Ucrania: ¿Primera guerra de la escasez energética?

Joe Biden, Vladimir Putin y Xi Jimping. / Mundiario
Joe Biden, Vladimir Putin y Xi Jimping. / Mundiario

Según la hipótesis sobre el pico del petróleo, Rusia estaría tomando posiciones entre EE UU y China con el conflicto. Un juego de estúpidos en el que todos pierden en la creencia de que pueden ganar.

Ucrania: ¿Primera guerra de la escasez energética?

El pasado 24 de febrero el ejército ruso invadió ucrania creando un conflicto del S-XX a las puertas de Europa.  Probablemente esta guerra es la primera guerra de un futuro de escasez energética.

El relato oficial del Kremlin para justificar esta acción sería la de “desnazificar” Ucrania. La explicación más lógica sería la de buscar una salida al Mediterráneo, mediante la anexión del rico y prorruso Donbás y de paso, mantener a raya a la OTAN. Pero este conflicto tiene un profundo trasfondo energético que se confunde con sus consecuencias.

Rusia es el país más extenso del planeta y es casi el primer productor mundial de materias primas energéticas; petróleo, gas natural, carbón y con su aliado Kazajistán, de uranio. También es un importante productor de los llamados “nuevos materiales” (grafito, cobalto, silicio, níquel y tierras raras) indispensables para las energías renovables y, por tanto, para la llamada “transición energética”. Por si fuera poco, y como consecuencia de la deslocalización de producciones agrícolas, Rusia y Ucrania son también unos de los principales productores de cereales (trigo y maíz) del mundo.  Con estos mimbres las consecuencias son evidentes; fuerte inflación, precios energéticos desbordados, crisis alimentaria, elevados tipos de interés, desempleo, recesión y por supuesto, guerras. Este cuadro, que ya es una realidad, es común a los tres escenarios posibles en caso de colapso energético elaborado en 2005 por Robert Hirsch para el Departamento de Energía de los Estados Unidos para confirmar la llamada Curva de Hubbert o pico del petróleo.  

El pico del petróleo es una teoría muy lógica y sencilla. Todas las materias primas energéticas no renovables (petróleo, gas natural, carbón e incluso, uranio) son finitas y siguen una curva de explotación decreciente según la cual cada vez es más difícil, cara y menos rentable su extracción. Es decir, con independencia de su agotamiento final, su obtención es cada vez menos rentable ya que consume más energía de la que se obtiene con su extracción. Es la llamada Tasa de Retorno Energético. En resumen, los combustibles tendrían un saldo energético negativo y con un precio desorbitado. De hecho, desde 1976, los precios del petróleo (barril Brent) han seguido una tendencia promedio alcista, ahora agudizada como consecuencia del conflicto. Esto es incompatible con el modelo económico actual, basado en energía eterna y barata.

Escasez de combustibles, nueva gobernanza 

Al igual que el cambio climático, la teoría del pico del petróleo tiene sus detractores científicos e industriales. Los más radicales niegan la mayor, es decir que los combustibles fósiles sean finitos. Los más sensatos argumentan que el Pico no es tan inminente y que para entonces la tecnología, como bálsamo de fierabrás, ofrecerá la solución.  La gran diferencia es el papel del sector energético ante ambos problemas. Mientras que financian la desinformación sobre el cambio climático, sin embargo, consideran al pico de petróleo como una variable estratégica de sus estudios prospectivos. No es casualidad que el primero que formulo la teoría, M. King Hubbert, trabajaba en un laboratorio de la compañía petrolera SHELL.

Según el Departamento de Energía de los Estados Unidos y la multinacional British Petroleum (BP) el pico del petróleo ya se alcanzó sobre el año 2010 de promedio mundial con importantes variaciones por país productor. En cuanto al Gas Liquado Natural (GNL) su Pico sería más tardío como consecuencia las mayores reservas y su más reciente aprovechamiento. Las dos únicas excepciones son precisamente Rusia, cuyo pico del petróleo se ha alargado debido a las fuertes inversiones en exploración y extracción en su enorme territorio y los Estados Unidos, gracias a los yacimientos de Alaska, por cierto, en territorios protegidos.  

Por tanto, es muy probable que la hipótesis de que la proximidad del pico del petróleo este detrás del conflicto de Ucrania. Según esta hipótesis, Rusia estaría tomando posiciones entre las dos grandes potencias mundiales (EE UU y China) con todo su armamento, energético, alimentario y militar. El gran riesgo es que esta confrontación es, según La teoría de la estupidez humana de Carlo María Cipolla, un juego de estúpidos en la que todos pierden en la creencia de que pueden ganar.  Mientras tanto, los combustibles fósiles se agotan, la lucha contra el cambio climático se guarda en el fondo del cajón y el colapso nuclear es probable. Se hace necesaria y urgente, un nuevo tipo de gobernanza mundial con otros paradigmas y objetivos. No se puede afrontar este enorme reto con criterios de la Guerra Fría. @mundiario

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