Claves de las elecciones en Francia 2022: entre Macron y Le Pen

Presidente de Francia Emmanuel Macron y su rival  Marine Le Pen. / RR.SS.
Presidente de Francia Emmanuel Macron y su rival Marine Le Pen. / RR.SS.

Los sondeos apuntan a que la presidencia se estaría jugando entre el centro y la extrema derecha, eclipsando a la derecha moderada y hundiendo a las izquierdas.  

Claves de las elecciones en Francia 2022: entre Macron y Le Pen

Con las elecciones presidenciales de Francia a la vuelta de la esquina, el electorado pasa por una jornada de reflexión este sábado, que marca el último día antes de conocer a los candidatos que, seguramente, se disputen la presidencia de una de las naciones más poderosas, influyentes e importantes del globo.

No es para menos, Francia junto a Alemania son los pilares económicos de la Unión Europea (UE), sus principales potencias industriales que también son miembros del Grupo de los Siete (G7) y de los Estados más poblados. De hecho, de toda la UE, es la única potencia nuclear con 56 reactores y una silla en el Consejo de Seguridad Permanente de las Naciones Unidas.

El jefe de Estado francés tiene la palabra final en las Relaciones Exteriores y de Defensa del país, no el Gobierno, y al mismo tiempo ejerce un poder que, en definitiva, trasciende fronteras. No en vano, junto a Berlín, París ha sido uno de los impulsores originales de la UE, y su postura repercute directamente en cómo se relaciona y actúa el club comunitario.

Este domingo se celebra la primera vuelta de las elecciones, entre 12 candidatos de las más diversas posturas ideológicas que, muy a pesar de la variedad, presenta una debilitación evidente en las izquierdas y un robustecimiento importante en la extrema derecha. El actual presidente, el centrista Emmanuel Macron, tiene las de ganar según los sondeos, al menos en la primera ronda, pero muy de cerca le sigue la candidata ultra, Marine Le Pen.

¿Cómo funciona el sistema?

El presidente de la República es elegido por mayoría absoluta a través del sufragio universal, que es dividido en dos vueltas. Si alguno de los candidatos resulta alzarse con más del 50 % de los votos, algo insólito que no ha ocurrido desde que se ha instaurado la Quinta República, es elegido ganador sin necesidad de efectuarse una segunda vuelta.

Pero como los sondeos apuntan, no es probable que ocurra, por lo que la segunda ronda se llevaría a cabo el 24 de abril con los dos competidores más votados en la primera. Estos dos candidatos definitivos son los que al final disputarán realmente su entrada al Elíseo, cuando más de 50 millones de franceses están convocados a las urnas.

Macron y Le Pen depositando sus votos en 2017. / Twitter
Macron y Le Pen depositando sus votos en 2017. / Twitter

“Se suele decir que en primera vuelta se vota a quien quieres y en la segunda se vota contra quien no quieres”, explicó Ángel Sánchez Navarro, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid, en consulta a RTVE. “El sistema busca que el que tenga más votos gane”, explica Sánchez.

¿Qué candidatos pueden ganar?

Los sondeos más recientes alarman de una segunda vuelta entre el actual presidente Macron y la representante de la ultradercha Le Pen. Macron, quien ascendió su popularidad a raíz de su rol como líder europeo en medio de la guerra en Ucrania, parte como favorito. En algún momento rozó el 30 % de la intención del voto, pero hasta esta semana antes del cierre de la campaña sus proyecciones habían mermado, en torno al 26-27 %, según los datos recogidos por la prensa francesa.

Macron sigue siendo favorito, pero su principal rival, Marine Le Pen, sube en las encuestas, le pisa los talones y pone nervioso al partido de centro La República en Marcha, tras alcanzar el 23 % en las proyecciones. Le Pen ha limado las aristas más polémicas de su partido, Agrupación Nacional, pudiendo lucir más moderada que el otro ultra en la derecha con mayores números, Éric Zemmour, y eclipsando en el proceso a la derecha tradicional de Valérie Pécresse.

La izquierda parece hundirse, con la única esperanza puesta en Jean-Luc Mélenchon, del partido de la extrema izquierda Francia Insumisa, que ha podido ascender hasta el 17 %, siendo el único de esa ala del espectro que alcanza los dos dígitos en los sondeos.

Sin embargo, la rivalidad entre Macron y Le Pen, que acapara la opinión pública, parece indicar que el escenario está planteado para que se repitan las elecciones presidenciales de 2017, cuando Macron alcanzó la presidencia, doblando los votos (66,10 % frente a 33,90 %) de Le Pen. Sin embargo, nada está escrito, por lo que la tercera carrera electoral de la candidata de la extrema derecha podría terminar con su entrada al Elíseo.

El abstencionismo, el gran dilema

Los últimos sondeos auguran que la abstención podría superar a la cifra del 30 %, e incluso dispararse hasta el 40 % entre los menores de 35 años. Estas cifras tienen su origen en junio de 2021, tras las elecciones regionales, cuando la abstención entre los jóvenes votantes alcanzó la alarmante cifra de un 87 %.

Claro, las elecciones presidenciales llaman más a las urnas que las regionales, el principal evento electoral en el país. Pero la abstención en estos comicios podría superar el récord de las elecciones de 2002, año en el que se elevó al 27,7%. Esa vez marcó un precedente en la política francesa, cuando se auguraba que el presidente conservador Jacques Chirac y el favorito de esos comicios, el socialista Lionel Jospin, pasaran a segunda vuelta.

La abstención permitió que Jean-Marie Le Pen, padre de Marine Le Pen, entrara en segunda posición a la ronda final. La aparición de Le Pen en las boletas de la segunda ronda alarmó a los franceses, lo que propició que los votantes de la izquierda, el centro y la derecha moderada se volcaran sobre Chirac para evitar que Le Pen llegara al poder. El resultado: Chirac arrasó con el 82,21 %, mientras que el candidato ultra se quedó con el 17,79 % de los votos totales.  

El último sondeo publicado por Ipsos establece que sólo el 67 % de los franceses está seguro de ir a votar este domingo, y que un 11 % está “casi seguro” de hacerlo. A esto habría que sumarle el papel que puedan jugar los indecisos, otro nicho que acostumbra a formar parte decisiva de las elecciones. Según la consulta de Ifop, el 23,1 % de los franceses que han manifestado su intención de voto en las últimas semanas para la primera vuelta, aseguran que aún puede cambiar de opinión. @mundiario

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