Venezuela: El Tribunal Supremo prohíbe a la oposición ir unida a las elecciones

Julio Borgues, María Corina Machado, Chuo Torrealba, Henrique Capriles, Antonio Ledezma, Delsa Solorzano, dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática de Venezuela. El Nacional
De izquierda a derecha: Julio Borges, María Corina Machado, Chuo Torrealba, Henrique Capriles, Antonio Ledezma, Delsa Solorzano, dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática de Venezuela. / El Nacional

La Sala Constitucional ha ordenado al Poder Electoral la desincorporación de la MUD, principal coalición opositora. La sentencia se produce luego de que la autoridad electoral anulara el partido Voluntad Popular, fundado por el líder opositor Leopoldo López.

Venezuela: El Tribunal Supremo prohíbe a la oposición ir unida a las elecciones

Crece la tensión en Venezuela debido a las elecciones presidenciales. La Asamblea Nacional Constituyente chavista impuso que los comicios se realicen antes del 30 de abril y una nueva jugada ha llegado para añadir pólvora al asunto: los partidos de oposición han comenzado a ser anulados de cara a las votaciones. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ha ordenado al Consejo Nacional Electoral (CNE) la desincorporación de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), coalición que agrupa a las principales formaciones opositoras del país caribeño.

La sala constitucional del TSJ ha establecido en la sentencia número 878 que el Poder Electoral debe excluir a la alianza contraria al gobierno de Maduro de la renovación de partidos, por violar una orden que prohíbe la doble militancia. En esa línea, la autoridad ha explicado que la MUD debe hacerse a un lado, ya que su “conformación obedece a la agrupación de diversas organizaciones políticas ya renovadas y otras pendientes de renovación que podrán participar en el proceso electoral”.

La decisión, además, llega tan solo unas horas después de que el poder electoral –favorable al chavismo– informara de la ilegalización de los partidos Voluntad Popular, fundado por el líder encarcelado Leopoldo López, y Puente, por no “atender” al proceso de renovación convocado por la autoridad comicial. “Al no atender la convocatoria de renovación de partidos hecha por el CNE automáticamente decidieron cancelar sus partidos al no cumplir con los requisitos de ley”, ha explicado Tania D’ Amelio, rectora del Consejo Electoral.

 

La renovación de credenciales ante el órgano electoral había despertado pasiones desde hace unos meses. El CNE había anunciado a finales del año pasado que los partidos Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Puente –los tres principales de la MUD– debían iniciar los trámites para enero de 2018, pero el mandato fue enérgicamente rechazado por los dirigentes de la Unidad, escudándose en el hecho de que ocho meses atrás, la autoridad electoral ya había solicitado a todos los partidos, incluyendo los del gobierno, cumplir con los trámites para reinscribirse ante el organismo.

En aquel entonces, los partidos opositores –ahora penalizados–, cumplieron satisfactoriamente con la meta y por eso consideraban innecesario someter a los militantes a una nueva jornada de validación. Sin embargo, formaciones como Acción Democrática y Primero Justicia, lideradas por figuras como el veterano Henry Ramos Allup y Henrique Capriles y con una línea política más moderada, abrieron la puerta a cursar el trámite de la renovación ante al CNE una vez más este mes de enero.

 

Ahora, la nueva sentencia del TSJ entierra una posibilidad que ni siquiera había quedado del todo clara: la fracturada MUD trabajaría en conjunto para inscribir la boleta de la Unidad como organización paraguas de la coyuntura actual. Los dirigentes de la formación han rechazado el fallo y lo han atribuido a razones políticas más que jurídicas. "Inhabilitar a la tarjeta de la Unidad sólo demuestra el miedo que Nicolás Maduro y su gente le tienen al pueblo. Una vez más queda demostrado que sólo la Unidad de Venezuela podrá vencer cualquier batalla", dijo en un mensaje de Twitter el diputado opositor Stalin González.

Está claro que la estrategia busca sacar del juego una tarjeta electoral amplia y unitaria por la que podía votar todo el mundo, no solo militantes de los partidos, sino también independientes. La cuestión es sencilla: divide y vencerás. Y Maduro lo tiene claro. En 2015, la coalición opositora obtuvo más de 7.700.000 votos en las elecciones parlamentarias de la nación, un hecho histórico que no solo le permitió recuperar el poder de la Asamblea Nacional, sino que también abrió la puerta a una nueva fuerza política.

Los expertos señalan que a estas alturas sería imposible crear otra organización común, por lo que para participar en los comicios presidenciales la oposición solo tendrá una opción: usar la tarjeta de alguno de los partidos de la coalición. 

En el aire sigue estando, a su vez, el debate opositor en torno a ir o deslindarse de las elecciones convocadas por la Constituyente. Una idea con la que la formación contraria a Maduro ha coqueteado desde hace un tiempo y que le ha colocado contra las cuerdas del poder plenipotenciario del país. Incluso ya han sido penalizados por haber decidido no participar en los pasados comicios de alcaldes ocurridos en diciembre.

El panorama se complica. Hasta ahora lo único seguro es que Nicolás Maduro será el candidato del chavismo en la nueva contienda y al parecer la única opción para votantes oficialistas y también opositores. @mundiario

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