21 A Mariña: Un territorio para un turismo sostenible y de calidad

En el Cantábrico
En el Cantábrico
Que nuestros poderes públicos presten un servicio eficaz y práctico a la promoción del territorio, de las comunidades, las costumbres y tradiciones, las iniciativas culturales, y las visitas a vestigios prehistóricos, históricos y monumentales.
21 A Mariña: Un territorio para un turismo sostenible y de calidad

Por su ubicación, con sus 100 kilómetros de costa cantábrica y su amplia extensión territorial instalada mayoritariamente entre montañas, valles y ríos, y por su pertenencia a una naturaleza afectada por alguna reserva de la Biosfera y por diversas acotaciones de la Red Natura 2000. Así como por su historia larga y compleja, sus avatares y peripecias humanas, y por su rica gastronomía, A Mariña es un territorio con una clara vocación para fomentar en él un turismo de calidad, respetuoso y ordenado con la variada Naturaleza, y sostenible.

Ése fue el objetivo para el que se constituyó la Mancomunidad de Municipios de A Mariña, que ahora -como no podía ser de otra manera- también se implica en las peripecias en las que se ven envueltos sus habitantes, siempre buscando el futuro y una mejor calidad de vida.

Y ése va a ser el enfoque que le demos al presente artículo, con una modesta muestra de lo mucho que cualquier visitante puede encontrar en cualquiera de los municipios de la comarca, acompañándonos, como siempre, con la mayor información que los enlaces con las páginas Web de los diferentes concellos nos van a proporcionar, ya que un artículo no puede convertirse en toda una guía.

Empezar por la costa cantábrica

Viveiro, con 15.391 habitantes, es el tercer municipio en población de la provincia de Lugo, después de Lugo y Monforte de Lemos, y el que más población menor de 18 años tiene en la Comarca de A Mariña.

Viveiro camino del Cantábrico

Viveiro, camino del Cantábrico

Como núcleo formado de población tiene más de 900 años de antigüedad, y su estructura urbana conserva en gran medida la configuración de burgo medieval, incluso manteniendo algunos nombres gremiales de sus calles, aunque desde los siglos XVIII y XIX no le quede prácticamente más que algún vestigio de lo que fue su muralla, y de las seis puertas que ésta tenía conserve sólo tres.

Viveiro Puerta de Carlos V.

Viveiro: Puerta de Carlos V

De su sólido pasado medieval conserva algunas joyas importantes, como son, por ejemplo, la iglesia de Santa María del Campo, que tiene unos orígenes cuyas fechas no se conocen dada la antigüedad, aunque sí se sabe que el actual templo es del siglo XII. La iglesia y su entorno está considerado oficialmente, desde 1982, Bien de Interés Cultural.

Viveiro Santa María del Campo

Viveiro: Santa María del Campo

Otro edificio religioso, también de origen románico, datado en el siglo XIII, es el conventual de San Francisco y la iglesia adyacente de Santiago, declarado Conjunto Histórico Artístico. El convento tiene un claustro renacentista tardío.

Viveiro Conventual de San Francisco

Viveiro: Conventual de San Francisco e Iglesia de Santiago

También conserva el románico en otras iglesias y edificaciones, entre las que se encuentran la iglesia de San Pedro y el Monasterio de Valdeflores. Y en su origen también el Puente Mayor, o de la Misericordia, de 500 metros de largo, que sufrió sucesivas ampliaciones en los siglos XV, XVI y XVIII.

De su estructura sólidamente urbana da testimonio la Plaza Mayor, también conocida como de Nicomedes Pastor Díaz, por encontrarse en ella la estatua de este poeta y político viveirense.

Viveiro Plaza Mayor

Viveiro se abre paso hacia el Cantábrico a través de su Ría, a cuyo abrigo se sitúan el puerto pesquero y el puerto deportivo de Celeiro. El de Celeiro es el segundo puerto pesquero de la costa cantábrica gallega.

Buerela, con 9.498 habitantes es el cuarto municipio en población de la comarca de A Mariña, por detrás de Foz y Ribadeo, y el segundo en número de habitantes de menos de 18 años. También hay que señalar que tiene una población mayor de 65 años inferior en más de 2 puntos al 20% del total de la población del municipio. Entre su población hay originarios de 42 nacionalidades, y el 10% de sus habitantes son de origen caboverdiano. Sin que exista ninguna disfunción en la integración social.

