El portavoz de la Casa Blanca abandona su cargo y la crisis interna del Gobierno de Trump se agudiza

Sean Spincer, exportavoz de la Casa Blanca. / Univisión
Sean Spincer, exportavoz oficial de la Casa Blanca. / Univisión

Sean Spicer dimitió este viernes luego de indicarle al presidente Donald Trump su descontento con la designación del banquero Anthony Scaramucci como nuevo director de comunicaciones.

El portavoz de la Casa Blanca abandona su cargo y la crisis interna del Gobierno de Trump se agudiza

Desde que Donald Trump asumió funciones como máximo Jefe de Estado, la Casa Blanca ha sido sacudida por una tormenta. El republicano recién cumplió medio año al frente de la nación estadounidense y arrinconado por los escándalos, parece estar cada vez más cerca del abismo político. A Trump le llueve sobre mojado. Y este viernes la dimisión de su Secretario de Prensa, Sean Spicer, evidencia la crisis interna que vive su administración.

El funcionario, que había ostentado su cargo desde el inicio del gobierno de Trump, anunció que abandonará su puesto como portavoz oficial de la Casa Blanca en agosto, ya que no está de acuerdo con la decisión del mandatario de nombrar al banquero neoyorquino Anthony Scaramucci como el nuevo director de comunicaciones.

El anuncio apareció tan solo unos minutos después de que el Presidente nombrara al nuevo designado en el área de comunicaciones, en un intento desesperado de resetear su asediado gobierno. Según publica The New York Times, Trump habría pedido a Spicer que no renunciara a sus deberes, aunque el ahora exportavoz mantuvo la postura de cesar sus funciones por considerar “un grave error” la contratación Scaramucci.

Sin embargo, la prensa ha especulado sobre la verdadera razón detrás de la dimisión de Spicer, sosteniendo que el exsecretario pretendía ocupar el puesto que el magnate le ofreció este viernes a Scaramucci. Dicho cargo ya estaba siendo ejercido por Spicer de forma interina desde que Mike Dubke renunciara hace dos meses. 

"Ha sido un honor y un privilegio servirle al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y a este increíble país. Continuaré mi servicio hasta agosto", tuiteó Spicer luego de que la noticia se diera a conocer. Desde ahora, la poco conocida Sarah Huckabee Sanders, su número dos, será quien le sustituya como secretaria de prensa, según dio a conocer este mismo viernes en su primera comparecencia pública el nuevo director de comunicaciones, Anthony Scaramucci.  

Tuit de Sean Spicer. / Twitter

La relación entre Trump y el vocero oficial de su administración nunca fue la más cordial. Spicer, procedente de las filas republicanas, llegó a la Casa Blanca como fruto de la presión del jefe de gabinete, Reince Priebus pero nunca “encajó”. Se dice que al mandatario estadounidense le molestaba su forma de vestir, de hablar y su actitud irreverente que en varias ocasiones lo dejó expuesto. El republicano incluso llegó a comentar que si el funcionario mantenía su puesto era sólo porque tenía “altos índices de audiencia”. Aunque Spicer tampoco era el favorito de los medios. Sus constantes contradicciones, sumadas a su carácter tenso y autoritario para enfrentarse a la prensa, lo colocaron en una situación crítica ante la mira pública, lo que hizo que su trabajo se volviera cuesta arriba.

La renuncia de Sean Spicer solo es la confirmación de la evidente erosión que se vive en las filas de la administración de Trump. En los últimos días en la Casa Blanca las dimisiones se han hecho comunes. Apenas ayer el portavoz del equipo jurídico de Trump, Mark Corallo, abandonó su cargo y ya antes lo había hecho el abogado de confianza del presidente, Mark Kasowitz. Así mismo, el fiscal general, Jeff Sessions, se mantiene en la curda floja, luego de que el mandatario estadounidense declarara esta misma semana estar arrepentido de haberle escogido para ese cargo.

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