¿Qué hubiera desencadenado la no derogación de la 'doctrina Parot'?

Cuando el abogado de Inés del Río solicitó su excarcelación amparándose en la ilegalidad del carácter retroactivo de la ley, el español Guerra defendió su argumentación ante el Tribunal de los Derechos Humanos. El proceso de negociación con ETA estaba en pleno auge y había sido designado ex.profeso por Zapatero. Cuando cambió el gobierno, y  aun siendo un puesto político, Rajoy no lo reemplazó pese a su filiación socialista y haber tenido un cargo destacado.

El miembro español insistía ante Estrasburgo en acelerar la moción del abogado de la asesina y votó en contra de los intereses del gobierno de su país. Ya que si se hubiese abstenido hubiese sido indigno, que votara a favor fue, como tanto se dice ahora, "lo siguiente". Para más inri también el español votó a favor de la reparación económica a la etarra  frente a siete de los jueces del tribunal, que consideraron que bastante mal había hecho para que encima se le "indemnizara".

Las iras de la gente de bien se canalizaron hacia los jueces de Estrasburgo y contra Rajoy por la celeridad que mostró en aplicar la ley. Pero la derecha con sus complejos no quiso decir la pura verdad de este terrible asunto: que los culpables de la excarcelación de estos asesinos eran el señor Zapatero y su partido, que aunque lo nieguen pactaron con la banda terrorista una serie de medidas que incluían la anulación de la 'doctrina Parot', de ahí que no cambiaran al juez (que no es juez) Guerra que iba a ser su principal valedor en Europa... y que la excarcelación de etarras formaba parte de los compromisos contraídos por Rajoy para consolidar la tregua y que nunca fueron revelados a sus votantes. Dentro de este proceso estaría el tema de Bolinaga y el caso Faisán de condena irrisoria, vergonzante e inexplicable si no se supiera esto.

Según algunos analistas Zapatero había trabajado a fondo en el mal llamado proceso de paz  porque el Illuminati ansiaba el Premio Nobel de la Paz. "Cousas veredes", que dicen en Galicia.

El PP intentó once veces modificar la ley franquista pero el PSOE se oponía. De que la 'doctrina Parot' adolecía de defectos jurídicos se sabía. Se legisló en caliente porque era contranatura excarcelar a semejante carnicero y se puso un parche. En todos los años del felipismo no se modificó el Código Penal, y cuando llegó Aznar, el PP intentó hasta once veces modificar la ley para consolidar jurídicamente que no pudiesen beneficiarse de estas reducciones que en el mejor de los casos sólo condenaban a menos de 20 años reales delitos execrables como masacres terroristas, violaciones, asesinatos de niños, pero el PSOE se oponía. Lo que ahora se ha dicho muy graficamente: "tarifa plana para matar". Nadie cuenta que esta legislación que el PSOE tanto se oponía a cambiar procedía directamente del oprobioso régimen franquista, un código penal por cierto bastante garantista con muchos beneficios penitenciarios.

El PP ante sus propuestas de cadena perpetua revisable o cumplimientos íntegros de las penas siempre se ha encontrado con la negativa socialista priorizando la reinserción sobre el castigo y la reparación a las víctimas… y aún asumiendo la excarcelación de etarras, argumentando que el fin de la violencia sería beneficioso para todos, la derogación ha generado una intensa alarma social, no sólo porque las víctimas no han tenido reparación, sino escarnio, sino porque la terrible realidad es que están dando el pistoletazo de salida a asesinos de niñas como Olga Sangrador, de Miriam, Toñi y Desirée,  violadores múltiples, torturadores… Rajoy debería haberse plantado pero no se atrevió a hacerlo solo.

Si hubiera pasado en Francia, los partidos hubieran ido al unísono, y no se hubiera consentido de una forma u otra semejante tropelía  y eso podría haberse hecho en España si el PSOE hubiera apoyado… pero no… No olvidemos que parte del socialismo español está escorado a la izquierda, y que la banda se define como marxista leninista. Más claro agua, la realidad de que en los ayuntamientos navarros en los que se ha intentado nombrar persona non-grata a la etarra Inés, el PSOE se haya negado en banda y haya llegado a abandonar el pleno ayuntamiento al considerar la propuesta indigna, antes incluso que Bildu… no necesita más comentarios.

Rajoy podía haberse negado a ejecutar la sentencia de Estrasburgo, pero no quería hacerlo sin apoyo. España estaba obligada a hacer todo lo que su ordenamiento le permitía hacer para dar cumplimiento a la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero según el catedrático gallego Ruiz Miguel podría haberse negado a ejecutarla basándose en que el ordenamiento jurídico español no se lo permitía. Además existían casos como el de Reino Unido que no acató sentencias de Estrasburgo o más cercanos como el caso Rumasa del que España desoyó sin contemplaciones las indicaciones europeas.

Pero la cruda realidad es que en círculos cercanos al presidente Rajoy se comentaba algo mucho más fuerte: que la inexplicable celeridad de la ejecución respondía a una amenaza directa de la banda terrorista. Amenaza que podría materializarse en un ataque con víctimas mortales. Y Rajoy cedió al chantaje, y no puede reconocerlo (Aznar no cedió ni con Blanco ni con Ortega Lara), pero no sólo por las posibles víctimas…sino porque ya sabemos quien manipularía el tema e instigaría a las masas…

En los atentados del 11 S y del metro de Londres la oposición permaneció firme junto al gobierno… aquí ya vinos como la oposición se lanzaba como hienas desafiando la jornada de reflexión electoral y se acusaba de asesinos a los miembros del PP.  No es muy imaginativo pensar que repetiría la jugada con una sociedad crispada y desesperanzada por la crisis, y las consecuencias serían impredecibles.

Como se dijo entonces. Zapatero, el ínclito illuminatti, ganaría las elecciones subido en un tren. No se pudo demostrar que la ETA tuviera que ver, aunque sí sabemos que brindaron con champán, igual que hicieron ahora por la excarcelación de Inés y por la libertad de todos los carniceros que van a salir...

Y pese a que la derecha  aún con mayoría absoluta está doblegada y asume todo lo que le ponen por delante, no les llega y mientras tanto Garzón se ofrece como salvapatrias para capitanear un nuevo Frente Popular cuyo hilo conductor sea el acabar con la derecha como sea. Encima de burros, apaleados. Bendito país.