Burela desde Monte Castelo

Burela desde Monte Castelo

En el municipio hubo habitantes prerromanos, como lo demuestran los diversos castros hallados, como el del Cabo, el de Chao de Castro y el de la Punta de Castrelo.

Tiene también alguna iglesia de origen románico, como la de Santa María de Burela, con origen del siglo XII: la antigua iglesia parroquial de Villa de En medio, que tiene también pinturas murales del siglo XVIII.

Pinturas S XVIII Santa María de Burela

Pinturas S. XVIII Santa María de Burela

El puerto de Burela ya tenía actividad en el primer cuarto del siglo XVI, entre otras con la pesca de ballenas. Algo que -al igual que para otros puertos de la comarca- se acabó cuando España pierde esa potestad con el Tratado de Utrech. En el siglo XIX hubo que dedicar la actividad a la extracción y transporte de caolín, hacia Gijón y Sevilla. Y al transporte de puntales de madera a Avilés y Gijón. A partir de 1950 se comenzó a trabajar la pesca con planteamientos más intensivos, llegando a convertirse el puerto de Burela en al primer puerto de pesca de la comarca de A Mariña. De una de sus especialidades más características (la pesca del bonito) da fe el Barco-Museo Bonitero “Reina del Carmen”.

Burela Barco Museo bonitero Reina del Carmen

Barco-Museo bonitero Reina del Carmen

Ribadeo es el tercer municipio de A Mariña en población, con sus 9.860 habitantes, y con una población de jóvenes de menos de 18 años de cerca del 15% del total. También fue villa medieval amurallada, y en la actualidad está declarada Conjunto Histórico y Bien de Interés Cultural.

Ría de Ribadeo

Ría de Ribadeo

En el territorio de Ribadeo hubo asentamientos humanos muy antiguos, como el asentamiento de Louselas, donde se encontraron utensilios del paleolítico. Así como poblados castreños, como los castros de As Grovas -en el que se encontró la diadema de oro de Ribadeo-, Fornelo, Cárcovas, Meirengo, A Pumairega, A Aira da Croa, el de A Torre, y otros.

En el puerto de Porcillán, hoy puerto deportivo, hubo de antiguo una aldea de pescadores, que se convirtió en un núcleo comercial. Varios siglos después, sería en esa zona donde los peregrinos que venían a hacer el Camino del Norte, cuya entrada en Galicia la constituye Ribadeo, dejarían sus barcas para continuar su andadura.

Ribadeo fue una villa medieval amurallada, que a finales del siglo XII obtuvo del rey Fernando II el rango de Villa. Del siglo XII data la construcción de la capilla de la Trinidad, o Atalaya, que fue reformada en el siglo XX.

Ribadeo Capilla de la Trinidad

Capilla de la trinidad

En el siglo XIV, con la victoria de Enrique de Trastamara sobre Pedro el Cruel, Ribadeo comenzó a ser condado. La Constitución de 1812, que lo perdió por obra de Fernando VII en 1823, que la hizo volver a la situación feudal. Aunque en 1835 recobro el municipalismo.

En torno al puerto de Porcillán se produjo un flujo potente de vida económica, que se vio reforzado en 1840 cuando se le permite el tráfico marítimo con América.

Desde comienzos del siglo XX Ribadeo desarrolla una gran actividad económica, siendo el puerto de salida del mineral de las minas de limonita que se abrieron en A Pontenova; de hecho se habilitó un ferrocarril para el transporte del mineral, y también para el transporte de viajeros. Esa pujanza duró hasta 1965, en que se agotaron las minas. El dinamismo que vivió el municipio hizo que a principios del siglo XX se crearan diversas iniciativas comunitarias, como fueron, por ejemplo, la Sociedad de socorros Mutuos y la Sociedad Filantrópica Dramática.

