Trinidad y Tobago investigará la muerte de bebé venezolano a manos de la Guardia Costera

Los venezolanos huyen por mar hacia Trinidad y Tobago. / RR.SS
Los venezolanos huyen por mar hacia Trinidad y Tobago. / RR.SS

Un bebé migrante murió producto de un disparo en la cabeza en las costas del país insular, después de que la Guardia abatiera la embarcación que trasladaba a los venezolanos.

Trinidad y Tobago investigará la muerte de bebé venezolano a manos de la Guardia Costera

El Gobierno de Trinidad y Tobago ha informado que dos de sus instituciones realizarán investigaciones en paralelo, para establecer responsabilidades por la muerte de un bebé migrante de un año, originario de Venezuela, que fue alcanzado por una bala después de que los Guardacostas trinitarios abrieran fuego contra la embarcación que trasladaba a una treintena de migrantes venezolanos indocumentados.

El ministro de Defensa de la nación insular, ubicada a unos pocos kilómetros del oriente venezolano, Fitzgerald Hinds, anunció en una rueda de prensa que tanto la Policía como la propia Guardia Costera han iniciado dos investigaciones autónomas para determinar la responsabilidad de los funcionarios y del Estado por la muerte del niño, a cuya familia extendió sus condolencias, al mismo tiempo que al pueblo venezolano.

El primer ministro trinitario, el socialista Keith Rowley, ha condenado la muerte del bebé, y también le extendió sus condolencias a la vicepresidenta del régimen chavista, Delcy Rodríguez. “Continuamos apelando a nuestros vecinos venezolanos a que no arriesguen sus vidas y las de otros en cruces de frontera ilícitos y peligrosos”, dijo.

¿Qué ocurrió?

Este fin de semana un peñero, embarcación similar a las pateras, viajó desde una playa en el remoto estado venezolano de Delta Amacuro, en dirección a la cercana isla de Trinidad para llevar una treintena de migrantes que entrarían irregularmente al país, una práctica que se ha vuelto común en las islas del Caribe que están sobre la placa continental suramericana, enfrente de Venezuela, como Aruba o Curazao, ante la crisis que enfrenta la otrora nación petrolera.

Pasada la medianoche, un barco de las autoridades costeras detectaron la presencia de “una embarcación sospechosa” que habría cruzado la frontera y pretendía “embestir” a los guardias. Se trataba del peñero con migrantes escondidos, por temor a ser encontrados por la Guardia trinitaria, las autoridades venezolanas o los piratas de ambos países que rigen esta región binacional.

“Se utilizaron todos los métodos disponibles, incluido el uso del megáfono, el reflector de la nave y las bengalas, para intentar que la embarcación sospechosa se detuviera; sin embargo, continuó intentando evadir el TTS Scarborough”, afirmaron las autoridades. A pesar de ello, abrieron fuego contra la embarcación.

Consecuencias internas

Tras la ráfaga de disparos, se controló el bote y se detuvo a todos los pasajeros. Un bebé de un año de edad que iba en los brazos de su madre recibió un fuerte impacto en la cabeza, certero, que acabó con su vida de manera inmediata.

La madre, de 21 años, también resultó herida entre el pecho y la clavícula, según reportaron defensores de derechos humanos venezolanos. Los demás a bordo fueron detenidos a la espera de su proceso migratorio. Trascendió que la hermana mayor del bebé, de tan sólo dos años, se encuentra desaparecida desde que las autoridades atacaron, según ha reportado El Nacional. Además, el padre de los menores se encuentra desde hace varios meses indocumentado en el archipiélago.

La lideresa de la oposición y exprimera ministra, la centroizquierdista Kamla Persad-Bissessar, ha exigido la pronta dimisión del primer ministro Rowley y se ha unido a la petición de la destitución del titular de Defensa que impulsan los opositores, ante lo que ha calificado como un infanticidio, y confesó que le “desgarraba el corazón” ver a los funcionarios atacar a los migrantes.

Repulsa internacional

El hecho ha causado conmoción en Venezuela, desde donde los ciudadanos exigen el cese de malos tratos de parte de los Gobiernos de la región, que, ante el desenfrenado aumento de migrantes de origen venezolano, han reforzado sus medidas migratorias.

En lo que va de 2022, al menos cuarto infantes venezolanos han muerto en otro país. Un bebé de dos años murió en un autobús, presuntamente por problemas respiratorios asociados a la altitud de Los Andes, cuando su familia se trasladaba de Perú a Chile. Una niña zuliana de siete años falleció ahogada en los brazos de su madre atravesando el río Grande que divide a México y a EE UU. Finalmente, un menor de dos años murió en Chile tras una mala praxis médica, después de ser intervenido quirúrgicamente por cortarse el meñique derecho por caerse con una bombilla en la mano.

Entretanto, varias agencias de las Naciones Unidas han trasladado su condena este martes a la muerte del menor a manos de la Guardia de Trinidad y Tobago y piden proteger a los migrantes. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Oficina de Derechos Humanos (ACNUDH), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) han emitido un comunicado conjunto en el que “lamentan profundamente la noticia”. @mundiario

Comentarios