La interrupción de la educación durante la pandemia provocó serias consecuencias

El cierre de las escuelas durante la pandemia de la Covid-19 incrementó un problema ya existente; una crisis educativa en la que millones de niños carecen de competencias básicas de aritmética y alfabetización, según manifestó este viernes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Las consecuencias de las medidas tomadas durante la pandemia se evidencian en los bajos niveles de aprendizaje de los menores de todo el mundo, pues solo una tercera parte de los niños de diez años pueden leer y comprender una historia escrita sencilla. Antes de la pandemia, la mitad de los niños podían hacerlo.

Además, el Banco Mundial estima que en los países en desarrollo, la cifra de niños menores de diez años que no saben leer ni escribir aumentó del 53% al 75%.

Y es que con la declaración de la pandemia, más del 90% de los niños del mundo vieron interrumpidos sus aprendizajes. Sin embargo, existe el riesgo latente de que esta suspensión pueda volverse permanente para muchos estudiantes, sobre todo para niñas y chicas jóvenes, lo que implica la pérdida de diez billones de dólares en ingresos durante su vida laboral y el incumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, ‘garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante la vida toda la vida para todos’. Ahora bien, en el caso de los menores que continuaran con sus estudios, la exclusión y los métodos de aprendizaje obsoletos los dejarán mal preparados ante un mundo cambiante.

Cumbre sobre la Transformación de la Educación

Ante esta situación, el Secretario General de la ONU, António Guterres, convocó a la Cumbre sobre la Transformación de la Educación, una reunión cuyo objetivo es el de movilizar la acción y la voluntad de los líderes mundiales y recuperar el terreno perdido en la enseñanza.

A propósito, UNICEF instó a los gobiernos a comprometerse a brindar a todos los niños y niñas una educación de calidad por medio de nuevas acciones e inversiones para inscribir y retener a todos los pequeños en la escuela, aumentar el acceso a la recuperación y puesta al día tras los retrocesos debidos a la pandemia, apoyar a los maestros con herramientas y materiales didácticos, y garantizar que las escuelas sean seguras y propicias para el aprendizaje.

Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) señaló que la crisis alimentaria mundial habría dejado a 23 millones de menores de 18 en una situación de inseguridad alimentaria agua desde principios de 2022, lo que eleva la cifra a 153 millones de niños con hambre. Además, la agencia de la ONU sostiene que existe un vínculo entre este flagelo y la pérdida de oportunidades de aprendizaje, por lo que exhortó a la comunidad internacional a implementar un plan de acción para restaurar las iniciativas de alimentación escolar interrumpidas por la pandemia e incluso, ampliar su alcance. @mundiario