Novedad del multipartidismo: la negociación se centra en los cargos

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en La Moncloa, octubre 2018. / Pool Moncloa/Fernando Calvo
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en La Moncloa, octubre 2018. / Pool Moncloa/Fernando Calvo

Conocíamos los males del bipartidismo por experiencia, por sus amaños, y también las consecuencias del tripartito de Zapatero.  Ahora vamos a  conocer las del multipartidismo en el gobierno nacional.

Novedad del multipartidismo: la negociación se centra en los cargos

Hasta ahora había dos tipos de pactos para formar gobierno y gobernar sin mayoría absoluta. Una era la tradicional de lograr el apoyo de un partido nacionalista pagando el precio que siempre ponía, y todo gracias a una Ley Electoral que les otorgaba una representación desproporcionada, y se la sigue otorgando, porque el bipartididmo nunca quiso cambiarla aunque no tuvieron reparos en pactarlo en los acuerdos programáticos que hicieron ambos con Ciudadanos en su día. La otra manera de formar gobierno la introdujo Ciudadanos anteponiendo el programa a todo lo demás, y así lo hizo en Madrid, Murcia o Andalucía, y ofreciendo apoyo a cambio de acuerdos, algo parecido a lo que Sánchez le solicita a Iglesias ahora.

Ahora son varios los partidos que se necesitan para formar gobierno en el ámbito local y autonómico, y muchos más en el ámbito nacional. Localmente será más fácil porque allí donde suman dos partidos, Vox se ha adelantado a Ciudadanos y ha logrado entrar en los ayuntamientos del PP en ciudades tan importantes como Almería, Algeciras, o todo el noroeste de Madrid (Majadahonda, Pozuelo y Las Rozas) donde Cs tiene una representación mucho mayor. Si eso tiene contrapartidas en otras partes donde negocia Cs o no lo sabremos el sábado, día en que se constituyen los ayuntamientos, pero debe tenerla porque Rivera lleva todo este período asegurando  que su primera opción siempre será el PP mientras el PP cerraba los acuerdos con Vox donde sumaba aún sumando más con Ciudadanos.

La gran novedad del multipartidismo es que ya no se negocian programas, eso es ahora lo de menos, se negocian directamente cargos y luego ya se hablará del programa si hay tiempo. Se formarán alianzas sobre las que los votantes no tendremos opinión porque aquí no hay segunda vuelta, y es probable que ni siquiera información y que nos enteremos de quiénes son alcaldes o presidentes autonómicos el mismo día y sin saber porqué. 

La gran novedad del multipartidismo es que ya no se negocian programas, eso es ahora lo de menos, se negocian directamente cargos y luego ya se hablará del programa si hay tiempo.

Esto es especialmente cruel en los apoyos de Pedro Sánchez para ser investido presidente, aunque ya sabemos que cada partido pondrá un precio a su apoyo aunque solo tengan un diputado o dos. Así Revilla ha pedido 1.000 miil€ para el AVE a Cantabria, los independentistas catalanes negociar la autodeterminación con un relator delante, y Bildu nada, se conforma con que le dejen seguir a la conquista de Navarra como Més lo hace con la de Baleares o Compromís con la de Valencia mientras el PNV se conforma de momento con que el Cupo se siga calculando mal porque cualquier otra solución, hasta la independencia, sería mucho más cara. Y todo esto para la investidura porque cada vez que el PSOE necesite aprobar una ley todos, incluso CC y el PAR, pedirán algo a cambio. Sánchez lo sabe. Son demasiados partidos a pedir incluso para los Reyes Magos y Papa Noel juntos y por eso no ha parado de llamar a la puerta de Ciudadanos que es la única manera de formar un gobierno estable con solo dos partidos, pero con el inconveniente de que estos partidos se han alejado mucho por la influencia de Podemos y la falta de resolución para parar el Procés por parte de Sánchez. No sería fácil hoy alcanzar un acuerdo de 200 puntos programáticos como lo fue hace cuatro años cuando se esperaba el milagro de que Iglesias los apoyase. Quizás no bajarán de cien los puntos en que coinciden todos los partidos no soberanistas pero eso no tuvo peso alguno.

Visto que Rivera reta a Sánchez a formar Gobierno con Podemos y nacionalistas, a éste no le ha quedado otra salida que ofrecer cargos de cooperación a Pablo Iglesias. Todo el mundo dice no saber que es eso pero el ejemplo no puede ser más reciente, todo consiste en regalarle algo como TVE o las presidencias de algunas empresas públicas o incluso alguna Diputación que es donde siempre sobra el dinero, pero Sánchez sabe perfectamente que en la negociación de presupuestos, o cualquier proyecto de ley, las peticiones y chantajes serán tantos que no podrá atenderlos y tendrá que convocar nuevas elecciones antes de seis meses. Algo que desea porque el PSOE está creciendo y Podemos está en clara descomposición abandonado por los errejonistas, las Mareas, Compromís, y con los andaluces de espaldas, sin contar que puede continuar Colau en Barcelona que es una clara soberanista que compromete al PSOE a nivel nacional. Sánchez esto lo tiene claro así como que Vox seguirá cayendo en beneficio del PP con el que es más fácil entenderse entre bambolinas. Lo que ya no está tan claro es qué puede ganar Ciudadanos en una nueva cita. De momento ha decidido anteponer su ideología a la petición que le hacen las encuestas, los empresarios o la UE, y si hay algo más habrá que esperar a que se formen los gobiernos aunque su perla dorada, la alcaldía de Madrid, fácil no está.

Mientras seguimos especulando, es evidente que de los grandes problemas de España no se habla. Nadie ha propuesto grandes proyectos para España a la espera de ver quien se suma, aunque es honrado decir que tanto PP como Cs han transmitido a Sánchez que para temas de Estado siempre estarán a su disposición, pero no ha llegado a nosotros si esos asuntos de Estado han sido concretados. De momento no se ven consensos para evitar que la tasa de paro sea el doble de la europea, que nuestra deuda sea inadmisible porque tiene un coste que de ser disminuido lograría evitar el déficit aún gastando más y nos deja indefensos frente a una crisis, o con el Pacto de Toledo para garantizar las pensiones, o de los cargos políticos donde tenemos más senadores que Estados Unidos, de la inmunidad, de prohibir indultos a políticos, de una tarjeta sanitaria para toda España, del nombramientos de jueces de Tribunales, y de tantas cosas que solo requieren sentido de Estado sin importar el color. Tampoco sabemos cómo esperan los partidos constitucionalistas resolver el problema catalán que con el respaldo del 47% de los votantes, tienen sometida a Cataluña a una dictadura.

Esperemos que despues de que todos los pactos se cierren nos los expliquen porque la gente no los votó ni fue consultada y necesitamos que nos convenzan de que es el mal menor, el que aporta más soluciones. @mundiario

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