Ámsterdam implanta límites al sector turístico para evitar el colapso

Canal de Ámsterdam. National Geographic.
Canal de Ámsterdam. / National Geographic

La capital holandesa planea subir los impuestos turísticos para evitar que millones de turistas se paseen por sus calles y lograr que sus residentes se queden.

Ámsterdam implanta límites al sector turístico para evitar el colapso

Ámsterdam, una ciudad de 850.000 habitantes, recibió alrededor de 17 millones de turistas en 2016, algo que ha logrado que los residentes se sientan desplazados y molestos por la cantidad exagerada de personas que llegan a su ciudad, ocupando las calles, dejando basura a su paso y evitando que ellos gocen de un podo de tranquilidad. Para combatir esto, el Ayuntamiento ha decido subir los impuestos turísticos para poder recibir una mejor compensación económica y a la vez, regresan la capital a sus habitantes.

Estos impuestos quedarán en 10 euros la noche para evitar que se queden más tiempo y dejen de frecuentar al famoso Barrio Rojo de la ciudad. Según los datos que maneja el Ayuntamiento, el año pasado las mayoría de los turistas se hospedaron en hoteles económicos, evitando que pagaran grandes precios y se quedaran por más tiempo, logrando así, que las arcas municipales no se beneficiaran en nada.

Desde hace algún tiempo, el Gobierno ya había implementado ciertas campañas promoviendo que los turistas visiten otras partes del país, pero nada ha funcionado. Lo que propició que los habitantes de Ámsterdam salieran a las calles a protestar contra el turismo. A partir de esto, se tomó la decisión de subir los impuestos desde el 2018, cuando los turistas pasarán de pagar un 5% por el coste de una habitación, a pagar el 6%.

Udo Kock, concejal de Economía de Ámsterdam expresó que la medida está dirigida para las personas pudientes para que gasten más dinero en la ciudad. “Necesitamos más gente que realmente se gaste más dinero en la ciudad”, declaró para el medio holandés Het Parool. “Preferimos la gente que pasa un par de noches, visita museos y come bien en restaurantes que la gente que se da una vuelta durante el fin de semana comiendo falafel mientras se pasea por el Barrio Rojo”.

El número de visitantes a la ciudad pasará de 17 millones a 23 millones en los próximos años y eso requiere más limpieza y presencia policial en las calles. Y quiero que los ciudadanos de Ámsterdam se beneficien del éxito de la ciudad”, expresó el economista.

Las medidas de Ámsterdam no son tomadas a la ligera, porque ellos consideran que muchos de los residentes han tomado sus maletas y se han mudado para evitar el constante acecho de los turistas. Esto es un fenómeno que se está comiendo a las ciudades europeas tradicionales, en donde un caso que preocupa es el de Venecia, en donde apenas quedan unos pocos habitantes que cansados de los miles de turistas, se han ido a otras ciudades más tranquilas, ocasionando que el lugar pierda parte de su valor histórico.

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