¿Debe usarse la Generalitat para gobernar Cataluña o para protestar frente a Madrid?

Palacio de la Generalitat de Cataluña.
Palacio de la Generalitat de Cataluña.

Ni tiene sentido prolongar que el Gobierno central siga interviniendo la autonomía catalana ni tampoco obstaculizar la recuperación del autogobierno para alimentar el victimismo.

¿Debe usarse la Generalitat para gobernar Cataluña o para protestar frente a Madrid?

¿Debe usarse la Generalitat para gobernar Cataluña o para protestar frente a Madrid? Es el dilema que afronta el independentismo dos meses después de las elecciones autonómicas. Pero una cosa es el debate político y otra el ciudadano. Según la última encuesta del CEO, solo un 19% de los catalanes apuesta por la vía unilateral –la alternativa de la CUP y los radicales de JxCat– frente al 36% que querrían explorar un acuerdo bilateral con Madrid y el 20,8% que son partidarios de abandonar el llamado procés y reformar la Constitución.

El independentismo ensaya, de paso, la cuadratura del círculo con la renuncia –¿provisional?– a investir a Carles Puigdemont pero avalando su legitimidad y el resultado del referéndum del 1 de octubre, declarado ilegal por el Tribunal Constitucional y llevado a cabo sin garantías de transparencia. Su candidato alternativo es ahora Jordi Sánchez, preso.

La normalidad política se aleja, una vez más, a pesar de que el discurso de Roger Torrent como nuevo presidente del Parlament había levantado alguna esperanza

Lo de menos, a estas alturas, ya es si hubo decisiones ilegales en el último pleno del Parlamento de Cataluña, ya que lo que está realmente en juego es el autogobierno frente al llamado Consejo de la República que maneja Carles Puigdemont desde Bruselas. La normalidad política se aleja, una vez más, a pesar de que el discurso de Roger Torrent como nuevo presidente del Parlament había levantado alguna esperanza, al plantear el reconocimiento de que había que "recoser" Cataluña, un país plural.

Del mismo modo que los independentistas reclaman respeto, sería injustificable no respetar a casi dos millones de catalanes que optaron por el constitucionalismo. Ni tiene sentido prolongar que el Gobierno central siga interviniendo la autonomía catalana ni tampoco obstaculizar la recuperación del autogobierno para alimentar el victimismo. Mal asunto si no se respetan las reglas básicas de convivencia democrática. @mundiario

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