Las tres críticas de Ortega Díaz que enfurecieron al régimen de Venezuela

Luisa Ortega Díaz con Nicolás Maduro. / VTV
Luisa Ortega Díaz con Nicolás Maduro. / VTV

Nicolás Maduro prepara la destitución de su fiscal general, quien estalló en su contra tras la disolución de la Asamblea Nacional a finales de marzo.

Las tres críticas de Ortega Díaz que enfurecieron al régimen de Venezuela

Luisa Ortega Díaz se ha ganado a pulso ser la persona más odiada en el chavismo, probablemente incluso por encima de los principales líderes de la oposición. La fiscal general es el rostro más visible de la rebelión interna en la revolución bolivariana y su cercanía de posturas con la oposición ha llevado a Nicolás Maduro a mover cielo, mar y tierra con tal de borrarla del camino, consciente de que en su situación tan frágil no puede permitirse sostener un enfrentamiento con semejante rival.

Y lo cierto es que los motivos que han llevado a esta funcionaria a pelear con quienes fueran sus jefes durante años son bastantes, pero los siguientes son probablemente los más delicados:

1) Violaciones a la Constitución

Ortega Díaz se convirtió en protagonista del bochorno político de Venezuela cuando salió a criticar abiertamente la orden por la que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de su país despojó de todos sus poderes a la Asamblea Nacional. Aquello fue calificado por todos los sectores como un auténtico golpe de Estado, pero fue esta hija de Hugo Chávez la que dio la crítica más fuerte cuando aseguró que el régimen oficialista estaba violando la Constitución.

“Las sentencias constituyen una ruptura del orden constitucional. Llamamos a la reflexión para que se tomen caminos democráticos, respetando las diferencias”, dijo en referencia a los dictámenes del Supremo. “Se evidencian varias violaciones del orden constitucional y desconocimiento del modelo de Estado consagrado en nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Propiciemos un ambiente de respeto y de rescate de la pluralidad”, agregó.

A partir de ahí, la fiscal inició un camino sin retorno en el que criticaría violaciones del régimen oficialista a la ley y a los derechos humanos.

2) Traición a los orígenes chavistas

Maduro sabe que su Asamblea Constituyente es un fraude desde cualquier ángulo y por lo mismo pretende hacer todo lo posible porque sus pecados no le persigan. El Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció en junio que la Constitución que salga de esta Asamblea no pasará por la aprobación de los ciudadanos. Aquello fue probablemente la gota que derramó el vaso entre los rebeldes del régimen.

Ortega Díaz y los demás disidentes chavistas no perdonan al presidente que pretenda aprobar las nuevas leyes sin el visto bueno de los venezolanos. No tanto porque crean en que la gente tiene derechos, pues al final son chavistas, sino porque su guía espiritual, el mismo Hugo Chávez, sí sometió su Constitución a un referendo en 1999. Saltarse el visto bueno del pueblo es más de lo que los bolivarianos más radicales están dispuestos a tolerar.

3) La oposición quedó como única representante del pueblo

Convenido de que el oficialismo ha perdido la cabeza, el panorama político de Venezuela ha cambiado de aires de forma radical. La oposición es más fuerte que nunca en las calles, esas que fueron siempre la fortaleza y orgullo de Chávez y sus huestes.

Ortega Díaz está al tanto de eso y ha adoptado ella misma una postura de simpatía con los principales líderes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), principal coalición opositora. El lunes de esta semana celebró a los diputados de la MUD por seguir “al servicio del Estado y el Ministerio Público también, yo creo que esta Asamblea Nacional está legitimada". Ya previamente se había dado un baño de masas con los seguidores de la agrupación opositora. La fiscal está consciente de que la situación se le ha salido de control al Palacio de Miraflores y que, tarde o temprano, el tiempo y el país le darán la razón a la MUD.

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