España: Una radiografía a la Ley de Eutanasia a 40 días de su vigencia

Una paciente hospitalizado. / Pixabay
Una paciente agoniza en un hospital. / Pixabay

El polémico texto legal sobre el derecho a morir avanza muy lentamente marcado por la desinformación en centros hospitalarios y la objeción de organizaciones “en favor de la vida”.

España: Una radiografía a la Ley de Eutanasia a 40 días de su vigencia

Un solo caso de eutanasia en España. A 40 días de entrar en vigencia la polémica ley, solo se ha podido conceder la muerte a una mujer de 86 años en el País Vasco y los trámites ya están en camino para otras tres personas en esta misma comunidad.

Sin embargo, lo que preocupa a los defensores de la ley, es la lentitud en la forma cómo se aplica en algunos casos por desinformación de los sanitarios y centros hospitalarios y otros por las objeciones de algunas organizaciones que están en contra de la eutanasia.

Recientemente, Javier Velasco, presidente de la organización Derecho a Morir Dignamente, concedió una entrevista donde ha manifestado que la situación respecto de recién aprobada ley es “caótica y penosa" y que, a pesar que hay ya entre 70 a 100 solicitudes de personas para facilitar su paso a la muerte, han encontrado una serie de obstáculos que les impide cumplir con su voluntad.

Según ha dicho Velasco, las comunidades autónomas no han puesto en marcha las comisiones de evaluación de solicitudes conforme a lo que dicta la ley, pero además denuncia la falta de acceso a documentos para tal fin y la desinformación de muchos médicos.

Las palabras de Velasco coinciden con un llamado de la Asociación Española de Bioética y Ética Médica hacia los sanitarios para que “no colaboren con la eutanasia”, porque según su opinión “no puede considerarse como un acto propio de un profesional de la salud”.

Con este argumento, si bien la AEBI, tiene su derecho a manifestarse en contra de la eutanasia, aviva una nueva polémica en torno a este gremio, ya que podría considerarse que están llamando al desconocimiento de la ley.

Velasco insiste en que no se puede dilatar la petición de aquel ser humano que está en condición de sufrimiento y pide a las autonomías que ejerzan los mecanismos dictaminados en la ley con prontitud.

A lo tardío se suma la temporada vacacional de muchos centros hospitalarios más la situación prioritaria de la Covid-19 que imposibilita que algún sanitario facultado para iniciar el trámite de la eutanasia le preste alguna atención.

Los detractores ponen obstáculos

Los que promovieron la Ley de Eutanasia en España a pesar de haber logrado lo que parecía imposible, nivelarse en esta materia con países como Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Canadá, deberán luchar ahora por que se ejecute sin restricciones y si es posible dirimir en instancias judiciales si partidos como el PP y Vox u alguna otra organización en contra la eutanasia decide apelar a la deliberación de un tribunal.

El pasado mes de junio, Vox había solicitado al Constitucional que se suspendiera la ley, pero, no ha tenido éxito en su demanda. Con el argumento que se atenta contra el derecho a la vida, el PP hizo lo propio y hasta la fecha siguen manifestándose en contra.

La Iglesia Católica también ejerce su cuestionamiento a la eutanasia, sin embargo, al haberse aprobado la ley, ha conminado a sus fieles a un “testamento vital”, en los que se comprometan a la voluntad de recibir los medicamentos que realmente desea o que no esté dispuesto a aceptar. “El testamento vital también especifica que se administren los tratamientos adecuados para paliar los sufrimientos, pero que no se aplique la eutanasia”, según se lee en el comunicado de la página oficial de la Conferencia Episcopal.

El derecho de la objeción de conciencia

 

El Comité de Bioética de España ha aprobado un informe donde considera que la Ley de Eutanasia es muy restrictiva con el derecho a la objeción de conciencia.

“El derecho de objeción no puede restringirse a quienes intervienen directamente en el acto en tanto que profesionales de una rama sanitaria en sentido estricto (médicos, enfermeros, farmacéuticos, auxiliares de clínica, etc.), sino que la titularidad del derecho de objeción incluye también a la categoría más amplia que solemos denominar ‘personal sanitario’; es decir, a todos los profesionales que, en razón del contexto sanitario en el que desarrollan su función, tengan obligación legal de intervenir en cualquiera de los aspectos relacionados con la prestación de la ayuda para morir”.

España vs países que aprobaron la eutanasia

 

Es obvio que las cifras de eutanasia en España son absolutamente ínfimas en comparación con países como Holanda, Bélgica, Canadá que ya tienen aprobada la Ley desde hace varios años y Javier Velasco, presidente de la organización Derecho a Morir Dignamente, admite que una recién aprobada ley es difícil de aplicar en los primeros meses, aún así considera que debe haber mayor diligencia en su ejecución basado en el “sufrimiento extremo” de muchas personas.

Por ejemplo, en Holanda, hasta el año 2018, hubo 6.126 eutanasias desde que se aprobó la ley en 2001. Desde el año 2002, la eutanasia es posible en Bélgica y se estima que unas 2.000 personas recurran por año a la muerte asistida.

En Canadá, la eutanasia es legal desde el año 2015, pero apenas, un poco más del 1,12 % ha podido concretarla en el año 2018.

En los Estados Unidos, solo en ciudades como California, Oregón, Washington, Vermont y Hawai, está aprobada la eutanasia, mientras que, en Nueva Zelanda entraría en vigencia a partir de noviembre.

¿Cuántas eutanasias habría en España?

Según datos de la organización Derecho a Morir Dignamente, las cifras de los países que han regulado la muerte asistida, las eutanasias suponen un 2,1% del total de fallecimientos anuales, por ejemplo, en Bélgica. “De las casi 110.000 muertes que registraron en 2017, hubo 2.309 por eutanasia. Si trasladásemos este porcentaje a España, que registra unos 420.000 fallecimientos anuales, serían algo menos de 9.000 eutanasias al año”.

También hay que considerar que las peticiones suponen un procedimiento riguroso y no podrían ser aceptadas en su totalidad. Los venideros meses dirán cómo se comporta la sociedad española con esta ley. @mundiario

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