Marine Le Pen empieza a recortar distancias en las encuestas con Macron

Marine Le Pen durante un acto de campaña. / Twitter
Marine Le Pen durante un acto de campaña. / Twitter

La aspirante a la Presidencia de Francia por el eurófobo Frente Nacional subió cuatro puntos en los sondeos en el marco de fuertes protestas en su contra y de Macron.

Marine Le Pen empieza a recortar distancias en las encuestas con Macron

Faltan exactamente seis días para que se celebre la segunda vuelta de las elecciones en Francia y el panorama empieza a nublarse. Luego de que el triunfo en primera vuelta de Emmanuel Macron desatara una alegría generalizada en Bruselas, la situación ha tomado un vuelco inesperado, todavía no definitivo, por supuesto, pero que habrá cuando menos rebajado los ánimos.

La eurófoba Marine Le Pen, quien corre por la Presidencia por el populista Frente Nacional (FN), empieza a dar pasos alargados para recortarle a Macron, quien con todo sigue manteniendo una ventaja relativamente cómoda. De acuerdo a un estudio conducido por el Instituto Odoxa, Le Pen junta el 41% de los votos, en tanto que el aspirante por el partido En Marche! tiene el 59%. Son 18 puntos porcentuales de distancia, pero hace apenas una semana los porcentajes eran del 63% para Macron y un 37% para Le Pen. Así, la líder del xenófobo FN empieza a tomar aire aunque todavía debe superar los conflictos internos, que quedaron desnudados este 1 de mayo durante una manifestación por el Día de los Trabajadores en París, en la que los sindicatos no fueron capaces de llegar a un acuerdo sobre su discurso.

Hace 15 años, 1.3 millones de personas salieron a las calles convocadas por los sindicatos para protestar contra Jean-Marie Le Pen, padre de la hoy segunda en discordia por el Palacio del Elíseo. En aquella ocasión, Le Pen padre avanzó a la segunda vuelta de las elecciones que terminaría perdiendo contra Jacques Chirac, y sus políticas de extrema derecha unieron al país en su contra. Ahora, en pleno 2017, los sindicatos están en una encrucijada. El apellido Le Pen sigue siendo anatema, pero Macron no es tampoco una panacea. Esa división ha dejado como resultado una manifestación muchísimo más discreta que la de 2002. De acuerdo al Ministerio del Interior, las calles fueron tomadas por 142.000 personas, divididas en su discurso. La policía local tuvo que repeler disturbios en medio de las demostraciones.

El País explica que la Confederación Francesa Democrática de Trabajo (CFDT), que recientemente se coronó como el gran sindicato de Francia, llamó a los franceses a participar en una marcha "republicana" para la mañana de este lunes en sociedad con el sindicato Unsa y la Federación de Asociaciones Generales de Estudiantes en el distrito XIX de París. Los líderes de la federación han convocado al país para evitar el ascenso de Le Pen al poder, pidiendo de paso el voto por el centrista Macron.

"Porque el FN es un partido autoritario, xenófobo y de regresión social. No es un partido como los otros y nosotros nos negamos a permitir su banalización", explicó el sindicato. "Llamamos a los electores y electoras a bloquearlo y a votar masivamente por el candidato republicano", prosiguió sin querer decir el nombre de Macron de forma deliberada, como sí lo hizo Unsa. La agencia local France Presse (Afp) ha aclarado que la convocatoria fue atendida solamente por entre 200 y 300 manifestantes.

Entretanto, el sindicato CGT convocó a otra marcha en la Plaza de la República, escoltado por otros sindicatos y organizaciones izquierdistas. Esta marcha fue más concurrida pero se mantuvo de cualquier forma lejos de las estadísticas de las demostraciones de 2002. La movilización dejó a cuatro agentes de policía heridos tras enfrentamientos con encapuchados que les atacaron con bombas molotov. Uno de estos agentes sufrió graves heridas en una mano y otro compañero en la cara, trascendió desde el Ministerio del Interior, que condenó esta "violencia intolerable" y se comprometió a que los responsables responsan ante la Justicia. Las fuerzas policiales aplacaron las protestas con gases lacrimógenos.

Las manifestaciones intentan mantenerse a una corta distancia de los dos candidatos al Elíseo. No osbtante, en los últimos días la populista Le Pen ha hecho lo posible por traer a sus aguas a las almas descarriadas de la izquierda, decepcionadas por el proceder de Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa, y a quien le dieron su apoyo en la primera vuelta. Le Pen ha atacado al banquero Macron, término despectivo que usa para referirse a él, de ser la cara de la "oligarquía" y de la "casta". Para la política de 40 años, un triunfo de Macron representaría una nueva legislatura de beneficios deliberados y exclusivos para la élite y al servicio de lo que ordenen Bruselas y Berlín.

Para Le Pen, los sindicatos son agrupaciones que no buscan más que proteger sus puestos y privilegios, en lugar de servir a "los intereses de los asalariados".

Manifestaciones contra los dos

Y así, cada uno intentando sacar apoyos hasta de debajo de las piedras, Francia está dispuesta a mostrar su rechazo a ambos. Mélenchon se ha negado a dar una directriz de voto a quienes le votaron en la primera vuelta, considerando que Macron es el candidato de la "extrema finanza", mientras que Le Pen es de la "extrema derecha", por lo que no es posible elegir entre uno y otro. Varios activistas han llamado a una marcha contra la pareja que aspira a la Presidencia. El acto será organizado por el autobautizado Frente Social.

La capital fue tomada por centenares de personas al grito de la consigna "contra el fascismo y el capitalismo". La marcha fue convocada por agrupaciones anarquistas que caminaban hacia la Plaza de la República, en donde se unieron a otras protestas civiles de menor convocatoria. La Policía local confirmó que 4.800, 6.000, 5.000 y casi 2.000 personas marcharon en Marsella, Toulouse, Lyon y Estrasburgo, respectivamente, les cita El País.


 

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