Nuevo baño de masas de Pedro Sánchez, esta vez en Ourense

Pedro Sánchez, en Ourense. / Mundiario
Pedro Sánchez, en Ourense. / Mundiario

Tras llenar en Cádiz y en otras ciudades, también en Galicia le acompañó la militancia socialista. De poco o nada sirvió el desdén con el que trató a Pedro Sánchez el alcalde Abel Caballero, aliado de Susana Díaz.

Nuevo baño de masas de Pedro Sánchez, esta vez en Ourense

Nuevo baño de masas del ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez, esta vez en el edificio Politécnico del Campus de Ourense, en su primer mitin de campaña en Galicia en la carrera para ser elegido el futuro líder de la formación. Tras una fugaz visita a Ponte Caldelas, y ante un auditorio abarrotado y con decenas de personas que se tuvieron que conformar con ver su intervención en una pantalla de televisión situada en una sala anexa, Sánchez esbozó las líneas maestras de su candidatura para las primarias de mayo, que, según él, constituirán el "kilómetro cero del gran cambio político" en España.

Tras una breve presentación que corrió a cargo de Carmen Rodríguez Dacosta, José Ángel Vázquez Barquero e Ignacio Gómez, firmes defensores de la labor de Sánchez, este subió al estrado para defender la "esperanza de recuperar el PSOE de izquierdas", recordando a Manuel Suárez Castro, alcalde de Ourense que fue fusilado en 1937, y reconociendo que ha pasado "momentos duros" en los últimos meses.

Pedro Sánchez, en Ourense.

Según informa también el diario La Región de Ourense, ante un público volcado que lo interrumpía constantemente, Pedro Sánchez dejó claras sus intenciones en caso de conseguir el apoyo mayoritario de la militancia en las primarias. "Estamos en un momento trascendental y solo hay dos proyectos posibles, un PSOE de la abstención o un PSOE de izquierdas, creíble", indicó Sánchez, que prometió, no obstante, que "nadie perderá tras el resultado porque ningún socialista es el adversario". Otra constante de su proyecto pasa por mostrarse como el partido antagónico del PP, rechazando cualquier acercamiento como "la abstención de la gestora", a la que reprochó que dilatase tantos meses la convocatoria del Congreso del PSOE.

Aunque Sánchez entiende que el PSOE debe "coger la bandera de la izquierda", dejó algún guiño, mezclado con reprimenda, a Podemos, recordando como, por ejemplo, Portugal está siendo liderado por un gobierno progresista. "Salimos a ganar, pero hay que ser consciente del panorama político. Si los que pudieron hubieran querido, ahora tendríamos un gobierno progresista", afirmó Sánchez, con el resultado de las elecciones del 20-D todavía fresco. Al ritmo de la Internacional y con el puño en alto, Sánchez y sus partidarios cerraron el acto. "Nunca he caminado solo, gracias", concluyó.

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