El FBI detiene a dos personas acusadas de operar una comisaría secreta de la policía china

David Newman y Breon Peace. / Departamento de Justicia de EE UU
David Newman y Breon Peace. / Departamento de Justicia de EE UU

La Fiscalía ha imputado a dos ciudadanos chinos residentes en Nueva York por supuestamente operar un despacho clandestino en Chinatown sin conocimiento del Gobierno de EE UU.

El FBI detiene a dos personas acusadas de operar una comisaría secreta de la policía china

La Fiscalía de Nueva York ha imputado a dos ciudadanos chinos residentes en la Gran Manzana, este lunes, por ser los presuntos responsables de una “oficina secreta de la policía” de China en la gran metrópoli, según ha confirmado el Departamento de Justicia de EE UU a través de un comunicado, en el que reveló que el objetivo de la comisaría era el de seguir la pista de ciudadanos disidentes de Pekín.

Según el Departamento de Justicia, el despacho operó hasta otoño del año pasado, cuando las autoridades tuvieron conocimiento de la naturaleza de la comisaría ilegal, pues formaba parte de una red de más de un centenar de centros que el Ministerio de Seguridad Pública de China gestiona alrededor de ciudades de todo el mundo, de acuerdo con El País, supuestamente sin informar a los Gobiernos anfitriones que estaban presentes o que monitoreaban las acciones de disidentes residentes alrededor del globo.

“En el corazón del bullicioso barrio chino, en el Bajo Manhattan, se escondía un oscuro secreto hasta hace varios meses, un piso entero de un edificio tenía alojada y no declarada una estación de policía de la Policía Nacional China”, ha explicado el fiscal federal de Distrito Esta de Nueva York, Breon Peace, en una rueda de prensa.

Los detenidos han sido identificados como Lu Jianwang, de 61 años, y Chen Jinping, de 59 años, ciudadanos chinos residentes en Nueva York con un pasado de colaboración con la Policía Nacional de China, y que supuestamente estaban dirigidos por uno de los funcionarios del cuerpo. Ambos han sido acusados de los delitos de obstrucción a la Justicia por destruir evidencia y conspiración para actuar como agentes del Gobierno chino sin declararlo a las autoridades estadounidenses.

La Fiscalía ha imputado a los dos detenidos

En octubre, después de que la ONG Safeguard Defenders denunciara en un informe la existencia de esa red global, el FBI registró la sede física de es comisaría ilegal neoyorquina, en un piso de Chinatown. La policía federal interrogó a ambos detenidos y confiscó sus teléfonos, que tras examinarlos concluyeron que ambos parecían haber borrado el contenido de las comunicaciones entre sí y su oficial al mando, y de acuerdo con el Departamento de Justicia ambos admitieron haber vaciado la información de sus móviles.

Los fiscales sostienen que, en particular, Lu mantenía una “larga relación de confianza con la Policía china”. En 2015 participó en manifestaciones contra una secta religiosa perseguida en China, para después en 2018 intentó persuadir a una persona considerada como fugitiva en Pekín para que regresara a su país de origen y enfrentara la Justicia; pero esa persona denunció haber sido amenazada y acosada, según la prensa estadounidense.

Peace ha señalado que en al menos una ocasión los funcionarios de las fuerzas de seguridad chinas solicitaron a uno de los detenidos la localización de un activista prodemocrático de ascendencia china que vivía en California. Ahora, los dos detenidos se enfrentan a una pena de cinco años si son encontrados culpables solo por pretender ser funcionarios del Gobierno chino, pero si también se demuestra su culpabilidad por obstrucción, la sentencia ascendería a 20 años de prisión.

Además, en dos casos separados, la Fiscalía de Nueva York ha presentado cargos contra 34 y 40 funcionarios chinos, todos ellos radicados en el gigante asiático, por presuntamente crear cuentas falsas en redes sociales para hostigar y desacreditar a críticos de Pekín que residen en suelo estadounidense. @mundiario

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