¿Es posible cultivar té bajo en carbono?

Cosecha de té en Fuzhou, China / FAO
Cosecha de té en Fuzhou, China / FAO
Un nuevo proyecto piloto de té bajo carbono se creará en Kenya e implementará la promoción de políticas favorables y el avance en el intercambio de conocimientos.
¿Es posible cultivar té bajo en carbono?

Cada 21 de mayo es el Día Internacional del Té, la bebida más consumida del mundo, siendo superada solo por el agua, además representa el medio de subsistencia de millones de familias de los países en desarrollo e incluso, tiene un significado cultural en China.

Ante esto, Yinlong Xu, profesor de la Academia China de Ciencias Agrícolas, manifestó que el té es el producto ideal con el que se intenta “promover la idea de que las personas pueden aportar su propia contribución individual a la contención del cambio climático”, haciendo alusión al proyecto en el que se espera producir té bajo o neutro de carbono. Esta prueba piloto se inició en 2017 por la CAAS y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Asimismo, este proyecto piloto se implementó en Dabu, al sur de China, y en Longquan y Songyang, ambos al este del país, con el objetivo de calcular las emisiones de gases de efecto invernadero generados por la producción de té y evaluar el potencial de mitigación y de fijación de carbono, por lo que se implementaron una serie de medidas como utilizar paja y estiércol en el cultivo del té, mejorar el uso de fertilizantes, plantar árboles que proporcionaran más sombras y utilizar más energía renovable.

Té libre de carbono para el mundo

Además de la FAO y la Academia China de Ciencias Agrícolas (CAAS), se suma la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional, para implementar el mismo experimento en Kenya, el mayor país exportador de té del mundo, mismo que serviría como punto de referencia para promover la industria del té bajo en carbono.

Por su parte, Dorota Buzon, especialista en productos neutros en carbono y acción climática de la FAO, cree crucial este proyecto “porque en este momento los únicos tés que se proclaman como bajos en carbono son iniciativas de empresas, no de países”. Asimismo, al no necesitar de rotación en los cultivos, el té se convierte en el producto idóneo para avanzar hacia la producción baja de este elemento químico.

De igual forma, el cultivo del té es vulnerable al cambio climático, por lo que el proyecto piloto se dedicó a buscar soluciones basadas en la mejora del riego y a crear sistemas de alerta temprana en caso de condiciones meteorológicas extremas. Por consiguiente, los cultivadores verán la transformación de los sistemas agroalimentarios, incluso mejorará los medios de vida de millones de personas que dependen de esta bebida proveniente de una planta. @mundiario

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