El puerto de Mirasol fue un importante motor de la actividad económica. En 2004 obtuvo la prerrogativa de ser un punto de inspección aduanera y de poder comerciar con países extracomunitarios (es el único puerto de dependencia autonómica que tiene esa potestad). Las importaciones en ese puerto son de sal, maíz y pulpa de remolacha, y las exportaciones son de magnesita, arena de mina, pasta de celulosa y aglomerado. 347.000 toneladas de tráfico marítimo.

En la actualidad el sector servicios es e que tiene un peso mayor en la actividad económica del municipio (el 58%), mientras el sector industrial (actividad agropecuaria, especialmente de la mano de la cooperativa de Os Irmandiños) es de un 12,4% y el de la construcción de un 12,3%. El sector primario tiene un 16%, del que la pesca sólo emplea el 2,2%.

Hubo un fenómeno importante que marcó el urbanismo, la arquitectura, y la propia iniciativa económica y emprendedora de Ribadeo. Durante el siglo XIX hubo un gran movimiento de emigración de toda la comarca hacia países de Latinoamérica (principalmente Argentina y Cuba). Cuando muchos de estos emigrantes retornaron -muchos de ellos después de haber hecho fortuna- invirtieron en restaurar sus viviendas o en hacerlas nuevas, así como en invertir en iniciativas y proyectos que dinamizaron enormemente el municipio y la zona. Eran los llamados “indianos”, que en Ribadeo dejaron un gran rastro arquitectónico de casas con determinado estilo y amplitud, que hoy le siguen dando “porte” al municipio.

Ribadeo Arquitectura indiana

Arquitectura indiana

Ribadeo forma parte de la Zona Especial de Conservación del Río Eo, hecho por el cual dispone de unas grandes posibilidades para ofrecer un turismo de naturaleza. Dispone, como el resto de los municipios costeros de A Mariña, de una excelente oferta de playas, en número y en calidad. En su caso, entre las playas cuenta con la Playa de las Cetedrales.

Ribadeo Playa de as Catedrales

Playa de las Catedrales

Foz se sitúa en la desembocadura del río Masma. Se piensa que tiene un posible origen ártabro y que hubo allí un posible asentamiento tartesio, e incluso de fenicios y romanos a la búsqueda de oro.

Con 10.016 habitantes es el segundo municipio en población de A Mariña, y tiene un 14% de población de menos de 18 años.

Además de lo dicho sobre posibles asentamientos tartesios, fenicios o romanos, en Foz también existen construcciones castreñas; algunas de gran interés, como el castro marítimo descubierto en 2012, a 300 metros del núcleo urbano, construido sobre cuatro pequeñas penínsulas, en la zona Carreiro-Marzán, y que ocupa 6 hectáreas. O el castro de Fazouro, que es el único yacimiento costeero excavado hasta ahora en la costa de A Mariña. Se supone que perteneciente a la época de los siglos I a III de nuestra era.

Foz Castro de Fazouro

Foz: Castro Fazouro

A finales de la Edad Media había astilleros en Foz, y desde entonces se participaba en la captura de ballenas, hasta 1713, cuando el Tratado de Utrech priva a España de esa prerrogativa.

Posteriormente se produce una ola de emigración hacia América, que deja en segundo plano la pesca (como ahora también) a favor de Burela.

En los años setenta, cuando se implanta el complejo de alúmina aluminio en Cervo, Foz recibe inmigrantes, fundamentalmente asturianos, que vinieron para trabajar en el complejo de San Cibrao.

En Foz hay una visita obligada: la basílica de San Martiño, de los siglos XII y XIII, y con frescos del siglo XIII, que se construyó sobre un templo pre-románico del siglo X. Dicha basílica fue designada por cierto tiempo sede episcopal, cediendo más tarde esa prerrogativa a Mondoñedo.

Foz Basílica de San Martiño

Basílica de San Martiño

La Ría de Foz está declarada Zona Especial de Protección de Valores Naturales, y Zona Especial de Protección para las Aves.

Los ríos Masma y Ouro forman parte de la Red Natura 2000.

Cervo tiene 4,218 habitantes, y es el municipio de mayor renta per cápita de la provincia de Lugo (28.562 euros). En su demarcación territorial existen yacimientos castreños, como el de Atalaya.

