Los planes políticos truncados de la princesa Diana cuando se cumplen 25 años de su muerte

Diana, princesa de Gales. / RR SS.
Diana, princesa de Gales. / RR SS.
Lady Di tenía planeado convertirse en embajadora del Reino Unido. Sus actividades sociales tenían un trasfondo político que hasta ahora era desconocido para gran parte de la sociedad.
Los planes políticos truncados de la princesa Diana cuando se cumplen 25 años de su muerte

En el aniversario número 25 de la muerte de la princesa Diana de Gales, recordamos uno de sus aspectos más desconocidos: su ambición política. Nacida en una familia privilegiada, Diana era una lady, y siendo muy joven, terminó casada con el heredero al trono británico, lo que la llenó de títulos y grandeza, pero lo que no consiguió de la familia real, fue su gran popularidad entre las masas, la cual se ganó a pulso de simpatía y muestras de cercanía poco comunes en la familia que gobernaba Isabel II.

Ya con 36 años y divorciada del príncipe Carlos, Diana empezó a tomar las riendas de su futuro. Dinero no le hacía falta, pero ella tenía ambiciones y consciente de su popularidad, la princesa empezó a tomar un lado más político que disfrazaba detrás de actos sociales y la filantropía. 

Roberto Devorik, amigo íntimo de Diana, ha contado aspectos secretos de la vida de la princesa para El País, donde afirma que en secreto, la "reina de corazones" planeaba convertirse en embajadora del Reino Unido. Así es cómo en enero de 1997 llega su polémico viaja hasta Angola, un país duramente afectado por las guerras civiles y que arrojaba una cifra fulminante, donde cada uno de 334 angoleños moría o sufría alguna mutilación debido a las minas antipersonas que estaban por toda la zona del conflicto. Entonces, la famosa y radiante princesa de Gales (título que logró conservar tras su divorcio) aterrizó en Luanda y se dirigió rápidamente a Cuíto, la ciudad con más minas terrestres de toda África. Con esto, la princesa lograba ejecutar dos misiones: primero generar visibilidad sobre las consecuencias sobre estos peligrosos artefactos y segundo lograr dar visibilidad a su perfil más político. 

Este viaje no solo incomodó a la familia real, que no acostumbra a ejecutar viajes de perfil tan político, también enfureció al gobierno que dirigía el conservador John Mayor. Este viaje generaba un conflicto con la agenda política del país debido a que Reino Unido era el principal productor de esos explosivos. Al mismo tiempo, lo veían como un respaldo a la oposición laborista, que abogaban por la desmilitarización del país africano.

Entonces, ocurría una de las imágenes más conocidas y polémicas de Diana. Esa en la que se le ve caminar por un campo minado que Halo Trust había limpiado parcialmente. Cuando terminó el recorrido, los medios le informaron que no lograron captar una buena imagen, por lo que ella accedió caminar de nuevo por el lugar arriesgando de nuevo su vida. 

Este viaje a sido recordado por Devorik durante una conversación con El País. Tras volver del viaje, ambos quedaron en almorzar y entonces el empresario cuenta lo feliz que vio a su amiga. “Estaba entusiasmada. Tenía las ideas muy claras. Ese día me dijo: ‘Roberto, quiero convertirme en revolving ambassador de mi país en el mundo. Quiero ser embajadora de buena voluntad o itinerante”, le confió. 

El viaje hasta Angola también fue un enfrentamiento contra Buckingham. Durante su divorcio, Diana y la Corona tuvieron que negociar diferentes aspectos importante, entonces, la princesa le habría solicitado a la Reina permitirle ser una representante de las causas sociales que interesaban a Reino Unido y a la Corona, como diplomática. Isabel II se negó, pero Diana estuvo lejos de rendirse y empezó a moverse por sí misma tras su separación. 

"No le interesaba la política, pero sí sentía inquietud por la parte humana y social de la política”, afirma Devorik. Pero Diana sabía que para conseguir que las causas que le interesaban sufrieran algún cambio, debía acercarse a la política. Allí es cuando la princesa empieza a desmarcarse de la Casa Real y de los intereses del Gobierno británico, planeando futuras visitas a países como Camboya y Kuwait, pero también hablando de temas tabú como el sida. 

La princesa Diana de Gales terminó falleciendo de forma trágica en un túnel parisino en la noche del 31 de agosto, lo que nos dejó sin saber cómo habría sido el resto de la vida de Diana. “Todos, incluida la reina, actúan en público de manera premeditada. Todo está planeado y ensayado. Diana no era así. Era espontánea, indomable, no tenía filtros. Poseía lo que no tenían los demás: naturalidad. Eso irritaba a los Windsor. Pero, al final, aprendieron de ella. Ahora todos la imitan”, detalla su buen amigo. “Murió hace 25 años, pero está más viva que nunca”.

No sabemos cómo sería la relación actual entre Diana y la familia real, pero seguramente su figura sería de gran polémica y distracción ante los miembros más deslucidos de la realeza, alguien con quienes serían eternamente comparados y no siempre terminarían en el mejor lugar. @mundiario

Comentarios