Los animales se extendieron más allá de sus hábitats durante el confinamiento

Una manada de alces salta una valla y cruza la carretera en Wyoming, EE.UU. / SINC
Una manada de alces salta una valla y cruza la carretera en Wyoming, EE.UU. / SINC

Un estudio que analizó los datos del seguimiento GPS de miles de mamíferos determinó que los animales dieron más trayectos largos en los lugares donde el confinamiento fue más estricto.

Los animales se extendieron más allá de sus hábitats durante el confinamiento
Durante lo peor de la pandemia por coronavirus en 2020, prácticamente todos los gobiernos del mundo impusieron medidas de confinamiento para controlar la propagación del virus SARS-CoV-2, lo que nos obligó a resguardarnos en nuestros hogares, reducir la movilidad humana al máximo y, por supuesto, dejar las calles y carreteras vacías. Esa pausa de la actividad humana durante tantos meses alteró al planeta entero, incluso la conducta de muchos mamíferos en cuanto a su desplazamiento, según revela el mayor estudio de movilidad animal, publicado este jueves en la revista Science.

Un trabajo internacional de 175 científicos, liderado por la Universidad de Radboud (Países Bajos), ha seguido los movimientos de casi 3.000 mamíferos de 43 especies diferentes durante los meses más fuertes del confinamiento, que ha permitido determinar que los animales se movieron y acercaron más hacia las carreteras por ese periodo de tiempo, aunque en realidad el aumento de la movilidad consistió en trayectos más largos que cortos, y principalmente en los lugares donde las medidas de cuarentena eran más estrictas.

La investigación ha demostrado que los animales se acercaron hasta un 36 % más a las carreteras. Para comprobarlo, los científicos rastrearon los desplazamientos de unos 2.300 animales en decenas de países gracias a los collares GPS que llevaban, debido a que ya estaban siendo monitoreados antes de que llegara la pandemia. Entre ellos se encontraban pumas, alces, elefantes y zorros, a los que también se les evaluó los cambios de comportamiento durante el inicio del confinamiento hasta abril, para comparar los datos con los colectados en 2019 durante ese mismo periodo de tiempo.

Para medir los datos, los investigadores tomaron en cuenta la distancia recorrida en 10 días y el trayecto hecho en una hora. La principal autora del estudio, la investigadora Marlee Tucker, ha determinado que “los animales viajaron distancias hasta un 73 % más largas que en el mismo período de 10 días del año anterior, cuando no hubo confinamientos”. Esto indica que la mayoría de los animales en los lugares con una cuarentena más estricta se movieron más por el paisaje que en 2019, cuando disminuyó el movimiento de vehículos.

Sin embargo, los desplazamientos cortos también descendieron, probablemente porque ya no tenían que movilizarse con tanta frecuencia dada la ausencia humana, apuntan los investigadores. Los autores también justifican el acercamiento a las carreteras como una falta de temor de los animales hacia las carreteras, el tráfico o la simple presencia humana, por lo que mostraban distancias de huida más cortas.

Pero el confinamiento en realidad puso de relieve cómo la actividad humana afecta directamente a la conducta animal. De hecho, la investigación demuestra cómo el estilo de vida actual de la humanidad ha reducido los hábitats y limita tanto el movimiento como la dispersión de las especies. Contrario a lo que se puede pensar, las infraestructuras humanas como las carreteras no son lo que aparta a los animales de ir más lejos, sino que es la actividad de los coches la que los ahuyenta.

En realidad, los resultados de la investigación “ponen de relieve el impacto ambiental de la actividad de los vehículos, que se discute públicamente con menos frecuencia que los efectos de las emisiones, las infraestructuras viarias permanentes y la pérdida de hábitat”, según los investigadores. @mundiario

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