Además de que comparte con Xove la instalación del complejo de alúmina aluminio, hoy Alcoa, en su demarcación está el complejo industrial de Sargadelos. Una industria que comenzó siendo una fundición, sobre la que a principios del siglo XIX el emprendedor Antonio Raimúndez, aprovechando la existencia de minas de caolín, inició un proyecto de fabricación de cerámica, que ha pasado por diversos avatares a lo largo de su historia.

El cierre de sus actividades produjo una oleada de emigración de numerosos habitantes, especialmente a Buenos Aires. Después de otros intentos, en 1970 se retoma el proyecto por parte de Isaac Díaz Pardo, que ya tenía en Castro, en Sada, las Cerámicas del Castro, y que convierte dicho proyecto en algo más que un proyecto industrial, llegando a hacerlo también un proyecto cultural. Sargadelos es uno de los mayores productores de cerámicas de España, después de haber vuelto a pasar por diversas dificultades sobrevenidas, y tras haber tenido que cambiar de propietario.

Cervo Complejo industrial de Sargadelos

Complejo Industrial de Sargadelos

En el puerto de San Cibrao, un puerto eminentemente comercial y destinado prácticamente en exclusiva a la gestión de llegada y salida de mercancías para la planta de alúmina aluminio, existe un puerto pesquero, cuyo presidente de la Cofradía de Pescadores forma parte de la Junta Directiva del Puerto Ferrol-San Cibrao, que mantiene su inevitable relación con el Cantábrico, independientemente de que con mucha menor intensidad y volumen que los puertos de Burela y Celeiro.

Cervo Puerto pesquero de San Ciprián

Cervo: Puerto pesquero de San Cibrao

Y esa relación con el mar, facilita que Cervo tenga dedicado al tema un Museo, el Museo del Mar.

Cervo Museo Provincial do Mar

Cervo: Museo del Mar

Como el resto de los municipios de la comarca, Cervo también participa de una oferta generosa y cualificada de turismo de naturaleza, no sólo a partir de las playas, sino de la naturaleza de interior.

Cervo Puente medieval de El Bao

Cervo: Puente medieval de El Bao

Xove es un municipio de 3.277 habitantes, que mantiene cierto equilibrio entre las diferentes franjas de edad de su población.

Es el municipio que tiene el mayor número de castros censados en la comarca de A Mariña. Y en su oferta de visitas incluye arquitectura histórica civil -sin pasar por alto el Hórreo da Barxa, todo en piedra-, y turismo de Naturaleza, rutas de montaña, paisajes, y lugares asombrosos, como, por ejemplo el Pozo da Ferida, una fervenza de 30 metros de altura.

Xove Pozo da Ferida

Xove: Pozo da Ferida

Barreiros tiene 2.925 habitantes, y apuesta por el turismo. La primera referencia que hay de Barreiros es del año 775.

En los siglos XVIII y XIX se produjo una importante ola de emigración especialmente a Cub, Argentina y México. La ayuda enviada por los llamados “americanos” proporcionó un apoyo inestimable a la cultura y a la educación. Cuando muchos de los emigrados retornaron, contribuyeron también a generar un cierto dinamismo, y a transformar hasta la fisionomía de la zona.

Barreiros Casa de indiano

Barreiros: Casa de indiano

Barreiros tiene cuatro castros costeros y cinco de interior, y por su territorio pasa el Camino del Norte. Y ofrece fundamentalmente Cantábrico, con unas excelentes playas.

Barreiros ofrece Cantábrico

Barreiros ofrece Cantábrico

Continuar por el interior

A Lourenzá tiene 2.139 habitantes, con unas franjas de población relativamente equilibradas. Allí volvemos a encontrarnos con el Camino del Norte.

La primera referencia que tenemos del municipio es la del Monasterio de San Salvador, en 947. Fue constituido primero como un cenobio familiar por el conde Osorio Gutiérrez, quien a su fallecimiento fue enterrado en la iglesia del monasterio en un sarcófago de mármol con origen en el cristianismo antiguo, del siglo VI, traído de Aquitania.

