La verdadera razón por la que murió Khashoggi
Una serie de mensajes enviados por el periodista a un activista en Canadá habrían sido los detonantes de que el Gobierno saudí ordenara su asesinato. Esta cuestión se descubre gracias a una demanda impuesta por Omar Abdulaziz, el activista, que acusa a una agencia de ciberseguridad de haber facilitado los medios para espiarles.
La historia del asesinato del periodista saudí, Jamal Khashoggi, cada vez parece más una novela negra, que algo que sucedió en la vida real. Pero no le restemos crédito, recuerden que todas esas cosas se inspiran en algo. Ahora parece haber salido a la luz la verdadera razón por la que el Gobierno saudí habría ordenado el asesinato del periodista. Otro activista saudí, Omar Abdulaziz, presentó una demanda ante un tribunal de Tel Aviv contra la empresa de ciberseguridad israelí NSO, que se encarga de vender a agencias gubernamentales el programa Pegasus, que se encarga de robar información a los usuarios de móviles y ordenadores. La información ha sido dada a conocer por el diario Haaretz, donde expresan que Abdulaziz, amigo y confidente de Khashoggi, ha denunciado que NSO facilitó el malware Pegasus a “regímenes opresores que violan la legislación internacional”. Además, expresa que el software de espionaje fue usado para interceptar unos 400 mensajes vía WhatsApp que él intercambió con el periodista asesinado desde octubre del 2017 hasta agosto de este año, dos meses antes de que asesinaran al periodista.
Esta no es la primera vez que demanda a la empresa de ciberseguridad. Un caso similar fue presentado por activistas de México, que señalan que el programa Pegasus fue utilizado por el Gobierno de Enrique Peña Nieto para espiar al menos a 88 periodistas críticos y defensores de los derechos humanos.
Abdulaziz basa su demanda la opinión de expertos de la Universidad de Toronto, que detectaron que el teléfono del activista había sido pirateado con el programa de espionaje “de nivel militar” creado por NSO. Estos mismo investigadores siguieron el rastro que los llevó hasta el Gobierno saudí.
Lo que habría molestado al Gobierno saudí de los mensajes que intercambiaron Khashoggi y Abdulaziz, habría sido la campaña que comenzarían a través de las redes sociales contra el príncipe heredero Mohamed bin Salmán. En los mensajes hablan de un movimiento digital llamado “las abejas”, donde buscaría sacudir a la juventud saudí para contrarrestar la propaganda oficial del Gobierno.
En los mensajes, Khashoghi habla de forma negativa del heredero, expresando que: “los arrestos son injustificados y no le sirven (dice la lógica), pero la tiranía no tiene lógica. Le encanta [a MBS] la fuerza, la opresión y necesita mostrarlos. Es como una bestia pac man: cuantas más víctimas come, más quiere. No me sorprenderá que la opresión llegue incluso a los que lo vitorean. Dios lo sabe”. Abdulaziz, un estudiante de 27 años, le deja saber su intención de crear un movimiento en las redes sociales: “Te he enviado una breve idea sobre el trabajo que haría el Ejército digital”. A lo que el periodista respondió: “Excelente documento. Intentaré recaudar el dinero. Tenemos que hacer algo. A veces he sido [ciber] atacado por ellos [los israelíes]. Odio tuitear”.
Unas semanas después Abdulaziz le aseguró que sus mensajes habían sido interceptados: “Una vez que escucharon acerca de las abejas, estaban realmente preocupados y perturbados. Arrestaron a mucha gente y asaltaron muchos lugares”. Y detalló que su hermano le advirtió: “No tuitees nada sobre Canadá ni sobre las abejas”, porque, “de lo contrario iré a prisión”.
El joven exiliado llegó a expresar que recibió la visita de enviados de la Riad en Canadá, que le invitaron a regresar a su país, donde recibiría grandes sumas de dinero. Pero antes, debía pasar por la embajada saudí en Ottawa para solucionar sus trámites.
Pegasus es un malware que ataca los dispositivos de forma muy rápida. El virus es enviado de forma inocente donde señalan que puede ser un simple mensaje de seguimiento de un paquete, al acceder a este, el virus en seguida se apodera del dispositivo, accediendo a toda su información, escucha llamadas, permite la lectura de mensajes, operar a través del micrófono o la cámara e incluso rastrea su historial de Internet. Ninguna encriptación se escapa de esto. @mundiario
