¿Deben reflexionar los catalanes sobre declaraciones como las de Obama o Merkel?

Banderas de España y de Cataluña.
Banderas de España y de Cataluña.

El pueblo catalán, que es inteligente, antes de depositar la papela del sí en las urnas debería mirar bien la verdadera cara de la realidad y obrar en consecuencia.

¿Deben reflexionar los catalanes sobre declaraciones como las de Obama o Merkel?

El pueblo catalán, que es inteligente, antes de depositar la papela del sí en las urnas debería mirar bien la verdadera cara de la realidad y obrar en consecuencia.

¿Independencia para qué? De más está decir que la actitud de los seguidores del independentismo catalán no llegará a Ítaca en el caso de que abandonara España. A estas alturas de la partida, nadie se cree que dos territorios que han vivido cientos de años juntos, serán más prósperos separados, y sus vidas más placentera que las que llevaban hasta ahora. Claro que los independentistas pueden pensar en vivir una aventura, lo que pasa es que sería una aventura de muchísimos riesgos y que, a la postre, no conduce a ninguna parte; ni para ellos mismos ni para la propia España.

Las heridas económicas comenzarían a abrirse una vez haya acabado el recuento de los votos y consigan, si lo consiguen, esa mayoría. Dicho en una palabra: si en verdad alcanzasen esa “mayoría de votos”,  pese a que no creo que quepa lo imposible, aun así desaparecerían del horizonte esas nubes oscuras, sino que se hincharían más. Ni tampoco verían Ítaca (no la pequeña isla griega, situada en el mar Jónico, sino la de Ulises), no, no, por ninguna parte aparecerá la ciudad soñada. 

Ni nadie vendrá a echarle una mano salvadora. Aunque lo sorprendente de una aventura como esta sería su propia levedad, y eso vendrá justo cuando las cosas no tengan ya remedio.

Pese a todo, lo peor son los sentimientos de los independentistas (que yo comprendo, hasta cierto punto), pero que, a veces, el exceso de sentimientos nos juega malas pasadas. Lo mejor sería controlarnos. Y que el pueblo catalán, que es inteligente, antes de depositar la papela del sí en las urnas debería mirar bien la verdadera cara de la realidad, así como la cara de la fantasía, y obrar en consecuencia. Recapacitar en lo que de verdad interesa: que Cataluña es la comunidad más rica de nuestro país, aunque el 60% de esa riqueza se queda en España.

Deberían también de reflexionar sobre las declaraciones de mandatarios como Obama, Cameron, Merkel… En lo que publica el New York Times. Atender las palabras del gobernador del Banco de España, quien ha declarado que, de salir adelante lo de la independencia y esta llegara a cristalizar,  españoles y catalanes podríamos sentir la vergüenza, o la impotencia, que hemos sentido recientemente en ese otro pueblo hermano, por ejemplo los corralitos. Añádase, además, la oposición de personalidades de la economía a dar el salto mortal sin red. Los del Foro de empresarios catalanes, así como la patronal de empresarios catalanes, etcétera.

Concluyendo. Para que Cataluña sea acogida en el seno de la Unión Europea, tendrían que dar su asentimiento todos y cada uno de los miembros de la Unión. Y repetirlo, una vez confirmado el anterior. Algo del todo imposible.

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