A Lourenzá Monasterio de San Salvador

A Lourenzá: Monasterio de San Salvador

En el siglo XII el monasterio pasa a las manos de la orden benedictina, quedando adscrito en el siglo XVI al monasterio de San Benito de Valladolid. En los siglos XVII y XVIII es sometido a remodelaciones, en las que pierde su carácter estrictamente románico y medieval. En el XVIII se termina la actual fachada barroca.

Cuando la desamortización de Mendizábal, en el siglo XIX, queda desacralizado, y sólo recobra la vida monástica entre 1910 y 1942, bajo la dependencia del monasterio de Samos. Más tarde pasa a la diócesis de Mondoñedo, que crea en él un seminario menor, para finalmente pasar a manos públicas. En la actualidad el concello tiene establecida en él su sede. Desde los años sesenta también alberga un Museo de Arte Sacro. Desde 1974 el conjunto de iglesia y monasterio es declarado Monumento Histórico.

En el mes de octubre de cada año, A Lourenzá celebra una fiesta declarada de Interés Turístico Gallego: la Festa da Faba, ensalzando uno de los productos típicos y abundantes de la agricultura laurentina.

Mondoñedo, con sus actuales 3.539 habitantes, es como un recordatorio en piedra del esplendor del pasado. Y guarda toda la belleza de la nostalgia histórica.

Mondoñedo es la sede episcopal de la diócesis que lleva su nombre, desde que la recibió de la basílica de San Martiño, en Foz. Y fue durante tiempo -hasta 1830- la capital de una de las entonces siete provincias de Galicia.

De los asentamientos humanos en su territorio son testigos la Cova do Rei Cintolo, cuyas galerías constituyen un yacimiento del paleolítico superior, y los castros de Zoñán, Lindín y Recadoeira, que aportan la característica de haber seguid siendo habitados durante el período romano.

Mondoñedo Castro de Zoñán

Castro de Zoñán

Tuvo muralla medieval, de la que quedan apenas algunos pequeños vestigios. Y mantiene los edificios religiosos correspondientes a una sede episcopal, desde la catedral hasta el palacio episcopal.

Mondoñedo Catedral

Mondoñedo: Catedral

A Pontenova, con sus actuales 2.201 habitantes, tiene su historia muy vinculada a la minería, y al ferrocarril auxiliar, construido para transportar hasta Ribadeo el mineral de limonita extraído de sus minas. Al menos eso marcó su historia desde los comienzos del siglo XX hasta 1965, en que se cerraron las minas, si bien el ferrocarril, que también transportaba viajeros, continuó funcionando hasta 1972.

A Pontenova Belleza singular

A Pontenova: una belleza singular

Desde hace varios años el ayuntamiento está dedicado a la tarea de rehabilitar y recuperar poco a poco para uso público y comunitario las instalaciones mineras, que compensa visitar y conocer.

A Pontenova Un pasado para el futuroA Pontenova: un pasado para el futuro

Trabada, con sus actuales 1.127 habitantes, ya era citada en el año 775 en un documento existente en la catedral de León.

De sus asentamientos prerromanos dan fe el Menhir de O Marco de Pena Verde, y los Castros de Trabada, Sante y Vidal.

Trabada Menhir de O Marco da Pena Verde

Trabada: Menhir de O Marco de Pena Verde

O Valadouro, que ahora tiene 1.978 habitantes, tuvo sus primeros poblados en el Paleolítico, y mantiene monumentos neolíticos, como el dolmen de Padorno, así como numerosos castros.

O Valadouro Dolmen de Padorno en Sto Tomé

Dolmen de Padorno

Tiene algunas joyas medievales, como la Capilla de Santa Filomena, del siglo XI, así como muestras de arquitectura civil concretadas en diversos pazos.

O Valadouro Capilla de Sta Filomena

Capilla de Santa Filomena

A nivel de Naturaleza existen diversas rutas, presididas por la maravillosa Serra do Xistral; y vale la pena visitar sus diversas cascadas: la de Escouridol, considerada una de las de más altura de Galicia, la del Pozo de Onza, o la de Torez.

Ourol, con sus 995 habitantes, ofrece también una amplia diversidad para el turismo de Naturaleza.

En Alfoz (1.659 habitantes) es inevitable la visita al Castelo Castro de Ouro, del siglo XI, construido sobre un castro del siglo I. Y declarado Bien de Interés Cultural.

