Lo de Maria García (Bárbara Rey) y Juan Carlos I deriva en astracanada

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Juan Carlos y su amiga
Lo de llevarla al Senado a declarar sobre el cobro de sus servicios al rey honorífico marca el nivel al que ha llegado este episodio.
Lo de Maria García (Bárbara Rey) y Juan Carlos I deriva en astracanada

El asunto de las amantes, denuncias, robos de material comprometido e intervenciones de los servicios de inteligencia del Estado como palanganeros mayores en un caso y otros como protectores del interfecto objeto de chantaje por dejarse grabar en la misma cama donde se solazaba con una de sus amigas, ha pasado estos días del vodevil a la pura astracanada ante la posibilidad que de la ciudadana María García García se persone de modo voluntario en el Senado para informar, cosa a lo que parece dispuesta, del alcance de los cobros que percibió por callar la boca sobre sus relaciones íntimas con Su Majestad Católica, ahora honorífico, que Dios Guarde, Juan Carlos I.

El viernes, 27 de junio de 1997, el diario “El Mundo” daba cuenta de que la tal María García, conocida como Bárbara Rey, había presentado una denuncia en la comisaría del distrito madrileño de Tetuán en la que acusaba al empresario y embajador de España Manuel Prado y Colón de Carvajal, amigo íntimo y secretario privado de Juan Carlos, de robarle casetes, cintas de vídeo y fotografías comprometedoras. Este material, dijo entonces, además de afectar a su intimidad perjudica a “una persona importante de la cual no desea en estos momentos decir su identidad”. De las propias manifestaciones de la interfecta a sus amistades se conoció que la actriz llevaba 17 años de relación con el misterioso personaje y que éste la visitaba con frecuencia.  Cuando le preguntaron quién era la personalidad de la rocambolesca historia, respondió: “Nunca he revelado un nombre ni lo haré. Si alguna vez tengo que contar cosas escribiré un libro en el mundo entero”. Pero en unas declaraciones emitidas en el programa de María Teresa Campos en Tele5, la artista murciana dijo literalmente: “Yo sólo he dado cariño a quien lo necesitaba”, y, mirando fijamente a la cámara, advirtió: “A mí me matarán. Espero que no se atrevan con mis hijos, porque entonces Dios me dará una segunda vida para cargarme a quien haga falta. Yo llego hasta el final y la gente sabrá quién me ha matado”.

Es curioso que en las denuncias de 1997 de Bárbara Rey y la de 2020 de Corinna Larsen, ambas acusen de allanamiento de sus moradas, robo de documentos comprometedores y amenazas personales y a sus familias. Cotejar ambas denuncias produce realmente no pocas sorpresas hasta en los beneficios económicos que ambas obtuvieron. Una paradoja de esta historia es que la tradicionalmente declarada “monárquica” actriz, ahora no se cansa de proclamar que ella es una convencida republicana, cosa que dijo en el programa “La cocina del infierno”. Lo mismo le pasó a Carmen Ruíz Moragás, amante y madre de dos hijos de Alfonso XIII, quien en su tiempo sufrió idéntica transformación, según refleja la prensa de la época. Y es que, por lo que se ve, cuando el amor se acaba, hasta se cambia de ideas políticas.

Curiosidades gastronómicas

 Dentro de los aspectos más insólitos de la actual astracanada, se han citado algunos muy curiosos de los encuentro erótico-gastronómicos de Juan Carlos y la que él llamaba “La Pariente”, sobre el modo en que el Rey gustaba de saborear las paellas que le preparaban. Además, Bárbara disponía de un amplio muestrario de todo tipo de elementos de prueba sonoros y visuales de sus encuentros con el monarca. Entre ellas, una colección de 37 fotos en el jardín de su casa que reflejaban claramente una relación íntima, una cinta de vídeo que recoge unos minutos de intimidad sexual y varias cintas de audio con mensajes del contestador automático. Bárbara Rey se cuidó de realizar copias de seguridad, sospechando que el rey iba a dar por finalizada su relación.

Es evidente que, con los cobros en metálico, por importe de 625 millones de pesetas y los ingresos de los programas de las televisiones, Bárbara Rey se lucró de sus relaciones con el monarca para que se callara, tras chantajearlo en dos ocasiones. En el año 2000 fue contratada para conducir un programa de cocina en Canal 9, la misma cadena que tres años antes le había prohibido la entrada, aparte del programa que le otorgaron en TVE en hora punta. A finales de verano del 2014 el programa de Telecinco Sálvame anunció durante toda la semana que la invitada próxima será la popular vedette. Para tal cuña publicitaria emplearon un “Bárbara Rey lo cuenta todo”, creando una expectación que se desinflaría la misma noche de la entrevista ya que el tema a tratar fue su adicción al juego, En su momento se sospechó que la artista hubiera querido quedar embarazada de Juan Carlos. Sobre esa eventualidad, hasta expertos en Derecho Civil y la Constitución publicaron sesudos análisis.  El supuesto giraba sobre la responsabilidad personal, es decir, civil del Rey, y el hecho de que según la Constitución española los hijos habidos fuera del matrimonio tienen los mismos derechos que los considerados legítimos. Era lo que le faltaba a esta interminable historia, otro heredero.

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