Un vídeo de Enrique Iglesias grabado en Galicia suscita debate por la manera de financiarse

"Esta paletada podría ser un chiste si no fuera porque la gracia nos ha costado a tod@s los gallegos más de 300.000 euros, adjudicados en un procedimiento negociado sin publicidad", dice esta autora.

Nada más simbólico de lo que algunos consideran que es promocionar la cultura, que el aterrizaje de un helicóptero en el Gaiás, ese mamotreto, saco sin fondo de dinero para satisfacer egos personales, que ensombrece la ciudad de Santiago. Así es como comienza el vídeo musical de Enrique Iglesias, en el que durante poco más de un minuto se refiere a Galicia, en algo que parece más bien una promoción del Benidorm de los años 70, con Pajares, Esteso y Ozores alucinando con las suecas.

El objetivo, según Feijóo, era "dar a conocer el país", y para eso, la agencia de turismo debió pensar que nada más representativo de nuestra tierra, que el casco viejo de Lugo, la Plaza del Obradoiro, o la Ribeira Sacra, como imágenes de una canción en la que un tío en pleno otoño canta en Galicia: "hay calor en la ciudad, hay calor en la bahía", o que recita frases tan "poco" sexistas y representativas de nuestra cultura como: "eres la envidia meneándote toda". Como si no tuviéramos fiestas de sobra que promocionar en nuestra tierra, transforman el Monasterio de Carboneiro en una discoteca, dando la imagen de una Galicia “capital de Miami”.

Esta paletada podría ser un chiste si no fuera porque la gracia nos ha costado a tod@s los gallegos más de 300.000 euros, adjudicados en un procedimiento negociado sin publicidad. Ya lo había hecho Zaplana agasajando a Julio Iglesias con más de 6 millones de las antiguas pesetas por promocionar la Comunidad Valenciana, así que nosotros, ¡no íbamos a ser menos! Seguro que las adjudicaciones públicas a la familia Iglesias son por una cuestión de mérito y capacidad, y que nada tienen que ver con el apoyo que siempre brindaron al PP.

Así, mientras se le llena el bolsillo a los amigotes a base de derroche de dinero público, se recorta en educación, sanidad, dependencia ... y se maltrata al sector cultural de nuestro país, que desfallece asfixiado por la subida del IVA, con el grifo de las subvenciones cerrado, y con la promoción de nuestra música limitándose a unos minutos en las noches de Luar de la TVG. Generando, como dice la canción, "la noche y el día"; la noche, que se cierne sobre nuestros artistas y espacio cultural; y el día, que sigue brillando sobre los amigos con grandes mansiones en América.