Alfoz Castelo de Castro de Ouro

Castelo de Castro de Ouro

Regreso al Cantábrico y a las leyendas

Visitando O Vicedo (1.656 habitantes) regresamos a la costa cantábrica en la Mariña occidental, y nos topamos con una leyenda.

O Vicedo Isla Coelleira

Isla Coelleira

La Isla Coelleira es la mayor del Cantábrico lucense, y se encuentra en frente a la punta donde convergen la Ría do Barqueiro y la Ría de Viveiro. Y se cuenta que, en ella, en el siglo V se construyó un monasterio, el de San Miguel de A Coelleira.

A partir del siglo XII, después de que fuera fundada la Orden de los Templarios, el monasterio pasó a manos de esta Orden, que lo dirigió hasta que Felipe el Hermoso dicen que ordenó una matanza nocturna contra los 36 monjes que habitaban el monasterio. De todos ellos cuentan que logró salvarse uno, que parece que se refugió en una casa de O Vicedo, que se quedó con el nombre de “Casa del paisano”, porque muy probablemente el escapado cambió sus hábitos por ropas civiles. Del superviviente se cuentan diversas historias, más o menos milagrosas y más o menos relacionadas con San Esteban.

En el siglo XX se instaló en la isla un faro, para ayuda de navegantes que, al margen de las leyendas, ayuda a que se desenvuelva la realidad de los barcos de paso.

Con este artículo ponemos fin a la serie Comarcas de Lugo, en la que hemos descubierto que un turismo bien planificado, sostenible y con el apoyo adecuado de las Administraciones superiores, puede ser un eje de recomposición de actividad económica, social y cultural. Con base en ese descubrimiento, nos atrevemos a sugerir algunas modestas ideas, para que los poderes públicos presten un servicio eficaz y práctico a esa digna tarea de la promoción del territorio, de las comunidades, de los usos y costumbres, de las tradiciones y de las iniciativas culturales, así como de las visitas a vestigios prehistóricos, históricos y monumentales. Sólo dos propuestas:

La primera es que los poderes públicos pongan -como es su obligación- sus medios al servicio del desarrollo comunitario, con la elaboración de un buen y completo catálogo de sitios que visitar, celebraciones culturales y festivas, muestras, ferias, exposiciones y celebraciones. Y que sea capaz de tejer, en torno a ese catálogo y sus fechas, una oferta ordenada y bien articulada de visitas, vinculando a éstas las ofertas de alojamientos, de lugares de restauración y de los puntos de venta de productos específicos. Todo ello, clasificado en, por ejemplo, tres franjas económicas, para facilitar el acceso a todo tipo de visitantes, y para dar oportunidades a todo tipo de establecimientos. Podríamos poner múltiples ejemplos de cómo hacerlo, pero entendemos que los responsables de estos temas, y los funcionarios dedicados a ello, tienen (o deben tener) suficiente información y elementos de juicio para ganarse de modo eficaz y hasta placentero su sueldo, con el trabajo bien hecho.

La segunda, y complementando esa línea, es que se desarrolle una promoción en la que se extiendan bonificaciones y descuentos -en un todo en uno- no solamente a las visitas hoteleras, sino a todas las actividades vinculadas a la promoción que se señalaba en el párrafo anterior.

Y que de ambas opciones -que lógicamente pueden y deben ir unidas- se haga una difusión bien calculada para llegar a muchos rincones de todos los territorios donde abunda la población, ansiosa de esparcimiento, de conocimiento de lugares, de arte, de historia y de cultura; y, por supuesto, de naturaleza.

Estoy convencido de que, espigando un poco del presupuesto dedicado, por ejemplo A FITUR, y a determinadas promociones, por ejemplo también, de Galicia Calidade, que muchas veces se quedan (¿pereza o falta de visión?) dentro de los propios límites de la Comunidad, se puede encontrar dinero para ello, sin incrementar el gasto. Y, por cierto, si hay que incrementar el gasto en algo ¿por qué no en iniciativas tan productivas como la promoción bien articulada de nuestros territorios, de nuestro esfuerzo empresarial y de nuestra cultura?@mundiario

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