Ethan Crumbley: el autor de un tiroteo escolar se declarará culpable de terrorismo

Ethan Crumbley, el adolescente que el año pasado perpetró una matanza escolar en el Instituto Oxford en el estado de Michigan, se declarará culpable de varios de los cargos imputados, entre ellos los delitos de terrorismo y asesinato, en una audiencia la semana que viene, según informaron el viernes los fiscales que llevan el caso.

Crumbley, que asesinó a cuatro estudiantes menores de edad e hirió a otros siete en medio de un tiroteo que perpetró a los 15 años, ha sido imputado por 24 cargos relacionados a la tragedia. El fiscal asistente en jefe del condado de Oakland, David Williams, detalló que entre ellos hay cuatro por homicidio premeditado y uno por terrorismo. Acerca de este último, si el trato se cumple el lunes, el acusado será el primer autor de un tiroteo escolar en declararse culpable por un delito de ese calibre.

Williams explicó que se había logrado llegar a un acuerdo con la parte acusada, por lo que se espera que Crumbley, actualmente de 16 años, rectifique su declaración de inocencia y acepte todos y cada uno de los 24 cargos que le imputa el Departamento de Justicia estadounidense. Todo ello debería ocurrir el lunes en una audiencia donde comparecerá presencialmente.

El sospechoso está acusado de haber acabado con la vida de Hana St. Juliana (14 años), Tate Myre (16), Madisyn Renee Baldwin (17) y Justin Shilling (17). El 30 de noviembre Crumbley apareció en su secundaria con una pistola semiautomática que le habrían comprado sus padres como un regalo de Navidad anticipado, una Sig Sauer 9 milímetros.

Los padres de Ethan también están acusados por el tiroteo

El caso no es solo inusual porque Ethan vaya a declararse culpable de un cargo tan grave, como el de terrorismo, sino porque sus padres, Jennifer y Jeff Crumbley, también están sentados en el banquillo de los acusados después de que la Fiscalía considerara que ambos son igualmente responsables por la tragedia que enlutó a la ciudad de Oxford.

Cada uno fue imputado por cuatro cargos de homicidio involuntario, uno por cada víctima mortal, justo después de que su hijo abriera fuego en la preparatoria. Ambos se declararon entonces inocentes, con sus representantes legales alegando que no había fundamentos jurídicos como para que fueran imputados de esos cargos. Pero la hipótesis de la Fiscalía sugiere que el historial familiar jugó un factor determinante en toda la tragedia, y que sus padres “no hicieron nada” para prevenirla.

Durante la presentación judicial en agosto, los fiscales introdujeron como pruebas una relación extramatrimonial y a un historial de abuso de sustancias. “Lo que las pruebas demostrarán en realidad es que estos acusados expusieron a su hijo a años de conflictos caóticos y tóxicos, lo que es un factor de riesgo bien conocido para entrar en el camino de la violencia”, afirmó el Departamento de Justicia.

Pero no es solo eso, de acuerdo con la fiscal titular Karen McDonald, quien presentó los cargos contra los padres, alegó que ni Jennifer ni James intervinieron pese a los signos de alerta y los jalones de oreja de la escuela, que confrontaron a la familia con un perturbador dibujo hecho por Ethan que rezaba “sangre por todas partes” y dieron un plazo de 48 horas para enviarlo a terapia.

McDonald relató que, tras la reunión con las autoridades escolares, los padres no confrontaron a su hijo, no le preguntaron nada ni revisaron su mochila, y que también “se resistieron a la idea de que su hijo se fuera de la escuela en ese momento”. Un poco después Ethan regresó a clases y horas más tarde desenfundó su arma disparando indiscriminadamente. @mundiario