La actividad humana ha degradado más de un tercio de la selva amazónica

Incendios en la Amazonia. / Captura de pantalla
Incendios en la Amazonia. / Captura de pantalla

Los incendios, la sequía y demás efectos relacionados con las actividades humanas han acelerado el deterioro de este bosque tropical clave para la biodiversidad y el clima del planeta.

La actividad humana ha degradado más de un tercio de la selva amazónica

La selva amazónica, uno de los grandes pulmones de la Tierra, está en peligro. De acuerdo a un estudio publicado en la revista Science, más de un tercio de este bosque tropical está degradado por sequías, incendios y otros efectos relacionados con las actividades humanas.

El trabajo fue realizado por un equipo de 35 científicos de la Universidad de Lancaster, en el Reino Unido, y de diferentes instituciones brasileñas, como la Universidad Estatal de Campinas, el Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonia (IPAM) y el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE). Según el análisis, hasta el 38% de la Amazonía “puede estar degradada de alguna manera”.

Esta degradación ocurre por el efecto frontera con las áreas ya deforestadas, las talas selectivas, los incendios o las sequías extremas, lo que según los investigadores, se está intensificando por el cambio climático provocado por la especie humana. De hecho, los científicos han explicado que estas perturbaciones en la Amazonia sin deforestar generan unas emisiones de carbono de entre 0,05 y 0,20 Pg (pentagramos) de carbono al año (un pentagramo equivale a una gigatonelada, es decir, a mil millones de toneladas), una cantidad comparable a la que causa la deforestación de forma anual.

Ahora bien, esto no significa que “no se deba poner el foco en la deforestación, especialmente después de que haya vuelto a aumentar en el último año, pero nuestra revisión muestra que hay otros procesos importantes en curso que en su mayoría se han pasado por alto hasta ahora”, señaló David M. Lapola, investigador del Laboratorio de Ciencias del Sistema Terrestre de la Universidad Estatal de Campinas y autor principal del trabajo.

Es más fácil penetrar en la selva

El estudio está basado en imágenes satelitales que muestran los cambios en la región amazónica entre los años 2001 y 2018, los cuales provocan que los incendios sean más probables o que resulte más fácil penetrar en la selva para llevar a cabo las talas.

Ante esta situación, los autores de la investigación proponen crear un sistema de vigilancia de la degradación forestal, así como prevenir y frenar la tala ilegal y controlar el uso del fuego. Para Barlow, de la Universidad de Lancaster, esto es “increíblemente urgente y resaltan la importancia de detener una mayor deforestación y abordar la degradación para hacer que la Amazonia sea lo más resistente posible al cambio climático”. @mundiario

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