EE UU alerta de que Rusia podría empezar a atacar con armas biológicas

La Casa Blanca teme que Moscú produzca varias operaciones de bandera falsa, para justificar ofensivas con armas químicas y biológicas en Ucrania.

EE UU alerta de que Rusia podría empezar a atacar con armas biológicas

El presidente de EE UU, Joe Biden, ha advertido de la posibilidad de que Rusia ejecute ataques cibernéticos contra Occidente, y que Moscú utilice armas químicas y biológicas para acabar con la guerra en Ucrania, a través de operaciones de bandera falsa, fabricadas desde el Kremlin, para poder justificar el empleo de armas no convencionales, lo que agravaría rotundamente el conflicto.

Biden explicó que el presidente ruso, Vladimir Putin, no se esperaba el grado de unidad que ha demostrado Occidente en su contra, y que “su espalda está contra la pared”, por lo que el Kremlin estaría dispuesto a emplear armas no convencionales, como las armas químicas o biológicas, para vencer a la resistencia ucraniana, que ha podido frenar y alargar la intervención rusa que esta semana cumple un mes desde su despliegue.

“Ahora está hablando de nuevas banderas falsas que está estableciendo, incluida la afirmación de que nosotros, en EE UU, tenemos armas biológicas y químicas en Europa, simplemente no es cierto”, dijo Biden. "También están sugiriendo que Ucrania tiene armas biológicas y químicas en Ucrania. Esa es una señal clara de que está considerando usar ambas”, sostiene el presidente estadounidense.

EE UU ha respondido así a las acusaciones de Moscú, que indican que Washington y Kiev mantienen continuos programas de investigación y de desarrollo de armas basadas en patógenos mortales y sustancias altamente tóxicas, que presuntamente habrían sido sospechadas por el Kremlin, y que supuestamente se encontraron indicios de que se encontraban al menos 30 laboratorios de este tipo en Ucrania.

Washington prevé ciberataques rusos

Biden también afirmó que sus servicios de inteligencia han obtenido información de que Rusia planea enfocar a EE UU como un objetivo, en el nuevo campo bélico, el ciberespacio. La Casa Blanca está previniendo que el Kremlin despliegue nuevos ataques cibernéticos, como ha estado haciendo en Ucrania o en Polonia, pero que las víctimas serían las estructuras tecnológicas estadounidenses.

Así, Washington sostiene que Rusia está “explorando opciones” para desplegar este tipo de ataques, y que ya han detectado “actividad preparatoria” en este sentido. Por ello, el mandatario urgió a las agencias privadas tecnológicas, quienes poseen y gestionan la mayoría de la infraestructura clave estadounidense, a que “aceleren los esfuerzos para cerrar sus puertas digitales” y refuercen sus sistemas de seguridad.

La asesora de Ciberseguridad, Anne Neuberger, aseguró durante una rueda de prensa que EE UU está “preparado para responder” en caso de que Moscú decida llevar a cabo “ciberataques perturbadores contra la infraestructura clave” del país. Ya a finales de febrero, medios locales habían adelantado de que, en el interior de la Casa Blanca, se estaban dando conversaciones para lanzar ataques cibernéticos como respuesta a Rusia, y que sirvieran también para entorpecer su avance en Ucrania.

Amenaza de armas nucleares

A los pocos días de haber sido ordenada la “operación espacial militar” que Putin usa para “desmilitarizar y desnazificar” Ucrania, el Kremlin puso en alerta a sus fuerzas de disuasión nuclear, por lo que desde el inicio de la invasión se ha barajado sobre la mesa la amenaza de que la Tercera Guerra Mundial sea protagonizada por ataques nucleares.

El New York Times recoge una serie de opiniones de diversos analistas en defensa, como el experto nuclear de la Universidad de Hamburgo, Ulrich Kühn, quien sostiene que, aunque las probabilidades son bajas de que se desate un ataque nuclear, sí que van en aumento. “La guerra no va bien para los rusos y la presión de Occidente está aumentando”, explica el especialista.

Joe Biden, presidente de EE UU, y Vladimir Putin, presidente de Rusia. / Twitter @mae_rusia
Joe Biden, presidente de EE UU, y Vladimir Putin, presidente de Rusia. / Twitter @mae_rusia

Por lo tanto, las fuentes expertas consultadas por el diario comentan que podría darse el caso de que, a pesar de que Rusia tenga cierta ventaja a través de la disuasión nuclear, Moscú opte por lanzar pequeños ataques con bombas o misiles con capacidad de ojivas nucleares, como los misiles supersónicos que ha comenzado a emplear en el oeste, para que impacten en zonas deshabitadas para demostrarle a Occidente que “ataques más mortales están por venir”.

Las grandes potencias tienen permitido la producción de ojivas nucleares pequeñas, al no existir ningún tratado que prohíba las armas nucleares “tácticas o no estratégicas”. Se calcula que Rusia posee unas 2.000, mientras que EE UU sólo tendría alrededor de 100 en Europa. Aunque se sepa que las armas nucleares actuales no tienen la misma magnitud que las del siglo XX, siguen suponiendo un riesgo masivo. Un simulacro de la Universidad de Princeton augura que, si ambos bloquen se disponen a atacarse mutuamente con estas armas, en cuestión de pocas horas ya se tendrían 90 millones de bajas. @mundiario

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