La oposición venezolana anuncia un plebiscito para frenar la Constituyente

Amparada en la Constitución, la oposición venezolana ha anunciado hoy una medida con la que espera cuando menos ralentizar el proceso de la Asamblea Nacional Constituyente que ha convocado Nicolás Maduro. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la principal alianza opositora, por medio de Julio Borges, su máximo líder y jefe de la Asamblea Nacional (AN), convocó a un referendo para este 16 de julio, en el que los ciudadanos podrán aceptar o rechazar las elecciones para la Constituyente que el régimen chavista planea para el 30 de este mismo mes.

"Que sea el pueblo el que decida si rechaza o desconoce la Constituyente convocada inconstitucionalmente por Nicolás Maduro", ha dicho Borges en un acto en el que fue respaldado por varios sectores de la sociedad civil. "Toda las organizaciones que suscriben este documento expresan lo siguiente: ‘De tal manera, solicitamos a la Asamblea Nacional que, de acuerdo con el artículo 71 de la Constitución nacional convoque a un proceso de decisión soberana para que sea el pueblo quien decida el rumbo que debe asumir el país", dijo el parlamentario. Según el resultado de la consulta, siguió, se activará el " levantamiento democrático en la totalidad del territorio nacional”.

Pero el plebiscito también incluirá otros dos temas importantes. Primero, se hará una pregunta sobre el papel que los civiles y las fuerzas armadas deberán cumplir a fin de "restituir el orden constitucional". También se preguntará si los venezolanos aprueban la renovación de los poderes públicos que a día de hoy "actúan al margen de la Constitución".

Para que este proyecto tenga éxito debe ser exigido a la Cámara, puesto que de ella depende la convocatoria oficial para la consulta. Sin embargo, los detalles logísticos de este plebiscito todavía deben definirse. "El proceso será manual, pero luego vamos a definir el procedimiento. Estamos entrando a la hora cero", agregó por su parte Henrique Capriles, representante del ala más radical de la MUD. El anuncio llega cuando ya se han cumplido tres meses de intentas protestas en todo el país, las cuales iniciaron cuando, a finales de marzo, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) despojó de sus poderes a la AN, controlada por la oposición desde 2015. Desde entonces, las calles de la república bolivariana se han inundado de manifestantes y han dejado un saldo mortal de 90 personas.

A ese tema debe agregarse la rebelión interna que se ha formado en el seno del chavismo y que es encarnada por Luis Ortega Díaz, fiscal general del país. Ortega Díaz ha acusado al presidente de traicionar los principios bolivarianos, pues Maduro no quiere pasar su nueva Constitución por un referendo aprobatorio, como sí huzo Hugo Chávez en 1999. El lunes se pronunció en su Instagram para mantener las protestas contra el Palacio de Miraflores. "Llamo a quienes queremos calidad de vida, a quienes queremos que las familias vuelvan a unirse, y a quienes quieren que sus hijos vuelvan al país con oportunidades, a defender pacíficamente y sin violencia lo que por derecho nos corresponde", escribió en su perfil social.

Como sea, la Constituyente le está costando más frentes abiertos a Maduro. Su disparate ha enojado a las bases más radicales de su movimiento, e incluso muchos le han volteado la cara. Atrapado en su ratonera, el presidente no da señales de retractarse. La oposición deberá eso sí combatir contra las instituciones controladas por el chavismo para llevar a buen puerto este proyecto, que va a contrarreloj de entrada.

Aun si se logra celebrar este plebiscito, nada hace pensar que el oficialismo vaya a tomarlo por las buenas y hacer caso a los venezolanos. La situación ha rebalsado al país y las instituciones, pero la oposición confía desde hace meses en que para este año podrán, cuando menos, confirmar que se celebren elecciones el año entrante.