Macron contra Le Pen: las claves de la segunda vuelta por la presidencia francesa

Macron y Le Pen depositando sus votos en 2017. / Twitter
Macron y Le Pen depositando sus votos en 2017. / Twitter

Los franceses acuden a las urnas para elegir al próximo presidente tras una tensa campaña electoral y unas proyecciones que vaticinan una estrecha diferencia entre ambos candidatos.

Macron contra Le Pen: las claves de la segunda vuelta por la presidencia francesa

Las elecciones por la presidencia de Francia están a la vuelta de la esquina. Este domingo será la contienda entre el presidente Emmanuel Macron, que busca ser reelegido, contra la candidata de la extrema derecha en su tercera carrera presidencial, Marine Le Pen. Se trata de la revancha de las últimas elecciones, en 2017, cuando Macron arrasó en las urnas.

Aunque sean los mismos actores, no es el mismo escenario. Muchas cosas han cambiado en el país desde 2017, cuando Macron venció con el 64 % de los votos frente al 34 % de Le Pen.  Pero ahora el papel del candidato por el centro como presidente ha cambiado las aguas, su adversaria también ha mutado en aras de conseguir una imagen más moderada y accesible, por lo que las encuestas vaticinan un final mucho más cerrado que hace cinco años.

Macron y Le Pen, como fueron las dos opciones más votadas de la primera ronda, se ganaron su derecho de participar en la segunda vuelta, para definir finalmente, entre nada más dos candidatos, al próximo líder de uno de los Estados más influyentes y poderosos del globo.

¿Cómo funciona la segunda vuelta?

En Francia, elegir a un nuevo presidente viene en partida doble. Los ciudadanos acuden a las urnas en dos ocasiones. La primera es con varios candidatos, de las más diversas alas del espectro político, de los cuales sólo dos podrán disputarse realmente la carrera por el Elíseo, dado que las dos boletas más votadas se ganan su cupo en la segunda vuelta.

En la primera vuelta, del pasado 10 de abril, se presentaron 12 candidatos que lograron conseguir el respaldo de 500 funcionarios públicos locales, entre alcaldes y concejales, para concurrir en la contienda. En teoría, si un candidato saca más del 50 % de los votos en primera ronda, se proclama vencedor de todas las elecciones y es nombrado presidente. Pero este escenario no ha ocurrido desde que se instauró la Quinta República francesa.

Los expertos en política francesa suelen sugerir que, en las elecciones presidenciales de Francia, los ciudadanos votan “con el corazón” en la primera vuelta y “con la cabeza” en la segunda. “Se suele decir que en primera vuelta se vota a quien quieres y en la segunda se vota contra quien no quieres”, explicó Ángel Sánchez Navarro, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid, en consulta a RTVE.

¿Quién puede ganar?

Tanto Macron como Le Pen se desmarcaron del resto de los candidatos en primera vuelta, manteniendo una mayoría amplia sobre los 20 puntos porcentuales, que no fue superada por ningún otro aspirante. Los sondeos que realizó el instituto de opinión Ifop, publicados el mismo día de la primera vuelta, auguraban una cerrada victoria de Macron en torno al 51 % contra el 49 % que sacaría Le Pen.

Tras haberse dado el único debate televisado de la contienda este miércoles, donde Macron no pudo escapar de los señalamientos de “sabelotodo” y donde Le Pen participó más calmada y moderada que de costumbre, los sondeos siguen proyectando una victoria de Macron por un margen corto, que hace pensar que Francia se alinea cada vez más con la extrema derecha.

El sondeo hecho por BVA para RTL y Orange, demuestra que Macron mantiene su posición de favorito, ensanchando su ventaja frente a Le Pen en los últimos días. Macron sería reelegido con el 55,5 % de los votos, por lo que Marine Le Pen se quedaría corta con el 44,5 %. Si la tendencia se mantiene, el presidente podría resultar victorioso el domingo.

Pero aún hay unos 7.7 millones de votos flotando entre el electorado. La tercera fuerza más votada en la primera vuelta, la del candidato de la extrema izquierda Jean-Luc Melénchon, se ve en una encrucijada al no tener un candidato adyacente a sus ideales por el cual votar. Los expertos advierten de que el papel que desempeñe este nicho de la población es realmente importante, pues podría reconducir las proyecciones.

El fin de los partidos tradicionales

Cuando Macron ascendió al poder, un novato en la política que concurría por primera vez a unas elecciones, su candidata era de la extrema derecha. Los partidos tradicionales de centroderecha y de centroizquierda seguían siendo en ese momento los que llamaban más en las elecciones. Pero el Partido Socialista y Los Republicanos llevan dos legislaturas sin protagonizar unas elecciones.

En 2017, el centro que representa Macron con su partido La República en Marcha, y la extrema derecha focalizada en la Agrupación Nacional (AN) de Le Pen, reemplazaron el eje central de la política francesa, y en 2022 su reaparición podría confirmar el desplazamiento de los partidos tradicionales. Cuando Melénchon de Francia Insumisa y otro candidato de la extrema derecha, Eric Zemmour, quedaron en tercera y cuarta posición en la primera vuelta, ello indicó que los partidos tradicionales se hunden.

La conservadora tradicional Valérie Pécresse quedó eclipsada por una Le Pen más accesible y menos radical, y atrapada por un Zemmour que hizo parecer al AN como más moderada. Pécresse no obtuvo más del 5 % de los votos. Por su parte, Anne Hidalgo, del Partido Socialista, no pasó del 2 %.

Le Pen se ha esforzado por limar las aristas más polémicas de su partido, como abandonar la idea de retirar a Francia de la Unión Europea, o enfocar su campaña en el poder adquisitivo. Ello ha dado pie a que los franceses dejen de ver al partido AN como radical, incluso racista al no tocar el tema de la inmigración y la libertad de culto de los musulmanes con la intensidad de 2017. @mundiario

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