La OTAN crea una célula para revisar infraestructuras críticas submarinas

El presidente de EE UU, Joe Biden, junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. / NATO.com
El presidente de EE UU, Joe Biden, junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. / NATO.com
La Alianza Atlántica busca reforzar la protección de instalaciones energéticas y de telecomunicaciones de Occidente tras el sabotaje del gasoducto Nord Stream.
La OTAN crea una célula para revisar infraestructuras críticas submarinas

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha acordado la creación de una célula que revisará infraestructuras críticas submarinas de los aliados. La Alianza Atlántica ahora tiene en la mira aumentar la protección de oleoductos, gasoductos y cables submarinos de datos, tras el sabotaje del proyecto gasístico ruso Nord Stream en el mar Báltico, que produjo una fuerte explosión de tuberías y un desastre ambiental.

Para Bruselas, las infraestructuras energéticas y de telecomunicaciones cruciales se han convertido en un puntos críticos y probables blancos para ataques de adversarios, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania y otras amenazas. Con ese precedente, la OTAN espera dotar de mayor protección aérea y marítima en las instalaciones aliadas, para tener infraestructuras más seguras y para tener un sistema de defensa que pueda disuadir futuros ataques, que será dirigido por el militar alemán retirado Hans-Werner Wiermann.

El sabotaje de los gasoductos Nord Stream nos ha recordado a todas las vulnerabilidades a las que nos enfrentamos (…) esto apoyará nuestros esfuerzos para evitar y contrarrestar las amenazas a la infraestructura crítica, incluidos los cables y tuberías submarinos”, ha declarado el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, tras la reunión de ministros de Defensa, que tomará decisiones adicionales en ese ámbito en la cumbre prevista en Vilna en julio.

La OTAN alerta de la vulnerabilidad de las instalaciones, por lo que, según ha explicado Stoltenberg, la Alianza intentará coordinar la industria, el sector privado, los equipos de defensa y de seguridad. Estas acciones conjuntas llegan en un momento en el que la Comisión Europea demuestra su intención de reforzar sus infraestructuras críticas para protegerlas de riesgos de seguridad, ataques terroristas o desastres naturales, por lo que ahora la OTAN y la UE podrán colaborar en este campo.

¿Quién está detrás del sabotaje del Nord Stream?

El anuncio de las medidas que tomará la Alianza Atlántica se producen justo después de la polémica que desató el regreso del protagonismo del Nord Stream, con la publicación de un artículo firmado por el periodista estadounidense Seymour Hersh, en el que asegura que el sabotaje en el gasoducto fue ordenado por el presidente de EE UU, Joe Biden, a través de un equipo de élite que trabajó en secreto y con colaboración escandinava.

El artículo de Hersh, que cita una fuente anónima, relata que los buzos estadounidenses instalaron explosivos en el gasoducto, en medio de los ejercicios militares anuales en el mar Báltico, y que fueron detonados en septiembre con la ayuda de Noruega, todo bajo la connivencia de Suecia y Dinamarca de lo que estaba sucediendo en sus aguas territoriales.

Sin embargo, tanto Washington como Olso han rechazado la veracidad del artículo. Mientras la Casa Blanca lo tacha de “ficción total”, Noruega ha defendido que el relato detalla los nombres y el recorrido de varios barcos que en realidad no estuvieron allí, según demuestran los datos abiertos acerca del tránsito de estas embarcaciones en la región, de acuerdo con El País.

Mientras tanto, Alemania tiene investigaciones abiertas ya que se trataba de uno de sus principales y más polémicos proyectos, al mismo tiempo que Suecia y Dinamarca llevan a cabo pesquisas propias pues las detonaciones ocurrieron en sus territorios. Los casos están en sus respectivas fiscalías, siguen en marcha, pero la hipótesis que ha cobrado más fuerza es que el sabotaje haya ocurrido con la colaboración logística de un Estado. Polonia y Ucrania han acusado a Rusia, sin evidencias, que a su vez ha acusado directamente al Reino Unido, también sin pruebas. Ahora el Kremlin ha cambiado de parecer tras la publicación del artículo y ha señalado a Washington, a quien ha pedido explicaciones pese a solo tener la nota periodística como forma de prueba. @mundiario

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