El magnetismo del FC Barcelona ha sido muy mal utilizado

Guste o no el FC Barcelona es uno de los grandes clubes de la historia. Sus méritos deportivos y sociales le han llevado a ser una institución respetada y admirada, especialmente en los últimos veinte años, cuando Messi, Xavi, Iniesta y Guardiola hicieron un equipo coral temido en todo el mundo. 

Lamentablemente para sus socios y seguidores, no están viviendo su mejor momento y eso le está pasando factura en todos los ámbitos, incluyendo en la captación de talento. Salvo la excepción de Pedri, parece que algo falla con el poder del club para atraer a grandes cracks del fútbol en su mejores momentos. 

Nadie discute que Robert Lewandowski es un crack inmenso, uno de los pocos goleadores que pueden resistir la comparación con Lionel Messi y Cristiano Ronaldo desde 2012, pero hay que ser francos, el polaco viene en la recta final de su espectacular carrera, y el delantero que se verá en LaLiga no es precisamente el mejor Lewan que se recuerda. 

Lo mismo pasa con Ángel Di María. El argentino vivió sus mejores años con el Real Madrid y el PSG. Ahora con 34 primaveras sobre sus hombros suena como refuerzo. El zurdo no estaba originalmente en los planes de Xavi Hernández, para reforzar el centro del campo y el ataque, pero últimamente su nombre ha estado asociado porque su atractivo principal es que llega con la carta de libertad.

Un viejo conocido del Camp Nou

La prensa catalana habla de que el "Barça sigue despertando magnetismo en los futbolistas a pesar de que en los últimos años no ha sido buenos(...) el chileno (Alexis Sánchez) ya sondeó su regreso al Camp Nou en enero, aunque no se dieron las condiciones." ¿Sacar pecho por Alexis? Un jugador que no ha levantado cabeza desde la temporada 2016-2017 cuando tenía 28 años, y que ahora con casi 34 años está cada día más cerca del ocaso de su gran trayectoria.

No se trata de menospreciar el valor de Alexis Sánchez, cuyo prime en la Serie A cuando jugaba en el Udinese y en la Premiere League cuando estaba en el Arsenal, fue sencillamente espectacular, impresionante o el adjetivo que deseen utilizar, pero ahora está muy lejos de  aquel futbolista que anotaba goles espectaculares, hacía regates imposibles y tenía diabólicos cambios de ritmo e imprimía  velocidad a sus acciones, con el balón amarrado al pie. 

Hoy más que nunca el FC Barcelona necesita poner los pies sobre la tierra. Tienen que apretar los dientes, jugar tan bien como lo exige su ADN, clasificarse a la Champions League, pasar la fase de grupos y ver si salta la sorpresa. En caso que no ocurra nada, deben seguir confiando en sus talentosos chicos, tanto los de La Masia como los jugadores que son comprados dentro y fuera de España. 

 Xavi quiere competir y ganar saltándose la tan mencionada paciencia catalana, fichando a viejas glorias que ofrecen pan para hoy y hambre para mañana,  porque si Joan Laporta accede a todos los deseos de su técnico, tendrá que vender al club en pedazos, porque hay tener presente un detalle: no hay dinero en las oficinas blaugranas . @mundiario