¿El calentamiento global podría afectar la producción del vino de Jerez?

Copa de vino. / Mundiario
Copa de vino. / Mundiario

Un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid sostiene que es necesario desarrollar un plan de adaptación y resiliencia para mantener la producción y características organolépticas de los vinos de Jerez.

¿El calentamiento global podría afectar la producción del vino de Jerez?

La Universidad Politécnica de Madrid ha desarrollado un estudio alarmante para la industria vinícola. Y es que, los microorganismos responsables de la crianza biológica del vino de Jerez serán prácticamente imposibles a mitad de siglo debido al aumento de las temperaturas a consecuencia del cambio climático. Según el trabajo, las bodegas jerezanas deberán desarrollar proyectos de adaptación al calentamiento global.

El grupo de investigadores de la universidad capitalina monitorizó el comportamiento térmico de una bodega durante años para, posteriormente, desarrollar y validar un modelo informático de simulación energética de ese edificio. Tras esto, realizaron simulaciones sobre las condiciones climáticas propuestos por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC).

Fernando Ruiz, profesor de la UPM y uno de los autores del estudio, manifestó que a mediados de siglo la temperatura media exterior en la zona de Jerez aumentará en 2,3°C, un incremento que será aún más acusado durante el verano, cuando se proyectan incrementos de hasta 4°C.

Este aumento de temperaturas también se sentirá en el interior de la zona de envejecimientos, superando incluso “los límites del confort térmico para la actividad de los microorganismos”, lo que “pone en peligro el proceso de producción en su modelo actual”, añade.

El proceso de producción está en peligro

El ‘velo de flor’ es un film biológico compuesto por una mezcla de microorganismos que forman una película en la superficie, la cual lo protege de la acción oxidativa del aire. De esta manera, la evolución o envejecimiento del vino no se produce de forma oxidativa sino biológica. Ahora bien, para esta crianza se requieren condiciones ambientales muy sensibles y limitantes, con abundante presencia de oxígeno. De ahí la razón por la que el proceso se realiza tradicionalmente en unos edificios singulares, conocidos como ‘Bodegas Catedral’.

Y es que, la manera en la que están construidas proporcionan las condiciones ecológicas específicas para la crianza biológica del vino sin necesidad de ningún sistema mecánico de climatización.

Por ello, este producto, que es el resultado de las condiciones climáticas del entorno, se puede ver afectado por el calentamiento global. Este hecho podría poner en riesgo la continuidad de uno de los destinos enoturísticos más importantes del mundo. @mundiario

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