Antony Blinken: “El desafío más serio para el orden internacional es el que plantea China”

El presidente de EE UU, Joe Biden, en una videoconferencia con el líder chino, Xi Jinping. / Casa Blanca
El presidente de EE UU, Joe Biden, en una videoconferencia con el líder chino, Xi Jinping, en noviembre de 2021. / Casa Blanca

El secretario de Estado estadounidense define la relación entre Washington y Pekín como una de las “más complejas del mundo actual”. Para Biden, China es la “mayor prueba geopolítica del siglo XXI”. 

Antony Blinken: “El desafío más serio para el orden internacional es el que plantea China”

La guerra de Ucrania ha ocupado el centro de la política exterior de Estados Unidos durante los últimos tres meses, pero la Administración de Joe Biden tiene claro que Rusia no representa la mayor amenaza para la estabilidad internacional: el gran desafío es China. El secretario de Estado, Antony Blinken, lo ha confirmado este jueves al desgranar los puntos clave de la estrategia que marcará durante la próxima década la relación entre Washington y Pekín, a su juicio, una de las ‘más complejas del mundo actual’.

“Incluso mientras continúa la guerra del presidente [Vladímir] Putin, seguiremos enfocados en el desafío a largo plazo más serio para el orden internacional: el que plantea la República Popular China”, ha insistido el jefe de la diplomacia estadounidense en un discurso en la universidad George Washington. “No estamos buscando un conflicto o una nueva Guerra Fría. Por el contrario, estamos decididos a evitar ambos escenarios”, ha recalcado. 

Amenaza china

Blinken ha asegurado que EE UU pretende “mantener” y “modernizar” el orden internacional actual, para encarar “los desafíos” presentes y futuros, “muchos de los cuales trascienden a lo que el mundo podría haber imaginado hace siete décadas”. Pero la amenaza china supone un reto de cara a conseguir ese objetivo. “Es el único país que aspira a reformar el orden internacional y que cuenta, cada vez más, con el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para hacerlo. La visión de Pekín nos alejaría de los valores universales que han sustentado gran parte del progreso mundial durante los últimos 75 años”.

El jefe de la diplomacia estadounidense ha acusado a Pekín de “socavar las leyes, los acuerdos, los principios y las instituciones que permitieron su éxito, para que otros países también puedan beneficiarse de ellos”, al tiempo que ha afirmado que Washington defenderá “el derecho internacional, los acuerdos, los principios y las instituciones que mantienen la paz y la seguridad, protegen los derechos de las personas y las naciones soberanas y hacen posible que todos los países, incluidos Estados Unidos y China, coexistan y cooperen”, ha señalado. 

Una década decisiva

Por otro lado, Antony Blinken ha explicado que Washington pretende mantener una respuesta coordinada con el gigante asiático para hacer frente a asuntos globales como la covid, cambio climático, la proliferación de armas de destrucción masiva, el tráfico de drogas y las crisis alimentarias.

“Estamos dispuestos a aumentar nuestra comunicación directa con Pekín en una amplia gama de temas. Esperamos que eso pueda suceder. Esta década será decisiva. Las acciones que tomemos en casa y con países de todo el mundo determinarán si nuestra visión compartida del futuro se hará realidad”, ha destacado el secretario de Estado. “Incluso cuando estemos compitiendo fieramente, trabajaremos junto a Pekín donde nuestros intereses se superpongan. No podemos permitir que los desacuerdos que nos dividen nos impidan avanzar en las prioridades que nos exigen trabajar juntos, por el bien de nuestra población y del mundo”.

 

ataque a Taiwán 

El discurso de Blinken llega días después de que el presidente de EE UU, Joe Biden, enfureciera a Pekín al afirmar, en una visita a Japón enmarcada en el primer viaje a Asia del mandatario, que Estados Unidos intervendría “militarmente” en caso de que China atacara a Taiwán.

Uno de los asuntos más espinosos en la relación entre ambas potencias es que China reclama su soberanía sobre la isla autogobernada y EE UU, su principal exportador de armamento, ha reafirmado durante años su compromiso de proteger a los taiwaneses si son atacados por el gigante asiático.

 

"Estamos de acuerdo con la política de Una Sola China. La firmamos y todos los acuerdos correspondientes se hicieron a partir de ahí, pero la idea de que [la isla] se puede tomar por la fuerza es simplemente no apropiada", dijo el demócrata a los periodistas en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, en Tokio. @mundiario

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