Descubren un nuevo tipo de estallido espacial: las micronovas

Representación artística de un sistema de dos estrellas, donde la enana blanca roba material de su compañera. / ESO
Representación artística de un sistema de dos estrellas, donde la enana blanca roba material de su compañera. / ESO

Los astrónomos han registrado por primera vez explosiones localizadas en un punto concreto de las estrellas, capaces de destruir 3.500 millones de pirámides de Giza.

Descubren un nuevo tipo de estallido espacial: las micronovas

Un equipo de astrónomos ha descubierto un nuevo tipo de estallido espacial, conocido como micronova, siendo una clase de explosión más pequeña que las convencionales, pero que aun así puede arder con una asombrosa intensidad que dura por varias horas en lugares específicos de una estrella.

Se trata de eventos extremadamente potentes para su tamaño y duración, para los estándares de las escalas astronómicas, pues siguen siendo menos intensas que las novas, mucho menos que las supernovas, que son otras explosiones estelares que los astrónomos han estudiado desde hace ya más de un siglo.

Sin embargo, tanto las novas convencionales como las micronovas, ocurren particularmente en las enanas blancas, una clase de estrella muerta con la densidad de nuestro Sol, pero con la forma y tamaño de la Tierra. La diferencia entre ambas radica en que, mientras las novas envuelven toda la estrella, las micronovas se hallan en determinadas partes de la enana blanca.

“(Es) un fenómeno que desafía nuestra comprensión de cómo ocurren las explosiones termonucleares en las estrellas; creíamos que lo sabíamos, pero este descubrimiento propone una forma totalmente nueva”, asegura Simone Scaringi, investigador de la Universidad de Durham en Reino Unido.

¿Cómo se producen las micronovas?

Las estrellas enanas blancas que se encuentran en un sistema de dos cuerpos celestes, tienden a robar hidrógeno y otros elementos de la superficie de su compañera, especialmente si ambas están lo suficientemente cerca la una de la otra. Cuando el hidrógeno se desprende de su estrella, se mezcla con el helio de las enanas blancas. Estos átomos se activan de manera explosiva, creando un estallido termonuclear que cubre la superficie estelar.

Pero, en las micronovas, la explosión es focalizada, únicamente visible en un punto determinado de la estrella. No obstante, de ‘micro’ sólo tienen el nombre y su tamaño, porque con su potencia pueden destruir unos 20.000.000 billones de kilogramos, equivalente a unos 3.500 millones de pirámides de Giza.

“Por primera vez, ahora hemos visto que la fusión de hidrógeno también puede ocurrir de manera localizada. El combustible de hidrógeno puede estar contenido en la base de los polos magnéticos de algunas enanas blancas, por lo que la fusión solo ocurre en estos polos magnéticos”, dice el coautor Paul Groot, astrónomo de la Universidad de Radboud, Países Bajos.

Descubrimiento con instrumentos

Los investigadores han encontrado estos hallazgos gracias a la ayuda de instrumentos especializados. Entre ellos figura el TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite, satélite para sondeo de exoplanetas en tránsito) de la NASA. Sus datos arrojaron imágenes de cuerpos estelares que estallaban, de manera focalizada, pero por un periodo de tiempo breve. Los destellos de luz brillaban por unas pocas horas, por lo que los científicos iniciaron la búsqueda de más ejemplares.

Así, el equipo observó hasta tres micronovas con el TESS, que ocurrieron en dos enanas blancas conocidas y estudiadas, pero a la tercera se le sometió a un examen más riguroso, debido a que se descubrió además la estrella en la que sucedió la explosión. Para ello se requirió del X-shooter, un instrumento instalado en el el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO), el cual determinó que en realidad se trataba de otra enana blanca.

“Con la ayuda del VLT descubrimos que todos estos destellos ópticos fueron producidos por enanas blancas”, dice Degenaar. “Esta observación fue crucial para interpretar nuestro resultado y para el descubrimiento de micronovas”, agrega Scaringi. @mundiario

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