El freno del desarrollo de la inteligencia artificial no es realista ni parece útil

Una imagen de la inteligencia artificial. / Gerd Altmann en Pixabay
Una imagen de la inteligencia artificial. / Gerd Altmann en Pixabay

La IA tiene muchas aplicaciones prácticas en una variedad de sectores y, a medida que continúa evolucionando, surgirán nuevas oportunidades y desafíos, entre ellos los de carácter ético.

El freno del desarrollo de la inteligencia artificial no es realista ni parece útil

Una preocupación importante es la ética de la inteligencia artificial (IA). ¿Cómo se pueden garantizar que los sistemas de IA sean justos y no discriminatorios? ¿Cómo se pueden garantizar la privacidad y la seguridad de los datos? Estas son preguntas importantes que deben ser abordadas a medida que la IA continúa evolucionando.

¿Pero cabe practicar una moratoria en el desarrollo de la inteligencia artificial, símbolo de cómo ha cambiado ya la forma de comunicarnos en nuestros días?

En los últimos días se han repetido los manifiestos y declaraciones por parte de algunos expertos y personalidades públicas, algunas tan controvertidas desde el punto de vista de la honestidad ética como Elon Musk, abogando por una moratoria en la investigación y desarrollo de la inteligencia artificial (IA), debido a los enormes riesgos que esta comporta y de la alta probabilidad de que en algún momento escape de “nuestro control”.

Ibán García del Blanco, eurodiputado, coordinador de los Socialistas y Demócratas europeos (S&D) en el Comité de Asuntos Jurídicos y ponente de Ley de Responsabilidad en IA, que fue coordinador S&D en el Comité Especial de Inteligencia Artificial, lo tiene claro: frenar el desarrollo de la inteligencia artificial no es útil ni realista y dejar de investigar e invertir en IA también conlleva un dilema moral en cuanto a la solución de multitud de penalidades que arrastra la humanidad.

Un marco jurídico para la inteligencia artificial

Las instituciones europeas llevan trabajando años en el establecimiento de un marco jurídico para la inteligencia artificial. El Parlamento Europeo elaboró una primera propuesta legislativa sobre ética en IA y actualmente está terminando de discutir una regulación holística que se aprobará, con toda probabilidad, bajo la próxima presidencia española.

García del Blanco trabaja en una regulación europea de la IA desde 2019 y se declara "crudamente consciente" de "los enormes riesgos", pero también de que la mayor parte de los mismos tienen que ver con un uso indebido o doloso por parte de algún ser humano o grupo de ellos. Del mismo modo que es consciente de los riesgos, también lo es del "asombroso salto en bienestar" que esta tecnología puede traer consigo.

Inteligencia Artificial. / Netmedia.MX
Inteligencia Artificial. / Netmedia.MX

Tareas que requerirían inteligencia humana

La inteligencia artificial es un campo en rápido crecimiento que se centra en la creación de sistemas informáticos que pueden realizar tareas que normalmente requerirían inteligencia humana. Desde la detección de fraudes hasta la recomendación de productos, la IA está transformando la forma en que hacemos negocios y llevamos a cabo nuestras vidas diarias.

En términos generales, la IA se refiere a la capacidad de las máquinas para realizar tareas que normalmente requerirían inteligencia humana. Estas tareas pueden incluir el reconocimiento de patrones, la toma de decisiones y el aprendizaje automático. La IA utiliza técnicas como la programación lógica, el aprendizaje automático y las redes neuronales para analizar grandes cantidades de datos y encontrar patrones que los humanos no podrían detectar por sí solos.

Uno de los aspectos más interesantes de la IA es su capacidad para el aprendizaje automático, que  se refiere a la capacidad de un sistema informático para aprender de la experiencia y mejorar su rendimiento con el tiempo. Esto se logra mediante la alimentación de datos al sistema y la mejora de su capacidad para reconocer patrones y hacer predicciones precisas. Con el tiempo, un sistema de IA bien entrenado puede superar a los humanos en la realización de tareas específicas.

Aplicaciones prácticas en diversos sectores

La IA tiene muchas aplicaciones prácticas en una variedad de industrias. En el sector de la salud, por ejemplo, los sistemas de IA pueden ayudar a los médicos a detectar enfermedades y evaluar el riesgo de enfermedades en los pacientes. En la industria financiera, los sistemas de IA se utilizan para detectar el fraude y evaluar el riesgo crediticio de los prestatarios. En el comercio electrónico, los sistemas de IA se utilizan para recomendar productos a los clientes en función de su historial de compras y otros datos.

A medida que la IA continúa evolucionando, también surgirán nuevas oportunidades y desafíos. Una de las mayores preocupaciones es el impacto potencial de la IA en el mercado laboral. A medida que los sistemas de IA se vuelven más avanzados, es posible que reemplacen a algunos trabajadores en ciertas industrias. Sin embargo, también es posible que la IA cree nuevos empleos y oportunidades en otros campos.

La inteligencia artificial es, en definitiva, una tecnología emocionante y en constante evolución que tiene el potencial de transformar muchas industrias y aspectos de nuestras vidas diarias. Con el aprendizaje automático y otras técnicas avanzadas, los sistemas de IA están mejorando constantemente su capacidad para realizar tareas que normalmente requerirían inteligencia humana, y a medida que la IA continúa evolucionando, es importante abordar las preocupaciones éticas y explorar cómo esta tecnología puede mejorar nuestras vidas y nuestro mundo. @mundiario

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