Donald Trump es imputado por el 'caso Stormy Daniels' en una decisión sin precedentes en EE UU

Donald Trump, ex presidente de EE UU, tiene varias cuentas pendientes con la justicia estadounidense, pero no han sido las más pesadas o relevantes las que le han terminado afectando, en su caso, ha sido la más vergonzosa. No ha sido el asalto al Capitolio, tampoco el fraude fiscal de su imperio, ni siquiera el haberse quedado con documentos clasificados tras dejar la presidencia. Lo que ha terminado por llevarle ante la Justicia ha sido el presunto pago de dinero negro para tapar una aventura extramatrimonial en 2006, año en que su esposa Melania Trump se recuperaba del parto del hijo de ambos.

Se trata de una causa menor en comparación del resto de investigaciones que tiene encima, un asunto al fin y al cabo, vergonzoso, pero que ha sido suficiente para que Trump se convirtiera en el primer ex presidente de EE UU que tendrá que sentarse en el banquillo y ante un tribunal. También pasa a ser el primer candidato a la reelección, en su caso para el 2024, que arrastre cargos penales durante una campaña.

Un gran jurado de Nueva York votó y tomó la decisión inédita en la historia de EE UU de imputar al ex mandatario republicano en la causa por el pago secreto de 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels a cambio de su silencio sobre una supuesta aventura años atrás cuando su esposa acababa de dar a luz. El pago se daba para acallar a Daniels en medio de las aspiraciones presidenciales del republicano.

El también empresario, que siempre ha negado la aventura, ha reaccionado de inmediato indicando que todo se trataba de una "caza de brujas" por parte de sus rivales demócratas, ”estos matones de la izquierda radical”, como los definió en su red social. “Esto es un ataque a nuestro país que carece de precedentes”, manifestó en mayúsculas en Truth Social. “Estados Unidos es ahora una nación del tercer mundo en serio declive. ¡Qué triste!”, agregó. 

La acusación concreta se hará saber en los próximos días y llegará con el sello de la oficila del fiscal Alvin Bragg. Los medios estadounidenses especulan con que la fiscalía probablemente aprovechará esos días para negociar la entrega voluntaria del ex presidente. De llegar a ser así,  podríamos ver por primera vez a un ex presidente de EE UU caminando con el servicio secreto hacía un juzgado donde será fotografiado y le serán tomadas sus huellas dactilares. 

Esta semana, la oficina del fiscal de Manhattan invitó a Trump a testificar ante el gran jurado dando a entender que la acusación era inminente por el 'caso Stormy Daniels'. El ex presidente declinó dicha invitación. Lo siguiente es desconocido debido a que nunca ningún mandatario de EE UU, en activo o retirado, ha enfrentado a la justicia de esta manera. Esto también plantea un momento incómodo para el Partido Republicano, ya dividido entre apoyarle o no para las elecciones del 2024, aunque hasta la fecha sigue cerrando filas ante el magnate.

Sabiendo lo que puede precipitarse, la policía de Nueva York y Washington ha dispuesto de planes de contigencia para hacer frente a las protestas de lo seguidores del magnate. 

Aunque Trump rechazó declarar, hay otros implicados en el caso que sí se personaron. Se tratan de su exabogado Michael Cohen y la propia Daniels. Cohen fue uno de los hombres de confianza del ex presidente, sin embargo, en 2018 cayó en desgracia tras declararse culpable en un tribunal federal de violar las leyes de financiación de la campaña luego de admitir haber comprado el silencio de Daniels y de otra mujer durante el tramo final de campaña de 2016.

Fue Cohen quien pagó por adelantado a Daniels y luego Trump le depositó el dinero registrándolo como gastos legales. A principios de 2016, Cohen también hizo un pago a la exmodelo de Playboy Karen McDougal por el valor de 150.000 dólares, e igualmente también buscó el silencio del editor del tabloide The National Enquirer, buen amigo del ex mandatario, para no publicar la historia. El republicano ha mantenido que no tuvo relaciones con ninguna de esas dos mujeres; pero esto no ha sido suficiente y ante el gran jurado, también tuvo que testificar el editor del tabloide. 

En cualquier caso, un juicio podría tardar más de un año, llegando incluso durante o después de las elecciones del 2024. Los casos penales tardan por término medio más de un año en avanzar desde la acusación al juicio, aseguran fuentes citadas por El País desde la fiscalía del distrito de Manhattan. Entonces podríamos ser testigos de un juicio en medio de la campaña presidencial o incluso luego de las elecciones y de ganar, Trump no puede autoindultarse, es decir, el juicio seguiría su curso. @mundiario