Sorpasso, la palabra que no dejará dormir al PSOE en esta campaña electoral

Pablo Iglesias y Pedro Sánchez en la Gala de los Goy 2016. / EP
Pablo Iglesias y Pedro Sánchez en la Gala de los Goya 2016. / EP

Las bajas en las listas electorales de personas como Carme Chacón o Irene Lozano, o las disputas internas en torno al lugar que debería ocupar Eduardo Madina, provocan que el PSOE tenga difícil retener a votantes que hubieran querido ya un gobierno de izquierdas en España.

Sorpasso, la palabra que no dejará dormir al PSOE en esta campaña electoral

Va a ser una de las palabras más repetidas de aquí al 26 de junio, fecha en que los españoles que quieran podrán volver a votar merced a la incapacidad, de unos más que de otros, que han demostrado los dirigentes políticos para ponerse de acuerdo tras los comicios del pasado 20 de diciembre. Y el posible sorpasso de Podemos al PSOE será una de las principales incógnitas que no quedarán despejadas hasta que en la noche de ese último domingo de junio se abran las urnas y se cuenten los votos.

El que no debe de tener demasiadas dudas acerca de lograr el sorpasso es Pablo Iglesias, porque ha quedado acreditada a lo largo de estos cuatro últimos meses su escasa o nula voluntad de pactar con el PSOE y/o Ciudadanos para facilitar lo que vino a denominarse el gobierno del cambio. Parecería un poco suicida que el líder de Podemos haya desaprovechado esa oportunidad de tocar poder para ahora, en la repetición de las elecciones, volver a quedar terceros, por detrás de los socialistas.

Lo primero que tendrá que conseguir Iglesias es un acuerdo con Izquierda Unida que les permita ir juntos a estas nuevas elecciones y de esa manera aprovechar en su favor el millón de votos que el 20-D tuvo la formación política que lidera Alberto Garzón. Pero tampoco ese acuerdo garantiza el sorpasso al PSOE, aunque es posible que por la famosa ley d'hont, lo favorezca. En cuanto a los socialistas, el escenario de ser superados por Podemos y perder la hegemonía en el campo de la izquierda que viene ejerciendo desde la transición política sería sencillamente demoledor, no sólo para su actual líder sino para el propio PSOE.

 

Comentarios