El Gobierno somete a consulta pública la restauración de 3.000 kilómetros de ríos
La Estrategia cuenta con una inversión de 2.500 millones de euros, la cual está conectada a las líneas presupuestarias del Plan de Recuperación, Transición y Resiliencia.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha sacado a consulta pública la actualización de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos (ENRR) que, con una inversión estimada de 2.500 millones de euros, fija el objetivo de restaurar 3.000 kilómetros de ríos españoles hasta el final de la década, conforme a los Planes Hidrológicos de Cuenca y los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación.
Esta dependencia considera necesario abordar una segunda fase de desarrollo de la ENRR, pues ya han transcurrido 15 años desde su inicio, por ello, es necesario actualizar los objetivos y los mecanismos de desarrollo de la Estrategia y adecuarla a la evolución normativa europea y española en materia de agua, biodiversidad y gestión de riesgos.
Por consiguiente, el documento se somete a una consulta pública que finalizará el 16 de diciembre de 2022. Posteriormente, será aprobada por el Consejo de Ministros e implantada a través de las distintas administraciones de acuerdo con el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, conectado a las líneas presupuestarias del Plan de Recuperación, Transición y Resiliencia (PRTR) y con los programas europeos FEDER y LIFE.
Proyectos ejecutados
La estrategia inició en 2005 y desde entonces, se han ejecutado o están en ejecución 76 proyectos de restauración en las demarcaciones hidrográficas intercomunitarias, con actuaciones de infraestructuras verdes y soluciones basadas en la naturaleza.
Dichos proyectos han permitido mejorar la continuidad fluvial de los ríos españoles mediante la demolición de 621 azudes, presas obsoletas y la construcción de 574 pasos para peces.
Estos Planes de Gestión apuestan claramente por la restauración fluvial, ya que la influencia del cambio climático en la hidromorfología y en la vegetación de ribera afecta a nuestros ecosistemas fluviales principalmente a través de la modificación del régimen de caudales y al incremento de la erosión, tal y como se recoge en el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático. @mundiario
