En la provincia de A Coruña el Camino de Santiago está muy bien cuidado

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Calzada, provincia de A Coruña.

El Camino de Santiago, también conocido este trayecto por Camino Francés, continúa por montes y valles de la provincia de A Coruña. Un itinerario con mucho arbolado en sus bosques.

En la provincia de A Coruña el Camino de Santiago está muy bien cuidado

Los caminantes van a acometer la última etapa que le podríamos llamar la del Monte do Gozo, va desde Arzúa a Santiago. Muy de mañana salen los peregrinos al camino con gran ánimo, la primera impresión es que las piernas pesan más, pero es la sensación  por estar en frío, después de unos kilómetros todo vuelve a ser lo mismo. Sin embargo el hecho significativo es que con esta etapa se concluye el Camino de Santiago, hay que recorrer 36 Kms. ¡es la etapa de Compostela!

Salen de Arzúa por la Calle Carmen hacia la fuente de los franceses, luego bajan hacia un arroyo por un bonito paraje.

As Barrosas. Una aldea que está en el medio de una carballeira, un bosque de robles.  

Raído. En este lugar se ve el décimo cruceiro en el trayecto del Camino francés en Galicia. Descendemos hacia el río Marrabaldos y el molino de los franceses, después empieza otra subida.

Fondevila.

Cortobe.

Pereiriña. Aldea que está cerca de Ponteladrón, lugar que ya no existe, sitio donde se atracaba a los peregrinos. Los caminantes continúan subiendo por un frondoso bosque de robles, pinos y eucaliptos.

Tavernavella.

Calzada. Su nombre procede de una antigua calzada romana utilizada por los peregrinos. Aquí termina el municipio de Arzúa. Estamos en un atractivo trayecto para andar, vista de agradable vegetación, muchos árboles, entre prados, huertas, en un continuo tobogán de valles y montañas.

El tiempo ha mejorado mucho, luce un espléndido día de sol, las piernas se mueven por inercia hacia delante, el día ayuda mucho, en la mente de cada uno bulle la idea de llegar, de ir distribuyendo las malparadas fuerzas, de reservar alguna energía para los últimos kilómetros, pero el poder de resistencia está más en la mente que en los pies. El aire huele a hierba cortada y almacenada, a silo, tapada con plásticos para que fermente, alimento de vacas lecheras, pero con un olor desagradable.

Ahora les van pasando a otros grupos de peregrinos, unos descansan, otros pasan presurosos después del descanso, pero los caminantes andarines no paran, siguen con su fuerte marcha atravesando la campiña gallega, paraje para contemplarlo, para detenerse, pero no es posible, hay que llegar a Compostela.

(Continuará)

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