El desacuerdo por la ‘ley trans’ suscita criterios divergentes en los socios del Gobierno

Protesta a favor de la Ley Trans. / Twitter
Protesta a favor de la Ley Trans. / Twitter
Pese a conseguir un avance en la norma sobre la vivienda y en otras leyes, Podemos y el PSOE chocan en otros acuerdos, en especial uno que abandera Irene Montero y donde se niega a aceptar rebaja alguna.
El desacuerdo por la ‘ley trans’ suscita criterios divergentes en los socios del Gobierno

Tras conseguir un acuerdo por los Presupuestos de 2023, ahora comienza la carrera para los socilistas de cara a la próxima campaña electoral. Por tal razón, el Gobierno ha informado “explícitamente” a su socio, Unidas Podemos, que se deben aprovechar las tres semanas de actividad que le quedan al Congreso para sacar adelante las leyes que quedan por "cerrar" y despejar cualquier polémica que pueda presentarse de cara a las próximas elecciones: en primer lugar unas autonómicas y municipales el 28 de mayo; y luego las generales a finales de año.

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, comunicó esto a la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, pasando a extenderse el acuerdo al ámbito parlamentario y a otros canales. Inicialmente el mandato ha sido asumido por las partes y en varias reuniones se lograron atajar varios proyectos atacados como la ley de vivienda o de familias. Pese a esto, aún quedan en tierra de nadie la ley mordaza o la ley trans. Debido a esto último, la ministra Irene Montero reiteró que no aceptará ninguna rebaja en el derecho de autodeterminación de género.

Tras conseguir la aprobación de los terceros Presupuestos Generales del Estado el pasado jueves, el mensaje claro que ha querido enviar el Gobierno es el de la "utilidad" de un Ejecutivo de coalición. Esto fue resaltado por el propio presidente Pedro Sánchez, tras la votación, buscando exaltar el endimiento entre pares.

El Gobierno de Sánchez busca demostrar que la unidad es importante entre pares ante la inestabilidad que puede presentar un Gobierno con divisiones profundas que no busque pactos con el resto de los representantes de cada partido. Sin embargo, la polémica desatada por la entrada de vigor de la ley solo sí es sí, ha puesto en vilo la continuidad de los acuerdos con Unidas Podemos debido a la oleada de rebajas penales a condenados por abusos sexuales. La idea de una ley así era justo lo contrario, pero terminó por ser una especie de cachetada para las víctimas. 

Debido a estas polémicas, el ministro de la Presidencia se reunión hace poco más de un mes con con la secretaria general de Podemos y titular de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, con el objetivo de exponer los próximos pasos a seguir y evitar crisis internas. 

El trabajo de Bolaños fue transmitirle a Belarra la preocupación de su partido sobre varias leyes y proyectos que importan a Unidas Podemos; las cuales seguían abiertas en las Cortes y que habían de cerrarse lo antes posible para evitar las discusiones públicas entre ambas formaciones de cara al periodo electoral del 2023. Entonces los dos ministros concluyeron que mientras se acerque el final de la legislatura, será más complicado sacar adelante proyectos que a ambas formaciones interesan.

La alianza de criterios ha sido evidente en los últimos días donde miembros de ambos partidos se han intercambiado documentos con propuestas y contrapropuestas sobre la ley de vivienda, atacasda por diversas razones desde el acuerdo de la investidura y que finalmente fue aprobada en el Consejo de Ministros el 1 de febrero. 

Pese a estos avances, aún hay desacuerdos entre los partidos. Sigue estancada derogación de la ley mordaza, bloqueada desde hace meses por trámites parlamentarios, donde el PSOE y el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, se oponen a la sustitución de las pelotas de goma por otro material antidisturbios menos lesivo.

Por otro lado, el PSOE ahora teme realizar cualquier movimiento imprudente en relación con la ley trans por la polémica de la oleada de rebajas penales a determinados delitos sexuales tras la entrada en vigor de la ley del solo sí es sí. Ahora en Unidas Podemos temen que el PSOE, “utilice esa gasolina machista y fake sobre la inseguridad jurídica de una norma que dicen que estaba mal hecha”, según afirman desde su dirección.

El panorama no es muy amable para la ministra de Igualda, Irene Montero, que es el centro de todas las críticas por las consecuencias penales derivadas de la ley del solo sí es sí, pero pese a esto, se ha mantenido inamovible en cuanto a los avances de la ley trans afirmando que no aceptará “un solo recorte de derechos” en esa norma. 

Fuentes citadas por El País de Podemos, afirman que el grupo no va a “aceptar ninguna rebaja en los derechos de autodeterminación de género” de dicha ley y resumen que “no habrá cambios en la misma”. Por su parte, los socialistas registraron hace un mes una emmienda para corregir una parte de la ley y proponer que entre los 12 y los 16 años se requiera aval judicial para someterse a cambio de sexo, algo que el texto original propone solo para adolescentes de entre 12 y 14 años, mientras que permite que los jóvenes de entre los 14 y los 16 accedan a esto con autorización parental y si esta no existe, podría por medio intermediación judicial. @mundiario

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