La visita de los Reyes Católicos marcó un hito del esplendor peregrino a Santiago

Hostal de los Reyes Católicos, en Santiago de Compostela. / RR SS
Hostal de los Reyes Católicos, en Santiago de Compostela. / RR SS

Además de hospedería, el Hostal de los Reyes Católicos es la sede de la Orden del Camino de Santiago y de la  Academia Xacobea.

La visita de los Reyes Católicos marcó un hito del esplendor peregrino a Santiago

Un hito del esplendor peregrino a Santiago de Compostela lo marca la visita de los Reyes Católicos Isabel y Fernando, que acuden a Compostela  implorando la  ayuda del Apóstol en la conquista de Granada, y haciendo la promesa de  construir  en Santiago un  hospital para peregrinos y su mantenimiento en el futuro a costa del erario  real. Se comprometieron también a resolver los problemas de  financiación del llamado Culto Jacobeo, para cuyos fines destinarían el botín de guerra de la conquista de Granada. Lo cierto es que, tras la conquista, el hospital se construye, siendo hoy un emblemático  edificio de la ciudad, dedicado a la hospedería, el Hostal de los Reyes Católicos, que es la sede de la Orden del Camino de Santiago y de la  Academia Xacobea.

Ambas dos promesas se pagaron con los ingresos del llamado Voto de Santiago, una parte de las rentas que pagaba la población cristiana que luego se impusieron  a los llamados moriscos.

Pero si la lucha contra los musulmanes y la conquista de Granada pudo ser un hecho relevante en la disminución de las peregrinaciones, hay otras  circunstancias que actúan en esa misma dirección.

Es lo cierto que en Europa y también en la Corona de Castilla, tras los Reyes Católicos, se produce un cambio en las actitudes religiosas, mentales y culturales, y las manifestaciones  típicamente externas de la  espiritualidad, como las peregrinaciones, dejan paso  a una espiritualidad  menos mundana, menos  belicosa.

Además, entre los intelectuales europeos del Siglo XVI, se ataca a la imagen de culto basado en los signos  externos, como las peregrinaciones, a lo que hay que añadir la oposición de la Reforma  protestante en la persona de sus impulsores Lutero y Erasmo de Roterdan, ambos contrarios a las peregrinaciones.

En consecuencia, el Hospital de Peregrinos abierto por los Reyes Católicos se había convertido a mediados del Siglo XVI en un Hospital en el que la presencia de peregrinos era ya  muy minoritaria.

Además, la actitud de los arzobispos y obispos de la Catedral compostelana, su  proximidad a la Corona y al Papado, la preocupación por su promoción personal y sus inquietudes culturales, descuidando la tradición al culto jacobeo, con ausencias prolongadas fuera de la sede, contribuyeron también a esa decadencia.

Por otro lado, la actitud de la monarquía  hacia el culto jacobeo cambió sustancialmente. Tras la peregrinación de los Reyes Católicos, la visita a Santiago de  los reyes  Carlos V y Felipe II tuvo motivos  distintos de la peregrinación, pues su  paso por Santiago y la visita a la Catedral obedecieron a otros menesteres de carácter político.

Finalmente, tiene también relevancia en la regresión de las peregrinaciones la actitud de la cúpula católica del Papado. Tras el Concilio de Trento y las doctrinas alumbradas  para hacer frente a la Reforma protestante, someten a revisión muchas tradiciones religiosas,  a la que no ha estado ajena la peregrinación jacobea, iniciándose, por parte de alguno de los cardenales historiadores de la Iglesia, una amplia discusión sobre la realidad de la presencia  del Apóstol Santiago en la Península Ibérica. El cardenal Baronio pone en cuestión  los testimonios de Isidoro  de Sevilla, del Venerable Beda y del Codex Calixtinus, fundamento de la tradición xacobea y de la misma construcción del Imperio. @mundiario

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