Pérdida económica, desigualdad y retraso en el aprendizaje: las crisis educativas vigentes a nivel mundial

Educación en América Latina. / Unicef
Educación en América Latina. / Unicef

Dos agencias de la ONU y el Banco Mundial presentaron un estudio en conjunto en el que destacan cómo la pandemia exacerbó la crisis educativa a nivel mundial.

Pérdida económica, desigualdad y retraso en el aprendizaje: las crisis educativas vigentes a nivel mundial

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se compone por 17 objetivos, siendo uno de ellos el garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos, sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Banco Mundial y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), publicaron un estudio en conjunto donde indican que en los países más vulnerables, el 70% de los niños de diez años no pueden comprender un texto simple, una cifra que se incrementó a raíz de la pandemia de la Covid-19.

De hecho, Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, manifestó este jueves en el evento preparatorio para la Cumbre de Transformación de la Educación convocada por António Guterres, que “la pandemia ha exacerbado la crisis educativa mundial. Sin nuevas medidas para apoyarlos, estos niños y jóvenes enfrentarán dificultades significativas para continuar su educación e ingresar al mundo laboral. Entonces enfrentaremos una gran crisis social”.

Ante esta situación, la representante del organismo de la ONU llamó a la movilización o de lo contrario, no se logrará el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4: Educación de Calidad.

Pérdida económica

Asimismo, la UNESCO, el Banco Mundial y UNICEF coincidieron en que un retraso en el aprendizaje significa una pérdida acumulada de riqueza para la generación estudiantil de al menos 21 billones de dólares.

Incluso, destacaron una falta de recursos del 13,5% en el 40% en los países de ingresos bajos y medios. Presupuestos que aún no han vuelto a los niveles pre-pandemia.

Por su parte, Stefania Giannini, subdirectora general de Educación de la UNESCO, recalcó que al disminuir el financiamiento público, “las familias tienen que aumentar su aporte económico. Y cuanto más recae sobre las familias la carga económica de la educación, mayor es el riesgo de que aumente la desigualdad”. Por consiguiente, el organismo considera urgente asignar fondos a la causa.

Sin embargo, aún queda un atisbo de esperanza, pues según el organismo de la ONU, los gobiernos presentes en la reunión “mostraron determinación para actuar y colaborar en nuevas iniciativas”. Además, se estudiaron posibles medidas paliativas que serán debatidas el próximo 19 de septiembre en Nueva York, durante la Cumbre para la Transformación de la Educación. @mundiario

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