El Brexit surte consecuencias que explican la crisis política y económica del Reino Unido

Vistas de Londres. / Mundiario
Vistas de Londres. / Mundiario
Rishi Sunak, el ministro de Economía en el Gobierno de Boris Johnson, llega a primer ministro con la vitola de ser un defensor a ultranza del Brexit y un riguroso guardián de la ortodoxia fiscal.
El Brexit surte consecuencias que explican la crisis política y económica del Reino Unido

El Reino Unido está en crisis, una grave –y doble– crisis económica y política que se ha llevado por delante nada menos que a cuatro primeros ministros: David Cameron, Theresa May, Boris Johnson y Liz Truss. Son evidentes las divisiones del partido al que pertenecen todos ellos y entre los votantes conservadores. ¿Tendrá algo que ver en todo esto el controvertido Brexit, hecho realidad el 31 de enero de 2020? Ese día, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte dejó de ser estado miembro de la Unión Europea y pasó a tener la consideración de tercer estado, tras la ratificación del Acuerdo sobre la Retirada del Reino Unido de la Unión Europea y de la Comunidad Europea de la Energía Atómica.

"La inflación, junto con un crecimiento en caída y el escaso margen de maniobra del Banco de Inglaterra para reconducir la situación, han colocado a la quinta potencia del mundo en una posición tensa", deduce Cristina J. Orgaz en la web de la BBC. "Gran Bretaña ha conseguido añadir un nuevo capítulo a la historia de las crisis financieras autogeneradas, a la historia de los cambios de gobierno y de las políticas económicas obligadas por la presión de los mercados", observa el economista Ángel Ubide, autor del libro La Paradoja del Riesgo.

La City de Londres ha aportado durante años la base financiera del Reino Unido, donde su eficacia burocrática y diplomática, con la ventaja de una lengua universal como el inglés, redondeaban un modelo de cierto éxito. Pero los mercados financieros suelen reaccionar al compás de las crisis políticas y ahora la libra se desploma y la inflación sigue disparada por encima del 10%, mientras las empresas se resienten y la mano de obra cualificada escasea. Casualidad o no, todo esto coincide con el Brexit.

"El Brexit y las dinámicas políticas nacidas al calor del referéndum han agravado algunas de las fracturas que desgarran al país y al Partido Conservador, en el poder desde hace 12 años", explica la periodista Ana Carvajosa en el diario El País.

Fragilidad económica

La economía de las islas atraviesa ahora momentos muy difíciles y las encuestas muestran que la intención de voto se ha desplomado para los conservadores, que cosechan mínimos históricos. Bastó el anuncio de las rebajas de impuestos, que no solo aumentaron el desequilibrio fiscal, sino que además fomentaron la sensación de despreocupación por la sostenibilidad macroeconómica, para que todo se desbaratara en el Reino Unido. 

“El Brexit es una de las causas de esta crisis, pero también lo son las tensiones dentro del Partido Conservador, que a su vez propiciaron el Brexit", añade en el mismo medio Robert Ford, profesor de ciencia política de la Universidad de Mánchester.

Un defensor del Brexit, primer ministro

El próximo inquilino de Downing Street –Rishi Sunak es ya el favorito para ser nuevo primer ministro del Reino Unido– se verá obligado a tomar decisiones difíciles que seguirán alimentando una inestabilidad política que parece no tener fin.

Rishi Sunak, que fue ministro de Economía en el Gobierno de Boris Johnson, llega a primer ministro con la vitola de ser un defensor a ultranza del Brexit y un riguroso guardián de la ortodoxia fiscal. "El auge del nacionalismo, la polarización, la xenofobia, la irracionalidad mezclada con tecnología, el libertarismo y la desnutrición completa del Estado explican los acontecimientos en Gran Bretaña", señala Pablo Pombo en El Confidencial.

“En 2019 los tories cosecharon el apoyo de votantes y políticos a los que los unía el Brexit, pero que estaban divididos en todo lo demás. Cuando esa frágil alianza tiene que enfrentarse a una gran crisis económica afloran las divisiones, también entre los parlamentarios”, opina Anand Menon, catedrático de política europea del Kings College.

Si no hay adelanto, las próximas elecciones están previstas en el Reino Unido para 2025. La reciente dimisión de Liz Truss aviva una inusitada crisis de identidad política en el país, en medio de la crisis por la guerra en Ucrania y sin terminar de hacer la digestión del Brexit y de la crisis derivada de la pandemia. Los conservadores buscan a la carrera un nuevo líder –el tercer primer ministro en dos meses–, mientras que desde la oposición laborista se reclama la convocatoria de elecciones.

"Desde hace 12 años vemos cómo ha habido una facción dentro de los conservadores dispuestos a rebelarse contra el partido para imponer su agenda euroescéptica”, constata Robert Ford. "Esto no es Estados Unidos y el electorado británico quiere servicios públicos y quiere redistribución de la riqueza”, observa también este profesor de ciencia política.

Ciudad de Londres. / Mundiario
Ciudad de Londres. / Mundiario

Crisis de identidad, política y vital

Es la erosión gradual de las normas democráticas lo que lleva a los colapsos democráticos, resumen Daniel Ziblatt y Steven Levitsky en el libro Como mueren las democracias (Ariel).

"Los ingleses de hoy viven también una crisis de identidad, política y vital, provocada por la inmediatez de la pandemia y la guerra en Ucrania, por el sustrato del Brexit y por la alarma del fallido plan económico de la dimisionaria primera ministra Liz Truss", concluye Concha Rodríguez en Público.

Mark Carney, que fue gobernador del Banco de Inglaterra, dijo en su día que la economía británica dependía de "la generosidad de los extraños" para financiar su endémico déficit por cuenta corriente. Pero alguien parece haberse olvidado de este detalle en Londres, al ignorar el peso sus vecinos europeos.

"La pérdida de credibilidad de la gestión economía británica perdurará en el tiempo, en detrimento del crecimiento económico y el bienestar de sus ciudadanos", pronostica el economista Ángel Ubide. ¿Cabe un nuevo tratado más contemporizador con la Unión Europea? ¿Habrá vuelta atrás? @mundiario

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