Claves de la ‘ley del solo sí es sí’: consentimiento claro en las relaciones y educación sexual para los agresores

Irene Montero, ministra de Igualdad, /@IgualdadGob
Irene Montero, ministra de Igualdad, /@IgualdadGob

La ministra de Igualdad, Irene Montero, asegura que la norma va “a cambiar la violencia por la libertad y el miedo por el deseo”.

Claves de la ‘ley del solo sí es sí’: consentimiento claro en las relaciones y educación sexual para los agresores

La consigna feminista “sólo sí es sí” nació en España hace seis años tras el caso de violación múltiple de La Manada, sin embargo, este jueves la proclama se ha convertido en ley, más concretamente en la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual.

El proyecto estrella de la ministra de Igualdad, Irene Montero, fue aprobado en el Congreso de los Diputados con 201 votos a favor, 140 en contra (todos los diputados de PP y Vox) y tres abstenciones del grupo mixto. Ahora bien, solo falta la aceptación del Senado para que esta entre en vigor.

Asimismo, la ley establece que “sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediantes actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona”. Es decir, que para mantener una relación sexual es necesaria una respuesta positiva, pues el silencio o no oponer resistencia no servirán en caso de que haya una posterior denuncia por agresión.

Sin embargo, el debate que tardó casi 11 meses en llegar al Congreso debido a trámites legislativos, tiene un sinfín de opositores, pues según explica la diputada Marta González, la redacción del consentimiento “pone en riesgo la presunción de inocencia" porque "invierte la carga de la prueba" en el denunciado, quien será el que tenga que demostrar que hubo consentimiento.

De igual forma, el partido político Vox concuerda con esto, pues según su criterio, “se fuerza” a los jueces a “creer a la mujer sin pruebas” y permite que estas puedan “mentir y delinquir” sabiendo que en muchas ocasiones es “imposible” demostrar el consentimiento.

Puntos claves de la ley del sólo sí es sí

La ministra de Igualdad, Irene Montero, celebra esta normativa que supone “un paso decisivo para cambiar la cultura sexual de nuestro país, lejos de culpa y del miedo, para dejar atrás la cultura de la violación y crear una cultura del consentimiento”.

Asimismo, dentro de los puntos clave de la ley se destaca, obviamente, el consentimiento, pues es lo que debe configurar el delito y no la resistencia de la víctima al agresor. Además se determina desde una multa hasta penas de prisión que van desde los 12 hasta los 15 años por violaciones agravantes, dentro de las que destacan el uso de fármacos o drogas para anular la voluntad de la víctima.

Por otro lado, el acoso callejero será penado como un delito y contempla una pena de cinco a 30 días de localización permanente, trabajos en beneficio de la comunidad o multas de uno a cuatro meses. En la norma también se incluye el “feminicidio sexual como la violación más grave de los derechos humanos vinculada a las violencias sexuales”.

En este sentido, la violencia sexual a través de la pantalla también tendrá una respuesta penal, de la que forman parte conductas como la extorsión sexual o la pornografía no consentida.

Uno de los puntos más importantes será la educación sexual obligatoria para los agresores, sometiendo incluso a los victimarios menores a programas formativos sobre educación sexual y educación en igualdad. Además, los centros de crisis 24 horas –el Gobierno estima que para 2023 ya estén abiertos– contarán con atención psicológica, jurídica y social para víctimas, familiares y personas del entorno, y se podrá asistir tanto presencialmente como recibir atención telefónica y online.

Las ayudas económicas y el derecho a la reparación también se incluyen en esta ley y consisten en que aquellas víctimas que ganen menos del salario mínimo recibirán una ayuda económica equivalente a seis meses de subsidio por desempleo y serán de mayor cuantía si la víctima tiene una discapacidad o personas a su cargo.

De igual forma, el sistema público educativo impartirá contenidos sobre “educación sexual e igualdad de género y educación afectivo-sexual para el alumnado, a lo largo de todas las etapas educativas y adaptados a la edad de cada ciclo” y “en todos los niveles educativos”.

Por último se señalan los tipos de violencia sexual, dentro de los que están la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado, el acoso con connotación sexual y la trata con fines de explotación sexual. @mundiario

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