El Congreso da un ultimátum de 24 horas al vicepresidente para que destituya a Trump

descarga
La presidenta del Congreso, Nancy Pelosi (derecha), junto al vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence (izquierda), durante la confirmación de Joe Biden como presidente electo. / BBC
Los demócratas aplicarán cualquier recurso legal para imputar a Trump, ya como un civil, con el objetivo de inhabilitarlo políticamente en el futuro y así evitar que vuelva a llegar al poder con su movimiento apolítico de ultraderecha. Esta semana también tendrá a Estados Unidos en el centro de la atención mundial.
El Congreso da un ultimátum de 24 horas al vicepresidente para que destituya a Trump

El reloj empieza a correr, pero el tiempo es muy reducido. La mayor potencia mundial ha entrado en una semana clave que definirá el futuro de su crisis política, pues esta no acabará el próximo 20 de enero, aunque sí podría ser más manejable en nueve días, cuando el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, asuma el mando. El problema es que en la Casa Blanca todavía hay un presidente que, paradójicamente, ha cometido un deleznable acto de subversión contra la democracia más vigorosa y sólida del planeta. 

Entonces, muchos se preguntarán si realmente vale la pena que el presidente saliente de EE UU, Donald Trump, enfrente las consecuencias de sus acciones bajo una investidura que, tras el asalto a la cuna de las leyes y la democracia norteamericana, ahora parece quedarle grande. ¿Es posible que Trump abandone la Casa Blanca antes de que expire su mandato en tan solo 9 días? La Constitución establece dos mecanismos, y el epicentro del Estado de derecho en la potencia norteamericana busca hacer cumplir la máxima ley y reivindicar la reputación de la democracia estadounidense ante el mundo. ¿Cómo? Removiendo a Trump de la presidencia antes de la toma de posesión de Biden. 


Quizás también te interese:

¿Es posible y viable un juicio político contra el presidente de EE UU a estas alturas?


Es por ello que este lunes, la presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso, Nancy Pelosi, ha dado un ultimátum de 24 horas al vicepresidente de EE UU, Mike Pence, para que aplique la enmienda 25 de la Constitución y remueva a Donald Trump de su cargo por “incapacidad” para seguir ejerciendo la presidencia más poderosa del mundo. 

De esta forma, la líder demócrata y segunda en la línea de sucesión presidencial se vale de la posición de equilibrio de Pence para forzar una remoción que estaría antecedida por un proceso más simbólico que posible, pues en caso de que el vicepresidente decida no hundir políticamente a quien ha sido su aliado durante cuatro años, aunado al evidente distanciamiento que Trump tomó de Pence por la decisión del segundo de seguir la Constitución, cumplir con su juramento y preservar la democracia ratificando a Joe Biden en el Senado como presidente electo, la Cámara de Representantes (dominada por los demócratas) actuará iniciando el trámite para volver a someter a Trump a otro juicio político (impeachment), el segundo que enfrentaría y sería así el único presidente en la historia de EE UU en encarar un proceso de destitución dos veces.

Pelosi anunció el domingo que este lunes se presentará una resolución en esta línea, con un plazo de 24 horas para que Pence responda. En una carta demoledora y contundente, remitida a los legisladores de su partido, Pelosi afirma: “Con el fin de proteger nuestra Constitución y nuestra democracia, actuaremos con urgencia, ya que este presidente representa un riesgo inminente para ambos”.

¿Cómo es el proceso?

Esto implica que al cumplirse las 24 horas desde este lunes hasta mañana, martes 12 de enero, y de no ocurrir una destitución de Trump mediante el voto mayoritario del gabinete de la Casa Blanca con el traspaso de la presidencia interina a Pence por los próximos 8 días, entonces una mayoría simple en la Cámara Baja del Congreso será suficiente para que el miércoles sea activado el impeachment, presentados los cargos de acusación contra Trump y luego remitido el proceso a la Cámara Alta (Senado) para que el juicio inicie con el debido período de audiencias y argumentos que, con una demora protocolar de dos semanas, llevaría a una sesión de deliberación y votación sobre la destitución de Trump (con el voto de dos tercios de los senadores). Por lo tanto, los tiempos simplemente no dan.

Lo más probable es que este proceso se ejecute y quede inconcluso como un acto simbólico de la intención del Congreso de establecer una sanción política-administrativa a la más alta autoridad del país, quien incitó a un asalto en el cual fue socavada la estabilidad política, institucional y democrática de los Estados Unidos. Claramente, el intento de someter a Trump a un juicio político, alcance el tiempo o no, es un mensaje del poder legislativo de que todo aquel que intente dañar la democracia del país será castigado y se le aplicará todo el peso del Imperio de la Ley, que siempre ha caracterizado a la primera potencia global.

Pelosi explica en la carta que el mandatario saliente “es un peligro aún activo y, por tanto, no puede seguir en la Casa Blanca hasta el 20 de enero”, fecha en la que toma posesión el próximo presidente, el demócrata Joe Biden. “El horror del vigente asalto a nuestra democracia por parte de este presidente se ha intensificado y, por tanto, también la necesidad de acción”, dice.

¿Qué buscan los demócratas con un impeachment a 9 días de la salida de Trump?

Pero en realidad, la estrategia de los demócratas con este potencial intento de impeachment va mucho más allá de sacar a Trump de la Casa Blanca antes del 20 de enero. Los liberales buscan que el polémico magnate ultraconservador nunca más vuelva a estar legalmente habilitado para postularse y ejercer un cargo político en los Estados Unidos. Ante la evidente pretensión del republicano de lanzarse a la presidencia en las elecciones de 2024, el Congreso podría usar el impeachment como una palanca para forzar y agilizar en una red de tribunales del país algún proceso judicial-administrativo que bloquee a Trump como dirigente político una vez que pierda su inmunidad presidencial el 20 de enero. 

Es decir, los demócratas aplicarán cualquier recurso legal para imputar a Trump, ya como un civil, con el objetivo de inhabilitarlo políticamente en el futuro y así evitar que vuelva a llegar al poder con su movimiento apolítico de ultraderecha.

La resolución del Congreso insta a Pence y al Gabinete a activar la 25ª Enmienda de la Constitución y declarar a Trump “incapaz de seguir ejerciendo el cargo”, tras lo cual el vicepresidente asumiría la presidencia de Estados Unidos durante los días que quedan hasta el próximo Gobierno. “Apelamos al vicepresidente a responder en 24 horas. Después, procedemos a presentar la legislación para un impeachment”, afirma la presidenta de la Cámara, que es el órgano encargado de poner en marcha el proceso y cuenta con mayoría demócrata. Pence no ha respondido de forma pública u oficial, pero no se espera que proceda a la destitución del presidente, con lo que es probable que se agoten esas 24 horas de plazo y el martes o miércoles sea activado el impeachment que podría neutralizar políticamente a Trump lo desaloje o no de la Casa Blanca antes del 20 de enero.

Esta semana también tendrá a Estados Unidos en el centro de la atención mundial por la posible inestabilidad política que un impeachment traería al Gobierno de Biden incluso aunque Trump sea expulsado del poder en menos de nueve días, lo cual es muy poco probable. @mundiario 

Comentarios