, ¿un logro posible?

Un niño venezolano en una escuela. / H. C.
Un niño venezolano en una escuela. / H. C.

Tras la pandemia de la Covid-19, la agencia de la ONU siente temor de que al menos 24 millones de estudiantes no regresen nunca a la escuela.

Educación en medio de emergencias y conflictos, ¿un logro posible?

Las necesidades educativas siguen siendo una asignatura pendiente en diversos países. Sin embargo, el fondo mundial de las Naciones Unidas para la educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas anunció este martes que ha ampliado su nivel de respuesta ante esta situación, alcanzando ya a siete millones de niños y adolescentes, a partir de su establecimiento en 2017.

De hecho, un nuevo informe de ‘La Educación no puede Esperar’ (ECW) sostiene que el 48,4% de sus beneficiarios han sido niñas, un logro que no se ha detenido pese a los desafíos planteados por la pandemia de la Covid-19, los conflictos, las crisis prolongadas y los desastres asociados a los fenómenos meteorológicos.

De acuerdo con el documento, 19 países reciben apoyo de esta iniciativa en la que se ha invertido más de un billón de dólares destinados a programas educativos de resiliencia. Además, las alianzas estratégicas se expandieron hasta llegar a 3,7 millones de niños y adolescentes en 32 países afectados por alguna situación trágica.

De igual forma, la ECW explicó que desarrolló seis nuevos programas de resiliencia, los cuales “proporcionan un marco que favorece la coordinación y la financiación previsible y flexible necesaria para lograr resultados educativos de calidad en entornos de crisis prolongadas como Afganistán, Irak, Yemen, Siria, Sudán del Sur y Somalia, o en las crisis regionales del Sahel y Venezuela”.

Apoyo educativo

Pese a este nuevo alcance, la ECW calculó en junio que unos 222 millones de niños y adolescentes atrapados en situaciones de crisis requieren apoyo educativo con urgencia, pues 78,2 millones de ellos no van a la escuela, mientras que el resto asiste, pero no alcanza las competencias básicas en lectura y matemáticas.

A propósito, Gordon Brown, enviado especial de la ONU para la Educación y presidente del fondo ECW, señala que “debemos cumplir nuestra promesa: garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos y todas, de conformidad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las convenciones de derechos humanos”.

Sin embargo, el informe también advierte que el aumento en la magnitud, gravedad y prolongación de los conflictos y las crisis, ataques continuos a la educación, y cifras récord de desplazamientos provocados por el cambio climático, los conflictos y otras emergencias, sumado al impacto de la pandemia de la Covid-19 han agudizado la crisis global de aprendizaje.

No obstante, presenta una serie de logros dentro de los que destacan: el aumento en el número de subsidios de la ECW que registran una mejora en los niveles de aprendizaje académico o socioemocional, el incremento en el porcentaje de beneficiarios de la educación preescolar y educación secundaria, además de que el 92% de los programas que reciben apoyo del fondo del La Educación no Puede Esperar generan una mejora en la paridad de género. @mundiario

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