Según la ONU, América Latina se enfrenta a la inseguridad alimentaria

Hambre en América Latina. / FAO
Hambre en América Latina. / FAO

El director de la agencia de la ONU especializada en alimentación y agricultura propone cuatro líneas de acción para transformar los sistemas agroalimentarios.

Según la ONU, América Latina se enfrenta a la inseguridad alimentaria

QU Dongyu, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), manifestó este miércoles en un evento organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina que, esta región es una potencia agrícola, sin embargo, ha sufrido un fuerte aumento del hambre en los últimos años, lo que evidencia la necesidad de transformar sus sistemas agroalimentarios para que sean más eficientes, más inclusivos, resilientes y sostenibles.

El funcionario de la ONU ve como una paradoja el aumento del hambre, la pobreza y la malnutrición en América Latina, pues es “una región que contribuye de forma significativa al suministro de alimentos del mundo y que produce suficientes alimentos como para alimentar a toda su población”.

El conflicto de Ucrania ha acrecentado el impacto de la pandemia, lo que ha añadido más desafíos a una región en la que las economías se redujeron dos veces más que el promedio mundial y donde la pobreza aumentó su nivel más alto desde 2006, según datos de la agencia de la ONU.

Asimismo, Dongyu explicó que la capacidad de la región como exportadora neta de alimentos está en serio peligro debido al aumento del costo de los fertilizantes, lo que puede afectar la producción y por consiguiente, desencadenaría una crisis de disponibilidad y asequibilidad de los alimentos.

Acciones necesarias

Ante esta situación, el director general de la FAO aseguró que el organismo está comprometido a trabajar con los miembros de la región y fuera de ella para lograr lo que catalogó como “un desarrollo inclusivo y sostenible a largo plazo”. Además, señaló cuatro áreas que necesitan una acción acelerada.

Las acciones varían entre: proporcionar apoyo inmediato a las personas vulnerables a través de los sistemas de protección social, impulsar la producción agrícola garantizando que los agricultores familiares tengan un acceso asequible a semillas, fertilizantes y demás capital de trabajo. También se debe facilitar el comercio de productos e insumos agrícolas para evitar más interrupciones en la producción de alimentos y por último, invertir en una agricultura resistente al clima para afrontar y revertir los efectos de la crisis climática. @mundiario

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