Sánchez y Montero: una guerra interna que empieza a cansar al presidente del Gobierno

Irene Montero, ministra de Igualdad; y Pedro Sánchez, presidente de Gobierno. / RR SS.
Irene Montero, ministra de Igualdad; y Pedro Sánchez, presidente de Gobierno. / RR SS.
El mandatario muestra cansancio ante las polémicas generadas por su socio. Desde la formación morada aseguran que el problema no es el tono sino las discrepancias que existen en asuntos claves.
Sánchez y Montero: una guerra interna que empieza a cansar al presidente del Gobierno

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, empieza a mostrar cansancio ante las continuas polémicas que enfrenta con su socio, Unidas Podemos, en especial en lo que tiene relación con la modificación de la ley del solo sí es sí. El presidente teme que con el paso del tiempo, los problemas sigan creciendo en medio de un calendario importante con dos procesos electorales en los próximos meses. En el caso de Podemos, el problema no es el tono que emplean desde el partido mayorítario, sino las discrepancias que existen en asuntos claves.

Fuentes citadas por 20 Minutos, destacan que el cansancio de Sánchez se concentra específicamente en Irene Montero. La ministra de Igualdad se ha posicionado claramente en contra de la modficación presentada por el PSOE de la ley del solo sí es sí, cuestión que enfurece al PSOE, cuyos miembros acusan a la Montero de "deslealtad". Igualmente, descartan que ellos hayan traicionado a la formación morada ya que su intención nunca fue llevar en solitario la reforma, en cambio, ofrecieron inicialmente a Igualdad lanzar una correción conjunta, cuestión que ellos rechazaron de forma tajante. 

Evitar confrontaciones públicas

El pasado martes se debatió en el Congreso la toma en consideración de la reforma para la ley y la imagen ofrecida entre los socios fue interesante. Desde la bancada del Gobierno apenas hubo asistencia, y mientras comparecía Andrea Fernández, secretaria de Igualdad de los socialistas; Montero e Ione Belarra, titular de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, se limitaban a negar con la cabeza. Al parecer no hubo una orden directa de Sánchez de que no asistieran, pero es llamativo que tanto él como sus ministros quieran evitar las confrontaciones públicas contra sus socios. 

Desde que asumió las riendas del Gobierno, Sánchez adoptó la estrategia de no polemizar directamente con los ministros de Podemos, dejando que sean los ministros socialistas quienes hagan frente por él y asistan la polémica de turno. El último enfrentamiento tuvo como protagonistas a de Belarra con Margarita Robles, ministra de Defensa, con esta última pidiendo "humildad" a la primera.

La orden que si envió Sánchez es la de cuidar la coalición rebajando el tono ante los escándalos que protagoniza Podemos. Esto lo confirmó María Jesús Montero, vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, quien solicitó "no alimentar ninguna escalada de descalificativos ni de palabras", en cambio, pidió "seguir cosiendo" porque, dijo, "sigue mucho más lo que nos une que los que nos separa".

"El programa de Gobierno que nos une es tan fuerte e importante que se pueden producir situaciones puntuales de discrepancia que se superan evidentemente porque nos debemos a los ciudadanos", dijo durante una entrevista en RNE.

Podemos mantiene su posición

Ante la bajada de tono del PSOE, desde la formación morada no están preocupados por dicho tono, en cambio, fijan su inseguridad ante las crecientes discrepancias que hay en temas que consideran claves como la ley del solo sí es sí, la reforma de la ley mordaza o la ley de vivienda. Su pensar es que mientras sigan existiendo estas discrepancias, será inevitable que sigan visibilizándose. @mundiario

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