Cuando el Times apoyaba a Blair en el Ulster lo que ahora critica a Rajoy

Rajoy y Aznar.
Mariano Rajoy y José María Aznar.

El Times estaba tan de acuerdo con Blair, el amigo de Aznar, que, pese a ser un periódico conservador, apoyó la candidatura de quien no dudó en suspender la asamblea de Irlanda del Norte.

Cuando el Times apoyaba a Blair en el Ulster lo que ahora critica a Rajoy

Cuando, por cuarta vez, el Gobierno de Londres suspendió la autonomía de Irlanda del Norte, el Ulster, basta con comprobar las hemerotecas para observar que el Times, que ahora brama contra el ejercicio por parte de España de su soberanía nacional frente a los rebeles, estuvo de acuerdo con aplicar las medidas necesarias con todas dureza.

Desde que se firmaran los llamados “Acuerdos del Viernes Santo, en 1988, tras tres medidas semejantes anteriores, el gobierno de un amigo de Aznar, Tony Blair, dejó en suspenso la asamblea, no los acuerdos y se mantuvo la convocatoria de elecciones para desbloquear el proceso. Muy parecido, por cierto, a lo que ha ocurrido en Cataluña.

Con toda energía, Londres recuperó el mando en Irlanda y, por cierto, no hizo ni caso a la petición de convocar un referéndum, La autonomía fue suspendida por primera vez en febrero de 2000 durante tres meses por el entonces ministro Peter Mandelson. Su sucesor, John Reid, ya había aprobado dos suspensiones técnicas de 24 horas en agosto y septiembre de 2001 para evitar la convocatoria de elecciones anticipadas en dos de las numerosas crisis que han enfrentado a ambas comunidades políticas.

Es cierto que el caso de Cataluña e Irlanda del Norte son muy distintos, pues no se da en el primero –pese a los brotes de violencia callejera que estos días vivimos– la existencia de un movimiento armado terrorista. Pero en lo que no cabe duda es la forma enérgica con que el gobierno de Londres fue respaldado por el Times en su rigurosa aplicación de sus competencias.

El reticente tono del editorial del Times contra España, expresado en el metalenguaje de su propio titular (“España, otra vez”) denota una falta de óptica quizá interesada sobre la naturaleza del conflicto catalán, su génesis, desarrollo y consecuencias

El reticente tono del editorial del Times contra España, expresado en el metalenguaje de su propio titular (“España, otra vez”) denota una falta de óptica quizá interesada sobre la naturaleza del conflicto catalán, su génesis, desarrollo y consecuencias. Es como si se quisiera acusar a quienes tienen el deber de enfrentarse al mismo de provocarlo o fomentarlo. Y, esto sí que sorprende, desde la cultura social de un país, donde la separación de poderes es ejemplar y la independencia de los jueces sagrada frente al poder político, se acusa al gobierno de la serie de medidas ordinarias en la práctica judicial civilizada que se aplica de ordinario a quienes vulneran la ley.

Me cuesta trabajo, primero considerar que le hayan consultado, y segundo que el ex presidente Aznar tenga nada que ver ni esté de acuerdo, pese a su vinculación con los intereses editoriales de Murdoch, con el contenido de un editorial que perjudica de nuevo la imagen de España. No en vano, en estos momentos tiene a favor del respaldo europeo en las negociaciones para el Brexit, en lo que respecta al viejo contenciosos de Gibraltar. Y los británicos son hábiles jugadores de naipes.

Algunos de las frases del editorial son manifiestamente manipuladoras de la realidad, como cuando afirman que "Desde octubre del año pasado, el Gobierno español ha tratado de manera insistente el tema espinoso del independentismo en Cataluña con imprudencia, mano dura y un deseo aparente de empeorar la situación ya de por sí complicada”.

Y como es habitual, una de cal y otra de arena, pero basculando la responsabilidad del proceso catalán más sobre quienes han de afrontarlo que sobre quienes lo provocaron. El rotativo británico luce ahora de vitola de promotor del diálogo que antaño no postulaba, en el repetido caso de Irlanda del Norte, donde apoyó la firmeza de Blair en su caso. El colmo del cinismo es afirmar, como hace que Madrid necesita comenzar a hablar con sus oponentes y dejar de buscarlos en la cárcel”, o que  Rajoy no ha tomado medidas reales para comprender por qué una proporción tan significativa de los catalanes les convence la idea de la independencia. Tal parece que no es preciso tener en cuenta a la otra mitad. @mundiario

 

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